El gran agujero educativo que trajo la covid

¡°Milagro del confinamiento¡±. As¨ª llaman en el instituto de Andrea, una profesora del sur de Madrid que prefiere mantener el anonimato, a los alumnos que aprobaron sorprendentemente asignaturas para las que no ten¨ªan el nivel. Ahora, cuando ha llegado la primera evaluaci¨®n, se ha evidenciado que no ten¨ªan los conocimientos m¨ªnimos necesarios y que el nivel ha bajado notablemente. ¡°La ense?anza on line es una filfa, una mentira en la que hay muchas compa?¨ªas interesadas en que funcione, pero no funciona. Y a los alumnos con semipresencialidad les est¨¢ perjudicando, a pesar del esfuerzo inmenso que hacemos los docentes¡±, explica esta profesora, que cuenta que en su instituto dieron marcha atr¨¢s con las clases on line porque no funcionaban y perd¨ªan alumnos cada d¨ªa. Algunos, para siempre.

La conclusi¨®n a la que ha llegado Andrea ilustra a la perfecci¨®n la encuesta Volvemos a Clase de la Fundacio?n SM, en la que han participado 1.000 centros escolares, 162.000 alumnos a partir de 10 a?os y 19.000 profesores. Realizada por su Instituto de Evaluacio?n IDEA, ofrece a los centros informacio?n sobre el impacto del confinamiento en alumnos, docentes y familias. Las encuestas se rellenaron en las escuelas e institutos entre el 14 de septiembre y el 18 de noviembre y analizan desde la situaci¨®n socioemocional hasta la actitud en la vuelta al cole.

La evaluaci¨®n: m¨¢s satisfechos los alumnos que los docentes

Uno de los aspectos que ha analizado es la evaluaci¨®n, a la que hac¨ªa referencia Andrea. Y muestra una disonancia total entre el punto de vista de los maestros y los alumnos. Mientras que el 85% de los estudiantes est¨¢n muy satisfechos con el sistema de evaluaci¨®n, flexible y que estableci¨® que la repetici¨®n deb¨ªa ser excepcional, el porcentaje desciende al 34% entre los docentes. ?lvaro Marchesi, coordinador del informe, cree que esta disparidad tiene que ver con que ¡°los estudiantes se han sentido m¨¢s c¨®modos con la flexibilidad, pero los docentes no han podido medir el nivel real con el que llegaba el alumnado¡±, se?ala el catedr¨¢tico em¨¦rito de Psicolog¨ªa de la Universidad Complutense.

La encuesta tambi¨¦n recoge que, seg¨²n los docentes y los alumnos, con la educaci¨®n on line se aprende menos. Los alumnos que m¨¢s la rechazan son los de cursos superiores, Secundaria, FP y Bachillerato, que son quienes m¨¢s est¨¢n sufriendo este tipo de docencia con la semipresencial impuesta en varias regiones. Entre los estudiantes de todas las etapas, de media, el 34% considera que el confinamiento influira? negativamente en sus estudios ¨D 48% en los cursos superiores, frente a un 30% de Primaria¨D, y el 75% prefiere la ensen?anza presencial al aprendizaje a distancia. Adem¨¢s, el 54% cree que se aprende ma?s en el colegio que en casa. Andrea explica, por ejemplo, que muchos de sus estudiantes incluso le han reconocido que se conectan a la sesi¨®n y se van a dormir.

M¨¢s de un 40% de los cursos superiores tuvo dificultades para el aprendizaje

Los alumnos de los cursos superiores son los que lo han vivido peor emocional y acad¨¦micamente. En estos cursos la dificultad de los estudios es mayor y la responsabilidad del docente se diluye entre varios profesores. El 43% de alumnos de Bachillerato y el 46% de FP aseguran que han tenido dificultades en el aprendizaje a distancia, o para dormir. ¡°Nos han llegado alumnos destrozados, porque han pasado la enfermedad, porque han perdido a familiares, porque sus padres se han quedado sin trabajo, y ahora porque apenas hacen una comida al d¨ªa¡±, se?ala la profesora.

El informe analiza estas variables sociales. ?lvaro Marchesi se?ala que los alumnos de entornos m¨¢s desfavorecidos tienen un 10% menos de ordenadores personales. Dedican menos tiempo al estudio ¨Del 35% del total dedico? ma?s de cuatro horas diarias durante el confinamiento, porcentaje que sube al 46% en los barrios con mayor nivel econo?mico¨D. Y el porcentaje de p¨¦rdida de empleo de sus padres supera el 20%, un dato que se reduce a la mitad ¨D11%¨D en los barrios ricos. Adem¨¢s, los ni?os de los barrios m¨¢s humildes se sintieron m¨¢s solos y m¨¢s tristes: el 15% no se sinti¨® apoyado por su familia; el 20% percibi¨® un reducido apoyo emocional para enfrentarse al confinamiento; el 30% no sinti¨® respaldo de sus profesores, y el 19% no mantuvo una comunicaci¨®n habitual con sus compa?eros.

En el colegio Doctor Jim¨¦nez Rueda, en Atarfe (Granada), 18.000 habitantes, donde sus profesores adaptaron toda la docencia al formato m¨®vil cuando descubrieron que el 70% de los alumnos se conectaban a las tareas con el tel¨¦fono de sus padres, reconocen tambi¨¦n otro de los datos del informe: de los alumnos de barrios m¨¢s humildes, el 3,1% no tuvo acceso a ning¨²n dispositivo, y el 28% tuvo que compartirlo. Los esfuerzos que realizaron desde el claustro para llegar a todos fueron muy intensos y unieron a sus miembros, pero ahora perciben que no fue suficiente.

