Tener una madre con estudios universitarios influye cada vez menos en el rendimiento educativo de los ni?os

Durante d¨¦cadas, ser hijo de una mujer con estudios universitarios ha sido el elemento que mejor ha predicho el ¨¦xito educativo de un estudiante. Incluso m¨¢s que tener un padre con ese mismo nivel formativo, por ejemplo en t¨¦rminos de abandono educativo temprano. Una nueva investigaci¨®n basada en los datos del Informe PISA, la gran evaluaci¨®n internacional que organiza la OCDE con chavales de 15 y 16 a?os revela sin embargo que, aunque tener una madre universitaria sigue dando ventaja acad¨¦mica, esta es cada vez menor. En 10 a?os, en Espa?a, dicha superioridad se ha reducido a menos de la mitad. Se trata de las primeras conclusiones de una investigaci¨®n dirigida por Jos¨¦ Saturnino Mart¨ªnez, profesor de Sociolog¨ªa, director de la Agencia Canaria de Evaluaci¨®n Educativa y uno de los principales expertos espa?oles en PISA. En el conjunto de la OCDE se observa la misma tendencia, aunque no de forma tan pronunciada.

Mart¨ªnez y otras expertas consultadas sugieren como hip¨®tesis que la reducci¨®n de la ventaja puede estar relacionada con el aumento de madres universitarias, la precarizaci¨®n de los empleos que ocupan, especialmente despu¨¦s de la crisis de 2008, y la persistencia de una distribuci¨®n desigual de las tareas dom¨¦sticas, incluido el acompa?amiento educativo a la prole, entre hombres y mujeres, en un contexto de cambios en el modelo de crianza.

En la edici¨®n del Informe PISA de 2012, los alumnos espa?oles con madres universitarias lograron 522 puntos en el examen de matem¨¢ticas, 38 m¨¢s que la puntuaci¨®n media del conjunto de los estudiantes. En aquella ¨¦poca se estimaba que una brecha as¨ª equival¨ªa a un curso escolar de diferencia, pero desde entonces la OCDE ha variado su criterio y ahora calcula que se acercar¨ªa m¨¢s bien a dos cursos de distancia. En la edici¨®n de 2022, cuyos resultados se publicaron en diciembre, la ventaja se ha reducido, en cambio, 22 puntos, hasta quedar en solo 16.

Casi lo mismo ha sucedido en lectura, donde la distancia se ha acortado en 21 puntos, pasando de 38 a 17. Y en Ciencias, donde se ha reducido otros 21 puntos, de 34 a apenas 13. La ca¨ªda ha sido progresiva, pero ha resultado especialmente intensa en las ediciones de 2018 y 2022.

En el conjunto de la OCDE, la ventaja de los hijos de madres universitarias en el periodo 2012-2022 tambi¨¦n se ha reducido, pero menos: 16 puntos en matem¨¢ticas (de 41 a 25), 18 en lectura (de 41 a 23), y 15 en ciencias (de 39 a 24). Tanto en Espa?a como en la media de los pa¨ªses de la OCDE, los resultados promedio han ca¨ªdo en esos 10 a?os, pero de forma menos intensa que los de los hijos de universitarias.

Los datos que hacen tambalearse una de las grandes asunciones sobre el rendimiento educativo tienen que ser examinados de forma m¨¢s profunda, para comprobar que no est¨¦n distorsionados por problemas metodol¨®gicos o de recogida de informaci¨®n del propio Informe PISA, admite Mart¨ªnez. Pero el soci¨®logo cree que ello podr¨ªa afectar en todo caso a la magnitud de la tendencia observada, no al hecho de que se est¨¦ produciendo.

