Manuel Mart¨ªn, maestro: ¡°La jornada continua no ha puesto en el centro el bienestar del alumnado¡±
El presidente del Consejo Escolar de Navarra, comunidad que ha aprobado una vuelta general a la jornada partida, apuesta por abordar la cuesti¨®n estableciendo distintos horarios para el profesorado. El docente dirigi¨® 25 a?os un colegio p¨²blico en Pamplona

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Manuel Mart¨ªn es maestro en la educaci¨®n p¨²blica desde hace 40 a?os. Durante 25 fue, adem¨¢s, director de la escuela de infantil y primaria Paderborn, en Pamplona, un centro con una trayectoria singular. Lleg¨® a convertirse en lo que suele llamarse un colegio gueto, y a no registrar un curso ninguna solicitud. Un nuevo proyecto educativo, basado en el aprendizaje de lenguas, y el talante obstinadamente pactista de la direcci¨®n con el resto de actores de la comunidad educativa le dieron, sin embargo, la vuelta a la situaci¨®n, y unos a?os m¨¢s tarde se hab¨ªa transformado en la escuela p¨²blica m¨¢s demandada de la ciudad. Desde 2019, Mart¨ªn preside el Consejo Escolar de Navarra, organismo que ha apoyado la decisi¨®n adoptada hace unos d¨ªas por el Gobierno foral sobre la jornada escolar: todos los centros volver¨¢n a tener jornada partida (la que era tradicional en Espa?a, con clases por la ma?ana y por la tarde, con una pausa en medio para comer) en el curso 2024-2025, si bien antes de esa fecha los colegios podr¨¢n adoptar la jornada continua (todas las clases concentradas por la ma?ana) mediante votaciones internas que, como en otros territorios requerir¨¢n mayor¨ªas reforzadas, en el caso de Navarra de tres quintos del censo de familias.
Navarra ¨Ddonde a partir de las medidas anticovid adoptadas en pandemia la jornada continua pas¨® de estar en un 20% de los colegios a hacerlo en un 80%¨D se convertir¨¢ as¨ª en una de las pocas comunidades donde el dominio de la jornada continua no es casi total (solo quedan Catalu?a, Madrid, Pa¨ªs Vasco y Comunidad Valenciana), al menos en los centros p¨²blicos de infantil y primaria, porque los concertados tienen en general horario partido.

El Consejo Escolar de Navarra que preside Mart¨ªn decidi¨® apoyar por amplia mayor¨ªa la nueva normativa. Lo hizo con 14 votos a favor (entre ellos, los representantes de las familias, el alumnado, la administraci¨®n educativa, el Parlamento auton¨®mico, los municipios, el Instituto Navarro para la Igualdad, y el Comit¨¦ de Entidades de Personas con Discapacidad) cuatro votos en contra (de sindicatos docentes), y una abstenci¨®n (del sindicato de personal de administraci¨®n y servicios). La regulaci¨®n tiene dos diferencias importantes respecto a las de otros territorios. El proceso de cambio de jornada solo podr¨¢ activarse una vez cada cuatro a?os, evitando el estado de movilizaci¨®n (y crispaci¨®n) permanente que viven muchos colegios hasta que los partidarios de la jornada continua logran implantarla. Y, pasado ese periodo, para volver a votarse bastar¨¢ con que lo pida un 25% de los miembros del consejo escolar del colegio, impidiendo que, como sucede ahora en casi toda Espa?a, una vez adoptado el horario intensivo resulte pr¨¢cticamente imposible volver a someterlo a la decisi¨®n de las familias gracias al peso que profesorado y personal de servicio tienen en los consejos escolares, que les permite bloquearlo.
Pregunta. ?C¨®mo opina que debe abordarse la cuesti¨®n de la jornada escolar?
Respuesta. Creo que hay que tener en cuenta el bienestar del alumnado. Las dem¨¢s cuestiones, como la conciliaci¨®n de las familias y las mejores condiciones para el profesorado, sin duda son importantes, pero son secundarias, deben ser abordadas en otros ¨¢mbitos de la administraci¨®n, y no deben ir en detrimento de las mejores posibilidades para que el alumnado desarrolle su formaci¨®n, que es de lo que se trata, para eso trabajamos en los centros y nos hemos dedicado a esto.
