Conjura universal contra Francisco Camps
Nueve de los 11 jueces que han visto el caso han hallado indicios suficientes para investigar e incluso sentar en el banquillo al presidente de la Generalitat
En su cruzada particular para salvar la cabeza de Francisco Camps, el Partido Popular est¨¢ dispuesto a poner bajo sospecha a jueces y fiscales de todo tipo y condici¨®n aireando la existencia de una supuesta conjura universal del mundo judicial contra el presidente valenciano para hundir su brillante carrera pol¨ªtica. Para sostener su disparatada teor¨ªa, el PP junta muchas palabras pero no aporta ni una sola prueba. Y as¨ª lleva casi dos a?os.
En la investigaci¨®n judicial del "cohecho continuado" en el que supuestamente incurri¨® entre 2005 y 2008 el presidente valenciano, como entiende la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, han participado al menos 11 jueces, muchos de ellos pertenecientes a la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura. Una abrumadora mayor¨ªa de esos jueces, nueve frente a dos, vieron indicios suficientes para investigar e incluso sentar en el banquillo al pol¨ªtico del PP por cohecho impropio.
Baltasar Garz¨®n (Audiencia Nacional), Antonio Pedreira (Tribunal Superior de Justicia de Madrid), Jos¨¦ Flors y Juan Montero (Tribunal Superior de Justicia de Valencia) y los magistrados del Supremo Juan Saavedra Ruiz, Andr¨¦s Mart¨ªnez Arrieta, Juli¨¢n S¨¢nchez Melgar, Perfecto Andr¨¦s Ib¨¢?ez y Miguel Colmenero, vieron motivos suficientes para investigar y, en el caso del instructor, Jos¨¦ Flors, sentar a Camps en el banquillo.
Pero al PP le da igual. Prefiere poner en cuesti¨®n la independencia judicial y la honestidad de fiscales y polic¨ªas a defender con datos o hechos demostrables la inocencia de Camps.
El portavoz del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons, cit¨® el pasado domingo con escaso respeto al rigor que a Camps le hab¨ªan regalado "cuatro corbatas". Lo hizo para quitar importancia a una trama corrupta que afect¨® al Gobierno valenciano donde el propio Pons fue consejero. Los regalos fueron algo m¨¢s voluminosos, una decena de trajes, a raz¨®n de casi 1.000 euros la pieza, que Camps recibi¨® durante casi tres a?os. Quien pagaba esos trajes era ?lvaro P¨¦rez, responsable de una empresa que, mientras tanto, recib¨ªa decenas de contratos a dedo por cientos de miles de euros de distintas consejer¨ªas del Gobierno de Francisco Camps.
El caso, tras dos a?os de investigaci¨®n y decenas de pruebas, es tan claro como otros relacionados con la red G¨¹rtel que han terminado con la vida pol¨ªtica de cuatro alcaldes del PP en la Comunidad de Madrid, tres diputados auton¨®micos y otros cargos menores del partido.
Pero con Francisco Camps y la corrupci¨®n en Valencia, el PP de Mariano Rajoy sigue haciendo una notable excepci¨®n.
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