Daniel Wilson, experto de Harvard: ¡°Debemos repensar los deberes. Es dif¨ªcil aprender sin una respuesta en la pr¨¢ctica¡±

Proyect Zero, el laboratorio de innovaci¨®n educativa del Harvard Graduate School of Education, est¨¢ poniendo en marcha junto a la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad Camilo Jos¨¦ Cela, de titularidad privada y en Madrid, un programa que va a intentar describir y entender lo que est¨¢ ocurriendo en su red de colegios por toda Espa?a. En estas escuelas tratan de generar curiosidad, sentido de pertenencia y diversi¨®n a sus alumnos a trav¨¦s de su interacci¨®n con lo que les rodea, ya sea un centro de d¨ªa, un taller mec¨¢nico o un invernadero; y su intenci¨®n es integrar estas experiencias en su curr¨ªculo escolar. ¡°Es un proyecto colaborativo con la UCJC, no invasivo. No es que el laboratorio formule unas preguntas y se pruebe en estas escuelas¡±, razona el estadounidense Daniel Wilson (Waterville, Maine; 1969), director de Project Zero hasta 2023, y hoy al frente de este programa, llamado Learning Outside-In.

Proyect Zero tiene activos 49 proyectos por el mundo, pero solo este en Espa?a. Wilson concedi¨® una entrevista a EL PA?S en la que mezcl¨® espa?ol (vivi¨® en Colombia) e ingl¨¦s durante una de sus visitas a colegios del SEK en Madrid, Vigo y Almer¨ªa, que se van a prolongar tres a?os.

Pregunta. ?Tanto ha cambiado la pandemia la educaci¨®n?

Respuesta. Ha exacerbado muchos desaf¨ªos. La p¨¦rdida de aprendizaje es una preocupaci¨®n, claro, pero es igualmente cr¨ªtico y quiz¨¢s, incluso, m¨¢s complejo el tema del bienestar [emocional]. Antes, francamente, las escuelas prestaban m¨¢s atenci¨®n al bienestar. Es un desaf¨ªo que probablemente no vamos a entender del todo. Creo que la pandemia va a tener impacto durante 15 o 20 a?os, va a llevar tiempo recuperarse porque es ¨²nica una interrupci¨®n de esta magnitud.

P. ?Afecta solo a los alumnos?

R. A todos. Cuando las escuelas cerraron, maestros, familias, todos, tuvimos que cambiar. Y cuando reabrieron, algunas escuelas y educadores se cuestionaron si deber¨ªamos volver a la normalidad. Algunas escuelas en Espa?a cambiaron sus pr¨¢cticas, y cuando compartieron algunos de esos cambios, me interes¨¦ mucho. Y luego me invitaron a iniciar este proyecto, que busca la forma de que las escuelas apoyen el bienestar. Lo hacen a trav¨¦s de la exploraci¨®n, el aprendizaje fuera del aula, en las comunidades y reconectando con la sociedad.

Los maestros pensaron: podemos aprender algo en nuestra comunidad, ?por qu¨¦ estar en el aula?

P. ?De qu¨¦ manera?

R. Cuando la pandemia golpe¨®, algunas de estas escuelas optaron por buscar lugares en la comunidad donde pudieran aprender ¨Dun taller mec¨¢nico, un museo...¨D y crearon un curr¨ªculo basado en su comunidad. Y luego, cuando se les permiti¨® regresar, muchos maestros y familias dijeron: ¡°En realidad, salir fue realmente interesante. Si podemos aprender algo en nuestra comunidad, ?por qu¨¦ estar en el aula?¡±. El oto?o pasado estuve visitando una escuela, SEK-Santa Isabel en el Barrio de las Letras de Madrid, que quiere desarrollar las competencias de empat¨ªa de sus estudiantes de sexto de primaria. Han establecido relaci¨®n con un centro de d¨ªa y visitan a los mayores regularmente. Es bonito ver como se amigan estudiantes de sexto [12 a?os] con personas mayores de su comunidad. Ver c¨®mo un anciano conf¨ªa tanto en un joven que le muestra su obra de arte y el joven se siente orgulloso ante sus amigos.

P. ?Los ni?os tienen que seguir memorizando o basta con experiencias como la de este proyecto? ?Hay que seguir con los deberes?

R. Deber¨ªamos tener un debate realmente cr¨ªtico sobre lo que significan las tareas, aunque por supuesto que hay que ejercitar algo la memoria. Debemos repensar los deberes para que tengan un prop¨®sito pr¨¢ctico. Si no tenemos respuesta en la pr¨¢ctica, es dif¨ªcil aprender. Ya sea a deletrear o la teor¨ªa de la relatividad.

P. Para plantear un curr¨ªculo como el que proponen, se necesita la complicidad y el compromiso de la comunidad.

R. Absolutamente. Si seguimos aislando el aprendizaje de lo que es la vida, va a resultar desastroso. Necesitamos reintegrar el aprendizaje en la vida.

Queremos que se pueda visitar colegios en los que se pone en pr¨¢ctica el proyecto

P. En El Elejido (Almer¨ªa) trabajan de una manera muy distinta.

R. S¨ª. En lugar de aprender ciencia en el aula, pasan tiempo en invernaderos. No es una excursi¨®n, tiene una intenci¨®n educativa.

P. Su proyecto se parece mucho al aprendizaje-servicio [un grupo de estudiantes trabaja para su comunidad, por ejemplo montando una huerta vecinal, y aprende durante el proceso].

R. En algunas escuelas tienen ese aprendizaje-servicio; los ni?os, por ejemplo, ayudan a los mayores a usar el tel¨¦fono m¨®vil o YouTube... La forma de aprender no es nueva, pero cambia un poco ahora. Las escuelas est¨¢n teniendo mini secuencias de aprendizaje y las est¨¢n integrando en el curr¨ªculo. Regresar¨¢n al mismo sitio de nuevo, pero con otras preguntas. Y el entorno y las personas ir¨¢n cambiando y creo que es muy interesante que vean ese proceso.

P. ?C¨®mo van a extender su proyecto?

R. La idea es lanzar recursos gratuitos con casos, ejemplos. Y queremos que se pueda visitar colegios en los que se pone en pr¨¢ctica el proyecto o que se organicen talleres. Lo que tenemos que hacer es poner en contacto a las escuelas, que se conozcan. Los cambios no tienen lugar sin relaciones humanas.

P. En Espa?a solo casi se habla del uso de la tecnolog¨ªa en el aula. ?Se usa en este proyecto?

R. Es muy t¨ªpico que los estudiantes utilicen la tecnolog¨ªa en estas experiencias. Por ejemplo, para tomar una imagen que ilustre que est¨¢n en el lugar correcto. Son un instrumento para compartir lo que has hecho, por ejemplo el otro d¨ªa los ni?os de Vigo en medio de un bosque usaron el ipad. S¨¦ que es un debate ¨¦tico y cultural que se da en muchas partes, hay una alarma. Mis compa?eros expertos dicen que hasta dentro de cinco o diez a?os no vamos a ver los efectos de las pantallas en el desarrollo cognitivo. No hay una soluci¨®n est¨¢ndar, somos un mundo diverso.

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