¡°Acad¨¦micamente, de marzo a septiembre ha sido un tiempo vac¨ªo si nos fijamos en los conocimientos adquiridos¡±, explica Juan Alcaide, el jefe de estudios. En su escuela han tenido incluso que bajar los niveles curriculares para que todos puedan llegar. ¡°Los ni?os con un contexto familiar positivo han subsistido, pero en los m¨¢s desfavorecidos se nota mucho el desfase¡±. Asegura que est¨¢n cuidando y priorizando los aspectos emocionales porque los ni?os ¡°llegaron necesitados de abrazos, de juego y de infancia; cost¨® mucho el retorno por la p¨¦rdida de h¨¢bitos y porque el centro que dejaron en marzo, una comunidad de aprendizaje con las familias involucradas en el d¨ªa a d¨ªa, se hab¨ªa transformado en un b¨²nker cerrado marcado por los protocolos¡±, a?ade.

Menor impacto emocional en los municipios m¨¢s peque?os

?lvaro Marchesi destaca una conclusi¨®n relevante del informe: la notable diferencia en la percepci¨®n de los estudiantes de las peque?as y las grandes ciudades. En los municipios m¨¢s peque?os los ni?os se han sentido m¨¢s acompa?ados emocionalmente: ¡°En las localidades de menos de 100.000 habitantes han tenido unas vivencias m¨¢s afectuosas, m¨¢s apoyo afectivo de la familia, de sus profesores, m¨¢s ilusi¨®n por volver al colegio y el apoyo emocional pasa del 68% al 76%, y la sensaci¨®n de que su familia les ayuda de un 70% a un 80%¡±, se?ala Marchesi.

Tambi¨¦n entre Educaci¨®n Primaria y Secundaria hay diferencias en este aspecto. Los alumnos de Primaria han vivido una situaci¨®n afectiva sensiblemente mejor que los de Bachillerato y FP: los de Primaria est¨¢n razonablemente satisfechos ¨Dun 80% frente al 60% de los mayores¨D. ¡°Se han sentido m¨¢s tristes porque no han tenido a sus amigos y en la adolescencia es un factor determinante¡±, se?ala el catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Complutense. ¡°Esta encuesta demuestra que los alumnos mayores han estado mucho peor y son los que peor lo han vivido, mientras que los de Primaria lo han llevado mejor¡±, apunta Marchesi.

Estr¨¦s en los docentes: el 77%, agobiado

Respecto al nivel de estr¨¦s de los docentes los resultados son demoledores: el 77% se describe agobiado por la situaci¨®n laboral, y el 55% tuvo muchas dificultades para la conciliaci¨®n familiar. ¡°Han vivido muy agobiados el confinamiento, han tenido que hacer un enorme esfuerzo para responder a las demandas de los alumnos y un esfuerzo laboral con dificultades de conciliaci¨®n¡±, se?ala Marchesi.

El 54% del profesorado que ha participado en la entrevista asegura que super¨® con creces el horario de su jornada laboral. El 38% dedic¨® a la docencia entre cuatro y siete horas diarias. Los que m¨¢s tiempo lo hicieron fueron los de Bachillerato y los que menos, los de Primaria. La gran mayor¨ªa, el 96%, inici¨® el actual curso con muchas ganas de ense?ar. El 89% se ha sentido muy acompa?ado por sus compa?eros y el 82%, por el equipo directivo.

Alcaide explica que en su centro est¨¢n muy estresados: ¡°Volvimos con mucho miedo porque nos vimos muy desprotegidos por parte de la Administraci¨®n. Y a¨²n hoy tenemos que luchar para que nos hagan una PCR a los maestros. Estamos ilusionados por estar con los ni?os, pero m¨¢s desmotivados que de costumbre porque pesa mucho la carga de docencia y la burocr¨¢tica y administrativa, que se nos ha multiplicado¡±, asegura el jefe de estudios.

Respecto a la presencialidad, no hay duda: el 95% de profesores la prefiere. Aunque en Primaria sorprende el porcentaje de alumnos que escoger¨ªa la docencia en casa, un 25%. Sin embargo, Marchesi cree que se relaciona con otro dato: ¡°Hay un porcentaje elevado que ha mejorado su relaci¨®n con la familia: el 40%. Y el 52% se ha mantenido igual. Para algunos ni?os de Primaria, el entorno familiar es el que m¨¢s seguridad les da, y la educaci¨®n on line beneficia a los ni?os que van a otro ritmo, porque es m¨¢s flexible¡±. Esa cifra, incluso, podr¨ªa estar relacionada con los niveles de acoso que se viven en las escuelas, como se evidenciaba con el informe de la Fundaci¨®n Anar y Mutua Madrile?a en el que uno de cada tres alumnos hab¨ªa sido testigo de episodios de bullying en su escuela.

Los docentes destacan como prioridades para este curso el bienestar emocional de los alumnos y el refuerzo de la competencia b¨¢sica de aprender a aprender, es decir, en capacitar a los alumnos para que aut¨®nomamente sean capaces de alcanzar el aprendizaje, as¨ª como potenciar el uso de la tecnolog¨ªa. Mientras tanto, concluye Juan Alcaide: ¡°Lo que estamos haciendo este curso es sobrevivir¡±.

Siga EL PA?S EDUCACI?N en Twitter o Facebook

Ap¨²ntese a la Newsletter de Educaci¨®n de EL PA?S