El Gobierno defiende en los tribunales el nuevo sistema para pasar de curso
Educaci¨®n lleva a los juzgados las normativas de las comunidades que contravienen la Lomloe y limitan la f¨®rmula para promocionar y obtener los t¨ªtulos de la ESO y el Bachillerato
La implantaci¨®n del nuevo sistema para pasar de curso y obtener los t¨ªtulos de la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO) y el Bachillerato que establece la ley educativa, la Lomloe, ¡ªque refuerza el margen de decisi¨®n de los equipos de profesores a la hora de decidir y resta importancia al n¨²mero de suspensos¡ª avanza pese a las resistencias de algunas comunidades aut¨®nomas. El a?o pasado, seg¨²n el recuento de este peri¨®dico, ocho autonom¨ªas hab¨ªan publicado o estaban en proceso de aprobar normativas que contradec¨ªan lo recogido en la ley org¨¢nica, al endurecer los requisitos de promoci¨®n y titulaci¨®n. De ellas quedan seis. Por el camino, el Ministerio de Educaci¨®n ha llevado a los tribunales los decretos de dos comunidades, Madrid, gobernada por el PP, que se ha negado a rectificar, y Castilla-La Mancha, donde mandan los socialistas, que una vez iniciado el proceso contencioso-administrativo ha aceptado rehacer sus curr¨ªculos para adaptarlos a la Lomloe. El otro territorio que elabor¨® borradores que chocaban claramente con la ley y ya los ha corregido ha sido Murcia, del PP, que en diciembre public¨® sus decretos definitivos. El ministerio, seg¨²n fuentes del departamento, apuesta por solucionar las discrepancias mediante el di¨¢logo, dejando el recurso a la justicia como ¨²ltima opci¨®n.
El pacto parece imposible con Madrid, con cuyos responsables educativos ha mantenido el Gobierno reuniones al respecto. Y tambi¨¦n con otra comunidad gobernada por el PP, Andaluc¨ªa, a la vista de las declaraciones realizadas este mi¨¦rcoles por la consejera de Desarrollo Educativo y Formaci¨®n Profesional de la Junta, Patricia del Pozo. Los otros cuatro territorios cuyas normativas, definitivas o en fase de borrador, no se ajustan a la Lomloe son Galicia (PP), Pa¨ªs Vasco (PNV), Arag¨®n y Extremadura (ambas del PSOE), y el ministerio mantiene conversaciones con ellos.
En la ESO, antes de la Lomloe, los alumnos repet¨ªan con m¨¢s de dos suspensos (aunque la legislaci¨®n contemplaba diversas excepciones). Dicha regla, enmarcada en una tradici¨®n muy arraigada en el sistema educativo, hac¨ªa de Espa?a un caso peculiar entre los pa¨ªses desarrollados, con tres veces m¨¢s repetidores (un 29%) que en la OCDE, pese a las evidencias de que se trata de una f¨®rmula cara e ineficaz de enderezar la marcha educativa de un alumno. La Lomloe cambi¨® las cosas, al establecer que la repetici¨®n debe ser excepcional. Y que, en la ESO, un alumno pasar¨¢ de curso y obtendr¨¢ el t¨ªtulo de la etapa cuando sus profesores decidan, de forma colegiada, que ser¨¢ mejor para su trayectoria educativa, al margen de su n¨²mero de aprobados.
En Bachillerato, el cambio introducido por la Lomloe ha sido menor. De primero a segundo se pasa con un m¨¢ximo de dos suspensos, como antes. Y la novedad es que el t¨ªtulo de bachiller se puede lograr aunque al alumno le haya quedado una materia pendiente si lo decide el equipo docente, y se cumplen otras circunstancias, como que el estudiante haya ido a clase y el promedio de sus asignaturas alcance el cinco.
Estas reglas deber¨ªan estar en vigor este curso en todas las comunidades aut¨®nomas a trav¨¦s de sus respectivos decretos auton¨®micos, seg¨²n el calendario previsto en la Lomloe, pero el retraso en la aprobaci¨®n de los curr¨ªculos ha hecho que algunas de ellas hayan aprobado ¨®rdenes transitorias para este curso, y est¨¦n acabando de elaborar sus normativas definitivas.
