Toni Solano, director de instituto: ¡°Veo mal a los ni?os, necesitan much¨ªsima ayuda¡±

El instituto p¨²blico que dirige Toni Solano en Castell¨®n, inaugurado hace una d¨¦cada, fue construido por una empresa p¨²blica de la Generalitat valenciana, Ciegsa, que protagoniz¨® uno de los grandes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n del PP valenciano. Tiene un dise?o cuidado, pero nada m¨¢s cruzar la puerta, el director se?ala una fuga de agua en el patio que ha inundado parte del campo de f¨²tbol. El instituto, el Bovalar, est¨¢ situado junto al campus de la Universidad Jaume I, en una zona de expansi¨®n urbana, y acoge alumnado de barrios muy distintos. ¡°Tenemos de todo, desde hijos de profesores universitarios a chavales que est¨¢n en una chabola¡±, dice. El centro est¨¢, adem¨¢s, sobreocupado: se construy¨® para 600 alumnos y el curso que viene alojar¨¢ a 900. Nacido en Montilla (C¨®rdoba) hace 54 a?os, profesor de Lengua castellana y Literatura, Solano abri¨® un blog en 2006 y miles de docentes siguen sus opiniones en las redes sociales. Su tono gira hacia la preocupaci¨®n, sobre todo, cuando habla del impacto que estos a?os de pandemia han dejado en el ¨¢nimo de los alumnos.

Pregunta. Hace unos a?os advert¨ªa de un cisma entre profesores partidarios de la innovaci¨®n educativa y otros contrarios. ?Cree que ha ido a m¨¢s?

Respuesta. Hay un movimiento que piensa que la escuela va hacia adelante y otro que piensa que va hacia atr¨¢s. Los que piensan que la escuela va a peor se constituyen como reaccionarios ante cualquier cambio, y los que creen que va a mejor defienden los cambios. Y en esa tensi¨®n estamos. No creo que sea ya tanto una cuesti¨®n de innovaci¨®n, un concepto que quiz¨¢ se ha ligado mucho a las tecnolog¨ªas y a ciertos modelos metodol¨®gicos, como la gamificaci¨®n [el uso educativo de los juegos], yo creo que no va tanto por ah¨ª. Hay mucha innovaci¨®n que se hace sin tecnolog¨ªa y que no tiene nada que ver con esnobismos educativos. Para m¨ª la innovaci¨®n son mejoras que conducen a la reducci¨®n del fracaso escolar.

P. ?Qu¨¦ entiende usted por ir adelante en educaci¨®n?

R. Que la educaci¨®n p¨²blica llegue cada vez a m¨¢s personas, no solo menores, sino que se extienda a los adultos. Que sea inclusiva, de calidad y diversa, porque la realidad es diversa. Una escuela en la que, aunque suene a t¨®pico, quepan todos y tengan la atenci¨®n que merecen. Parece un punto ut¨®pico, pero creo que con recursos se puede alcanzar, lo que pasa es que en ese caso no se pueden derivar recursos a otras cosas.

Poniendo ex¨¢menes m¨¢s dif¨ªciles no vamos a conseguir un mayor nivel

P. ?Qu¨¦ opina de la corriente que reivindica la ense?anza tradicional?

R. Los modelos que conocemos de ense?anza tradicional han dejado fuera al 50% de los espa?oles. Es lo que pasaba en los a?os setenta u ochenta, solo hay que mirar las estad¨ªsticas. La secundaria obligatoria se ha extendido y ha alcanzado progresivamente a m¨¢s capas de la sociedad, cada vez hay m¨¢s bachilleres y personas que acceden a la universidad. Y yo creo que es un logro. Aun as¨ª, nos falta mucho, porque en el camino se queda todav¨ªa much¨ªsima gente. Sigue habiendo un potencial humano que nos falta atender y que la escuela tiene que asumir. Cuando oigo decir que hay que volver a la exigencia, lo primero que pienso es en los alumnos que tienen dificultades. Porque esos eran los que se quedaban arrinconados y a los que se invitaba a marcharse del sistema. Poniendo ex¨¢menes m¨¢s dif¨ªciles no vamos a conseguir un mayor nivel. Conseguiremos que se queden solo los que sean capaces de resolver ex¨¢menes dif¨ªciles.

P. Hay voces, de izquierda y derecha, que sostienen que la reforma educativa perjudicar¨¢ a los estudiantes desfavorecidos.

R. A veces se vincula [el aprendizaje por] competencias con privatizaciones y la OCDE. Me parece mezclar unas cosas con otras. Yo cuando pienso en competencias pienso en chavales aprendiendo, no en la OCDE. Cuando trabajo las competencias en proyectos de Lengua y Literatura, podemos ver a San Juan de la Cruz, a Machado o a Cernuda. No creo que tengan mucho que ver con la OCDE. Detr¨¢s del fracaso escolar hay un factor socioecon¨®mico, y la escuela p¨²blica deber¨ªa al menos mitigar esa brecha familiar. Cuando no es capaz de compensar, en la mayor parte de los casos debido a la falta de recursos, no est¨¢ cumpliendo su funci¨®n. Y con ello se le da la raz¨®n a quien la quiere privatizar y dice: ¡°Si no soluciona nada, pues que sea un libre mercado educativo y se salve quien pueda¡±. Creo que los modelos de ense?anza basados en competencias pueden ayudar un poco. Pero tampoco lo van a solucionar del todo si no hay tambi¨¦n recursos.