P. ?Cree que la implantaci¨®n de la jornada continua en la mayor parte de los colegios de Espa?a se ha producido as¨ª?
R. Por lo que conozco, que es sobre todo aqu¨ª en Navarra, no ha sido as¨ª. La jornada continua no ha puesto en el centro el bienestar del alumnado. Y el debate se ha trasladado a otros lugares. En el caso del debate del horario del profesorado, por ejemplo, tiene que estar en la negociaci¨®n que se produce en otras mesas sindicales. Y ah¨ª se puede plantear por qu¨¦ tiene que coincidir el horario de todo el profesorado con el del alumnado. Yo creo que hay que deslindarlos, y que se podr¨ªa hacer perfectamente.
P. ?Quiere decir que el alumnado pueda tener jornada partida, pero que no todo el profesorado tenga que estar dando clase (al margen del tiempo que dedican a otras actividades, como la preparaci¨®n de materiales) en todo ese periodo horario, que empieza a las 9.00 y acaba, seg¨²n los centros, entre las 16.00 o a las 17.00? ?Qu¨¦ propone?
R. No me corresponde a m¨ª decidir c¨®mo hacerlo. Pero hay formas de solventarlo. En nuestro trabajo de docentes, por ejemplo, siempre se han elegido los destinos en funci¨®n de la antig¨¹edad o la puntuaci¨®n. Y esas mismas plazas podr¨ªan salir con su horario de clase, m¨¢s de ma?ana o m¨¢s de tarde. De forma que los centros educativos pudieran organizarse para cubrir toda la jornada. Estoy seguro de que los sindicatos y la administraci¨®n podr¨ªan encontrar la manera.
P. ?C¨®mo lleg¨® la mayor¨ªa de representantes del Consejo Escolar de Navarra a decidirse apoyar la nueva normativa?
R. Organizamos unas jornadas este a?o para analizar el horario partido y el horario continuo o intensivo, que es como suele definirse internacionalmente, en el que participaron especialistas de distintos ¨¢mbitos, desde la pediatr¨ªa a la sociolog¨ªa, poniendo el foco en el alumnado. Tambi¨¦n analizamos qu¨¦ jornada hab¨ªa en general en Espa?a y en Europa, donde la intensiva est¨¢ en retroceso y se est¨¢ avanzando a un modelo m¨¢s parecido a lo que ser¨ªa nuestra partida.
P. ?A qu¨¦ conclusiones llegaron?
R. Parece que en los resultados acad¨¦micos no tiene mucho efecto, o al menos no hay datos claros, porque tampoco se ha investigado mucho. Pero s¨ª se han comprobado otros impactos negativos de la jornada continua. Por ejemplo, en el terreno socioemocional de los ni?os y ni?as, en sus biorritmos, en el aumento de la ansiedad. Y tambi¨¦n se ha visto que es m¨¢s negativo para el alumnado vulnerable, tanto por el tipo de actividades extraescolares que acaban haciendo, o no, unos y otros alumnos, que son muy distintas seg¨²n lo que pueden pagarlas las familias, como porque en los centros con jornada continua tienden a aumentar las tareas que se env¨ªan para casa, lo que agrava la brecha con los estudiantes desfavorecidos, que no tienen el mismo apoyo en casa. Y otra cosa muy importante fue que no encontramos, porque parece que no existe en la literatura especializada, nada que indique que la jornada continua supone alg¨²n tipo de mejora para el alumnado. Y nosotros entendemos que cuando se introducen cambios en educaci¨®n debe ser para mejorarla, porque de lo contrario ?qu¨¦ sentido tiene?, ?para qu¨¦ vamos a perder el tiempo con ello?
P. Muchos profesores y sus sindicatos, tanto en Navarra, donde han celebrado estos d¨ªas concentraciones, como en otras comunidades, consideran antidemocr¨¢ticas las mayor¨ªas reforzadas fijadas para cambiar a la jornada continua.
R. A la mayor¨ªa de miembros del Consejo Escolar de Navarra nos parece democr¨¢tico que, para una decisi¨®n de calado como es esta, se exijan unos altos ¨ªndices de voto o participaci¨®n, al tiempo que se fomenta la participaci¨®n facilitando por ejemplo el voto telem¨¢tico. Hasta para hacer cambios en la fachada de un edificio se exige un porcentaje determinado de la propiedad, no de los que van a la asamblea.
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