Con t¨ªtulo universitario y en riesgo de pobreza: ¡°Estudi¨¦ Derecho, estoy en paro y antes trabaj¨¦ 14 a?os limpiando¡±
El ascensor social de la educaci¨®n superior se resiente: 1,2 millones de graduados se encuentran en situaci¨®n de vulnerabilidad
Gema Riesco se qued¨® sin trabajo en febrero de 2020. A ra¨ªz de la anterior crisis, le recortaron de seis horas a dos, de cobrar m¨¢s de 800 euros a 200. ¡°Ped¨ª que me aumentaran la jornada y decidieron despedirme¡±, recuerda. No es lo que ten¨ªa en mente cuando se licenci¨®. ¡°Estudi¨¦ Derecho, estoy en paro y trabaj¨¦ 14 a?os limpiando¡±, resume. Busc¨® algo de lo suyo. El ¡°ya te llamar¨¦¡± tras las entrevistas no se materializ¨®. Entonces surgi¨® este, su ¡°primer empleo¡±, en una empresa de limpieza, y logr¨® estabilidad. Con su sueldo y el de su marido, camionero, se apa?aban. Se separaron este enero. A sus 41 a?os, ingresa 142 euros al mes del paro. Paga 500 de alquiler por el piso en el que reside en Asturias con su hijo de cuatro a?os. ¡°As¨ª no se puede vivir¡±. Necesita la ayuda de sus padres. Los ahorros se agotan.
La educaci¨®n superior es el principal mecanismo protector ante situaciones de vulnerabilidad econ¨®mica. Quienes tienen estudios universitarios o de FP Superior tienen la menor tasa de riesgo de pobreza de todos los niveles formativos: del 9,9% en 2020, frente al 30,4% de quienes tienen estudios primarios o inferiores, seg¨²n el INE. La cifra ha subido desde 2008 para todos los grupos educativos. Pero, pese a estar mejor en conjunto, una de cada diez personas altamente cualificadas vive en hogares con bajos ingresos. Son alrededor de 1,2 millones, con datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, casi el doble que en 2008 (7,2%). Y eso que la cifra a¨²n no refleja el efecto de la pandemia, dado que este indicador se calcula con la renta de 2019.
Vivir en un hogar en riesgo de pobreza quiere decir que se ingresa menos del 60% de la mediana de la renta del pa¨ªs, ajustada al tama?o de las familias. El umbral cambia en funci¨®n de c¨®mo fluct¨²e la renta de la poblaci¨®n. En hogares unipersonales, incluye a quienes ingresen menos de 9.626 euros anuales; para un adulto con un hijo, 12.514. Una cifra inalcanzable con los 142 euros mensuales de Gema. Ahora participa en un programa de emprendimiento de Acci¨®n contra el Hambre: su ilusi¨®n es ¡°montar una peque?a fruter¨ªa¡±. No encuentra un trabajo que le permita cuidar de su hijo por las tardes.
El ascensor social ¡°cada vez funciona menos¡±, afirma Ana Alarc¨®n, gestora de Programas de Inclusi¨®n Sociolaboral de esta ONG en Espa?a. Dice que la situaci¨®n ya era precaria y se ¡°ha agudizado mucho m¨¢s¡±. ¡°Las personas con estudios superiores que atendemos han aumentado este a?o un 15% respecto a 2020 entre inmigrantes y refugiados. En familias monoparentales o con todos los miembros en desempleo de larga duraci¨®n, un 5%¡±, se?ala. Un 40% de los atendidos tienen educaci¨®n superior, afirma, gran parte interesados en el programa de emprendimiento. ¡°Son j¨®venes muy cansados del mercado laboral¡±, dice.
Vista la situaci¨®n, es muy probable que las cifras oficiales vayan a peor en 2021 y que el riesgo de pobreza aumente. Una encuesta de C¨¢ritas y la Fundaci¨®n Foessa estima que la exclusi¨®n social para titulados universitarios subi¨® del 6,9% de 2018 hasta el 15,3% de este a?o. Es un indicador complejo compuesto por 37 variables, que no solo incluye los ingresos, tambi¨¦n los niveles de aislamiento y conflicto social o la exclusi¨®n pol¨ªtica. Fue el grupo en el que m¨¢s creci¨®. La ONG considera ¡°necesario abrir una reflexi¨®n sobre el efecto cada vez menos protector de la ense?anza universitaria¡±.
A esta conclusi¨®n llegan los expertos consultados. Formarse es la mejor inversi¨®n a futuro: en 2030 los nuevos puestos requerir¨¢n de un 35% de profesionales con titulaciones altas de FP superior o universitarias y de un 65% de cualificaciones medias (FP), seg¨²n la agencia Cedefop, de la Uni¨®n Europea. Pero ser universitario ya no es lo que era.
¡°El riesgo de pobreza ha ido en aumento en las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, explica Luis Ayala, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la UNED. ¡°Ahora los estudios reducen a la mitad la posibilidad de ser pobre y en los ochenta casi la eliminaban¡±, a?ade. Apunta a un doble problema: un mercado de trabajo con ¡°niveles altos de precariedad¡± que afectan a estos titulados, que cuando est¨¢n en situaci¨®n vulnerable ¡°normalmente tienen una cualificaci¨®n superior a la que requiere su puesto¡±, y un ¡°sistema social que protege poco a los trabajadores con bajos salarios¡±. Espa?a es uno de los pa¨ªses de la UE con mayores tasas de trabajadores pobres. Abunda en la idea la profesora de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Castilla-La Mancha Mar¨ªa ?ngeles Davia: ¡°Las cifras de temporalidad y de empleo parcial de los trabajadores con titulaci¨®n universitaria menores de 40 a?os han subido respecto a 2008¡å.