P. El nuevo sistema de ense?anza tiene que empezar a aplicarse en septiembre, pero la aprobaci¨®n de las normas que lo concretan va con retraso. ?Le preocupa?

R. Veo muy precipitado que arranquemos con la nueva ley, porque nos va a pillar con el pie cambiado y vamos a generar cierto malestar. Pero la verdad es que las reformas siempre se hacen de manera apresurada. Quiz¨¢ las pol¨ªticas educativas deber¨ªan ir en otra l¨ªnea. Parece que se hacen deprisa por miedo a que vengan los otros y las cambien.

P. Usted da Lengua castellana y Literatura, ?c¨®mo ve el nuevo curr¨ªculo de la asignatura?

R. No he hecho un an¨¢lisis detallado. El enfoque me gusta, porque incluye muchas de las cosas sobre las que hemos ido reflexionando y trabajando durante a?os. Las personas que conozco que han estado detr¨¢s del curr¨ªculo me dan la mayor confianza y trabajan de la manera que a m¨ª me gusta. Tambi¨¦n es verdad que faltan muchos cambios estructurales para que esas propuestas calen. Volvemos al tema de los recursos y de la atenci¨®n a la diversidad. Es muy dif¨ªcil para un profesor trabajar as¨ª en un aula con 30 alumnos si no cuenta con dichos recursos, hay que decirlo muy claro. He trabajado muchas veces por proyectos y, o bien hemos tenido codocencia [dos profesores en la clase], o he tenido reducci¨®n de ratios haciendo desdobles, o me he visto superado y no ha habido manera de gestionarlo. Este enfoque, para m¨ª m¨¢s efectivo, se puede quedar en agua de borrajas si no existe ese acompa?amiento de recursos.

De todos los que repiten hay pocos, quiz¨¢ un 10%, a los que les aprovecha

P. Ahora, con m¨¢s perspectiva, ?c¨®mo dir¨ªa que han impactado en el alumnado estos a?os de pandemia?

R. Por un lado, han aguantado una situaci¨®n supercomplicada de estr¨¦s y angustia para la que ninguno est¨¢bamos preparados. Ellos menos porque son ni?os. Los he visto superfuertes, pero les est¨¢ pasando factura. Nos ha pasado a todos, pero a ellos especialmente. Cada d¨ªa vemos m¨¢s tendencias autolesivas y suicidas, ansiedades, depresiones, como nunca. Es cierto que la tendencia ven¨ªa de antes de la pandemia. Probablemente, y es un juicio m¨ªo particular, de la presi¨®n y exposici¨®n continua a las redes, a los m¨®viles... Veo mal a los ni?os, necesitan much¨ªsima ayuda. Los directores pedimos continuamente, en todas las reuniones con la Administraci¨®n, personal especializado en trastornos mentales. Nosotros no podemos diagnosticar ni hacer supervisi¨®n. Tenemos ni?os y ni?as a los que hay que acompa?ar toda la jornada escolar por miedo a que puedan hacerse da?o y, otra vez, no tenemos recursos para estar encima de ellos.

P. ?Y en el terreno acad¨¦mico?

R. Pienso que es cierto que va a haber una generaci¨®n covid, con carencias, porque hubo tres meses de confinamiento y luego en algunos niveles ense?anza semipresencial, que fue ir a medio gas. Son j¨®venes, moldeables y flexibles y probablemente acabar¨¢n supliendo esas carencias, bien... Pero se va a notar, aunque creo que les va a afectar m¨¢s lo emocional y lo psicol¨®gico.

P. La actual reforma reduce las repeticiones de curso. Usted es cr¨ªtico con ellas, ?por qu¨¦?

R. Somos el pa¨ªs de nuestro entorno con mayor ¨ªndice de repeticiones y estamos a la cola en el fracaso escolar. Si fuera una buena medida, el resultado ser¨ªa el contrario. La experiencia me ha mostrado que de todos los que repiten hay pocos, quiz¨¢ un 10%, a los que les aprovecha. Pero en la mayor¨ªa de los casos es una falta de madurez que se podr¨ªa resolver perfectamente al a?o siguiente. La repetici¨®n es algo que genera en muchos alumnos desidia y frustraci¨®n. Interiorizan la idea de: ¡°Soy el torpe¡±. Y al a?o siguiente rinden incluso menos. A los profesores les fuerza a dise?ar planes de atenci¨®n a los que, tal y como est¨¢ la diversidad en las aulas, es muy dif¨ªcil que hagan un seguimiento¡­ Hay muy pocas razones para mantener la repetici¨®n. Deber¨ªa ser realmente, como dice la ley, una medida excepcional, porque genera un tap¨®n de repetidores que no soluciona nada. Hay quien dice que sus compa?eros, si ven que otros pasan de curso [con suspensos], dejar¨¢n de esforzarse, pero nunca he observado algo as¨ª. Yo creo que no funcionan as¨ª los adolescentes.

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