Aumento de universitarias y precariedad

Determinar las causas requerir¨¢ m¨¢s investigaci¨®n, pero de forma preliminar Mart¨ªnez baraja dos opciones. ¡°Una es que, en la medida que m¨¢s mujeres estudian en las universidades y hacerlo se convierte para ellas en un destino habitual, el t¨ªtulo universitario marca menos distancia entre los estilos de vida de las mujeres universitarias y las no universitarias. La otra es que, puesto que la bajada importante es a partir de 2015, es posible que con la crisis que empez¨® en 2008 las condiciones de trabajo de las madres universitarias hayan empeorado mucho, haciendo m¨¢s dif¨ªcil la conciliaci¨®n¡±, afirma. Ello significar¨ªa, sigue el soci¨®logo, ¡°que la precariedad laboral y las dificultades de conciliaci¨®n se han convertido en un problema educativo, que a su vez generar¨¢ otro problema laboral en el futuro, con j¨®venes menos preparados. Ser¨ªa una consecuencia m¨¢s del empobrecimiento de la clase media¡±.

El porcentaje de mujeres con estudios universitarios de 40 a 55 a?os ¨Dla franja en la que es m¨¢s probable que tengan hijos en edad de hacer los ex¨¢menes de PISA¨D era en 2012 del 23%, y en 2022, del 33%, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA). Como sugiere Mart¨ªnez, es posible que a medida que se generaliza, haber pasado por la universidad distinga ahora menos que en el pasado a las graduadas con una serie de caracter¨ªsticas culturales tradicionalmente asociadas a ello. Y que tambi¨¦n distinga menos al resto de su familia, empezando por el padre y abuelos del estudiante que se examina en las pruebas de la OCDE.

Diversos estudios (basados en correlaci¨®n, no en causalidad) muestran que el nivel de estudios de la madre es el mejor predictor de ¨¦xito educativo. Por eso la investigaci¨®n dirigida por Mart¨ªnez se ha centrado en dicho factor. El soci¨®logo tiene previsto analizar tambi¨¦n c¨®mo ha evolucionado el efecto del nivel de estudios de los padres, aunque todav¨ªa no dispone de datos cerrados. La previsi¨®n, en todo caso, es que muestren una evoluci¨®n parecida a los de la madre. En parte debido a la ¡°homogamia¡±, es decir, al hecho de que las personas tienden a emparejarse con otras de un nivel educativo similar.

Desigualdad

?Por qu¨¦ es mayor el efecto del nivel educativo de la madre? Elena Mart¨ªn, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, apunta que las mujeres han tenido hist¨®ricamente una ¡°mayor presencia e influencia en el desarrollo educativo de sus hijos, en trabajar con ellos y apoyarles con los deberes¡±.

Y Ainara Zubillaga, directora educativa de la Fundaci¨®n Cotec, cree que la p¨¦rdida de ventaja de los chavales con madres universitarias est¨¢ vinculada probablemente con un cambio en el modelo de crianza. ¡°A medida que las mujeres tienen mayores estudios no solo se incorporan m¨¢s al mercado laboral, sino que tambi¨¦n desarrollan m¨¢s su carrera profesional en materia de puestos, salarios y tiempo. Y eso tiene un impacto en la crianza de los hijos. El mucho tiempo que antes dedicaban al seguimiento y apoyo educativo, ahora est¨¢ dividido con el que requiere su carrera profesional, porque las horas del d¨ªa son las que son. Lo grave aqu¨ª es que esa funci¨®n que cubr¨ªa la mujer en la mayor¨ªa de los casos no se est¨¢ distribuyendo, no est¨¢ siendo asumida de manera igualitaria por el hombre¡±.

Los estudios que se realizaron sobre el cierre escolar que tuvo lugar en 2020, durante el gran confinamiento de la pandemia, proporcionaron una buena oportunidad para comprobar ¡°sobre las espaldas de qui¨¦n reca¨ªa el apoyo a los ni?os¡±, y la conclusi¨®n fue que lo hizo ¡°fundamentalmente sobre las mujeres¡±, recuerda Zubillaga. ¡°As¨ª que es posible que estos resultados muestren el impacto que el desarrollo de una carrera profesional femenina tiene sobre el modelo de crianza. Y que reflejen, una vez m¨¢s, que realmente la carga dom¨¦stica cae sobre nosotras. Y que cuando nosotros no estamos eso tiene consecuencias. En este caso sobre el rendimiento de los ni?os¡±.

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