?ngela (25 a?os) se encuentra en esta situaci¨®n. Graduada en Periodismo el a?o pasado, con un nivel ¡°casi biling¨¹e¡± de ingl¨¦s, acaba de terminar un contrato de sustituci¨®n en una empresa de ventas de alimentaci¨®n al por mayor: seis semanas. Vive en Castilla-La Mancha. ¡°He buscado trabajo de mi carrera, pero resulta frustrante. Los contratos son precarios¡±, afirma. Se coste¨® los estudios ¡°trabajando de camarera, cuidando ni?as, de relaciones p¨²blicas...¡±. Se fue de casa en enero y ya no recibe ninguna ayuda familiar. Est¨¢ inscrita en el programa de empleo de Cruz Roja. Vive con su novio y no puede poner para el alquiler. El dinero tampoco le da para formarse en periodismo internacional.
Sin vocaciones t¨¦cnicas
En 1900 a la universidad solo llegaba la ¨¦lite (5% de titulados), fue la Ley General de Educaci¨®n de 1970 la que dio el espaldarazo definitivo a las matriculaciones. Espa?a tiene unas tasas de graduados al nivel europeo ¨Dpor encima del 30% entre los nacidos despu¨¦s de 1975¨D. Con el Plan Bolonia se generalizaron los m¨¢steres y muchos no pueden asumir su coste.
Pero hay un problema a?adido: la oferta de empleos para universitarios ha crecido menos que el n¨²mero de alumnos y, sobre todo, sus preferencias no coinciden con el mercado, como indica Antonio Villar, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Pablo de Olvide. Faltan vocaciones de ingenieros y sobran graduados en ciencias sociales o humanidades.
Espa?a tiene, por tanto, altos niveles de sobrecualificaci¨®n, si bien la pandemia ha deformado las estad¨ªsticas. En 2020 baj¨® a niveles de 2013 (36%, frente al 25% en la OCDE), seg¨²n destaca la Fundaci¨®n Conocimiento y Desarrollo en un informe, pero se explica porque se perdieron sobre todo trabajos en el sector servicios, forzados a cerrar: bares, ocio o comercios. Los contratos firmados en 2020 a titulados universitarios con empleo de contable, camarero o dependiente fueron un 18,3% del total, cuatro puntos menos que en 2019.
Un abogado de segunda generaci¨®n puede ganar 700 euros m¨¢s al mes que un abogado de or¨ªgenes humildes¡±
Resolver el problema llevar¨¢ tiempo. El profesor de Sociolog¨ªa en la UNED Juan Ignacio Mart¨ªnez recalca que, aunque se aluda a la necesidad de ¡°cambiar el mercado y que haya mayor proporci¨®n de empleos para cualificados, como en el norte de Europa¡±, va para largo. ¡°Hay una proporci¨®n que estar¨¢ a?os trabajando en empleos que no requieren t¨ªtulo y con salarios no acordes a las expectativas¡±.
Enrique Fern¨¢ndez compagin¨® los estudios con empleos desde los 16 a?os. Entonces su padre sufri¨® el infarto que le impidi¨® seguir trabajando y ¨¦l se encarg¨® de su madre, que hab¨ªa tenido una hemorragia cerebral. A sus 36 tiene un grado medio de FP en hosteler¨ªa, dos grados de FP Superior en Inform¨¢tica y Finanzas y contabilidad, y es graduado en Ciencias Pol¨ªticas. Est¨¢ en paro. ¡°No soy el t¨ªpico caso¡±, reconoce. Ha trabajado de comercial, administrativo, camarero¡ Su madre falleci¨® en junio. Su padre, su hermano y ¨¦l viven con la pensi¨®n del primero: 800 euros. Recibe ayuda de C¨¢ritas y prepara oposiciones. ¡°Lo que hace falta ya es un golpe de suerte, un empujoncito¡±.
Menciona, sin saberlo, el concepto que emplea Fabrizio Bernardi, profesor de Sociolog¨ªa en el Instituto Universitario Europeo y en la UNED: el ¡°efecto empujoncito¡±. ¡°La clase social sigue manteniendo un efecto sobre el logro ocupacional, incluso entre personas con mismo nivel educativo. Cuando las cosas van mal, la clase no te deja caer, y cuando van bien, proporciona una cierta ventaja, no tanto entre tener un empleo o no tenerlo, sino en t¨¦rminos de ingresos¡±, explica. ¡°Un abogado de segunda generaci¨®n puede ganar 700 euros m¨¢s al mes que un abogado de or¨ªgenes humildes¡±, prosigue.
El economista Villar tambi¨¦n asocia, en un informe para Funcas, la relaci¨®n entre el origen familiar y la elecci¨®n del t¨ªtulo universitario, ¡°seguramente clave para entender las desigualdades posteriores en el mercado, a la vista de las diferencias en la inserci¨®n laboral¡±. En las materias m¨¢s duras de secundaria, como Matem¨¢ticas o F¨ªsica, ¡°se requieren unas condiciones ambientales de estudio y una capacidad de absorber resultados negativos que puede sesgar la elecci¨®n¡±. Porque las familias ricas ¡°est¨¢n dispuestas a asumir los grados m¨¢s duros, y por tanto con mayor probabilidad de fracaso¡±. El origen social importa, y mucho.
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