La estrategia de ocho comunidades (de las cuales dos ya han rectificado) ha sido a?adir en sus normativas auton¨®micas mayor¨ªas reforzadas que limitan la capacidad de los equipos docentes para decidir qu¨¦ pasa con un alumno que tiene m¨¢s de dos suspensos en la ESO o un suspenso en segundo de Bachillerato. Lo m¨¢s frecuente, como Andaluc¨ªa, ha consistido en establecer que los equipos docentes deben reunir mayor¨ªas de dos tercios. Madrid (e inicialmente Murcia) los fijaron, en cambio, en cuatro quintos.
El Ministerio de Educaci¨®n considera que dichas adiciones desvirt¨²an la previsi¨®n de la ley educativa, en el sentido de que, aunque no lo diga expresamente, respetar la decisi¨®n colegiada de los docentes implica que en caso de desacuerdo la decisi¨®n se tome por mayor¨ªa simple. Aparte de la interpretaci¨®n que pueda hacerse de los textos legales, fijar los requisitos para la obtenci¨®n de t¨ªtulos oficiales es competencia exclusiva del Estado. Y ese fue el motivo por el que Murcia, tras ser advertida por el ministerio de que el asunto acabar¨ªa en la justicia, acept¨® cambiar su normativa. Su decreto de la ESO, aprobado en diciembre, se?ala que los alumnos obtendr¨¢n el t¨ªtulo ¡°cuando hayan adquirido, a juicio del equipo docente, las competencias clave establecidas en el perfil de salida y alcanzado los objetivos de la etapa¡±. Y que dichas ¡°decisiones se adoptar¨¢n por mayor¨ªa simple, previa deliberaci¨®n del equipo docente¡±. El Ejecutivo regional tambi¨¦n elimin¨® del decreto de Bachillerato las mayor¨ªas reforzadas que hab¨ªa incluido en el borrador.
Rectificaci¨®n por carta
Castilla-La Mancha rechaz¨® inicialmente aplicar los criterios de la Lomloe argumentando que desde antes de que se aprobara la nueva ley educativa, su normativa regional ya establec¨ªa que las decisiones colegiadas adoptadas por los profesores deb¨ªan ser apoyadas por dos tercios de los docentes implicados en ellas. El ministerio acab¨® llevando el asunto a los tribunales, y hace unas semanas el Ejecutivo castellano-manchego acept¨® ajustar su curr¨ªculo a la ley, garantiz¨¢ndolo en sendas cartas remitidas al Ministerio de Educaci¨®n y al ¨®rgano judicial encargado del recurso.
Madrid ha mantenido, en cambio, su desaf¨ªo, a pesar de que los contactos entre la consejer¨ªa y el ministerio para intentar solucionar el conflicto han continuado. El Gobierno tambi¨¦n ha tenido comunicaci¨®n con la Junta de Andaluc¨ªa, pero su consejera de Desarrollo educativo dej¨® claro el mi¨¦rcoles que no contempla cambiar de postura, informa Eva Saiz. ¡°Defendemos la misma postura que Madrid¡±, ha dicho Patricia del Pozo, que ha argumentado que las mayor¨ªas reforzadas ¡°dotan de garant¨ªas a los docentes, alumnos y familias a la hora de tomar una decisi¨®n tan importante como repetir u obtener un t¨ªtulo¡±.
Pa¨ªses del entorno
La estrategia de hacer que un alumno que suspenda tres o m¨¢s asignaturas vuelva a cursar el a?o siguiente el mismo nivel, incluyendo las materias que s¨ª hab¨ªa aprobado, se ha demostrado poco ¨²til a la hora de combatir el abandono educativo. Y por ello casi todos los pa¨ªses desarrollados han tendido a reducirla al m¨ªnimo, entre ellos los que compart¨ªan con Espa?a la propensi¨®n a hacer repetir a sus alumnos, como Francia o Portugal.
La mayor¨ªa de los expertos en educaci¨®n considera necesario que cuando un alumno va mal el sistema educativo act¨²e, pero que son preferibles otras v¨ªas, como las tutor¨ªas individualizadas o las clases de apoyo en grupos peque?os. En un art¨ªculo publicado en este peri¨®dico al hilo del nuevo real decreto que regula la evaluaci¨®n, promoci¨®n y titulaci¨®n, Lucas Gortazar, coordinador de Educaci¨®n del laboratorio de ideas EsadeEcPol, explicaba que al ordenar 35 intervenciones educativas, la Education Endowment Foundation, entidad brit¨¢nica de referencia en el campo del estudio de las pol¨ªticas p¨²blicas de ense?anza, situ¨® la repetici¨®n de curso como la menos eficaz.
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