Rajoy baraj¨® relevar a Camps y ahora le har¨¢ esperar para designarle

El particular estilo de Mariano Rajoy a la hora de resolver los problemas internos, que consiste en alargar al m¨¢ximo la decisi¨®n y debilitar as¨ª pol¨ªticamente a los afectados, cada vez m¨¢s ansiosos, provoc¨® ayer una nueva jornada de confusi¨®n sobre el futuro de Francisco Camps. Todos los portavoces del PP nacional (en particular Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y Javier Arenas) y en Valencia (Rita Barber¨¢) se pusieron de acuerdo para lanzar un mensaje: Camps ser¨¢ el candidato. Eso s¨ª, desde G¨¦nova insist¨ªan en que no hay fecha para su confirmaci¨®n, y no se va a adelantar, como ¨¦l quer¨ªa.

Pero detr¨¢s de la versi¨®n oficial en p¨²blico hay mucha cocina pol¨ªtica y una importante tensi¨®n interna. Es cierto que la reuni¨®n del comit¨¦ electoral regional que, de forma apresurada, se convoc¨® en la tarde del lunes para proponer a Camps, fue autorizada por G¨¦nova. Ana Mato, responsable de organizaci¨®n, habl¨® con Camps y le dio el n¨ªhil ¨®bstat. Pero no fue "a instancias" de la direcci¨®n nacional, como ayer dec¨ªa S¨¢enz de Santamar¨ªa. Fue por presiones de Camps, que lleva semanas pidiendo que le confirmen -llama constante y casi obsesivamente a todos los dirigentes- y volvi¨® a hacerlo el lunes. Sin ¨¦xito. Solo logr¨® que le dejaran organizar su autoproclamaci¨®n en Valencia, sin validez legal hasta que no la confirmen en Madrid. Y sigue sin haber fecha para eso, aunque Rajoy, presionado por Camps y por el inter¨¦s de los medios, podr¨ªa decidir hacerlo en la primera semana de marzo.?Qu¨¦ est¨¢ pasando en realidad? Dado su estilo de gobierno, nadie sabe realmente qu¨¦ est¨¢ pensando Rajoy. Pero de diversas conversaciones en las ¨²ltimas horas con dirigentes clave se puede concluir un an¨¢lisis que coincide. La idea de que Camps no fuera el candidato ha estado encima de la mesa del l¨ªder mucho tiempo, explican. Frustrada la operaci¨®n Barber¨¢, porque ella no quiere ser la sustituta, se ten¨ªa preparado ya incluso el nombre de Alberto Fabra, alcalde de Castell¨®n. Sin embargo, ese plan ten¨ªa una condici¨®n: que fuera el propio Camps el que dejara paso. Porque Rajoy no quer¨ªa echarlo directamente.

Ahora todos est¨¢n ya convencidos de que Camps no se ir¨¢. ?l quiere, dicen, ganar las elecciones para decir que los votantes le han absuelto, y a partir de ah¨ª poder pensar en una retirada digna.

Adem¨¢s, en la c¨²pula ya est¨¢n casi completamente seguros de que el juicio por cohecho, su gran temor, no llegar¨¢ hasta despu¨¦s de las elecciones. La se?alizaci¨®n de juicio s¨ª puede llegar antes, a finales de marzo o principios o mediados de abril. Pero mientras ¨¦l no se siente en el banquillo, la foto m¨¢s temida, y dada la escasa fuerza de la oposici¨®n en la Comunidad Valenciana, Rajoy y los suyos piensan que puede aguantar.

As¨ª que el escenario ha cambiado, sostienen varios dirigentes. Ya no est¨¢ encima de la mesa cambiar -salvo que Rajoy sorprenda a todos- y est¨¢ asumido, aunque no le guste a casi nadie, que Camps ser¨¢ el candidato.

Eso s¨ª, Rajoy sigue queriendo mantener las distancias. Tanto sus gestos p¨²blicos cuando se ven como su decisi¨®n de no ir a Valencia salvo en las insalvables Fallas lo evidencian. Para mostrar esa distancia, para mantenerle m¨¢s controlado desde G¨¦nova, y de paso para ganar tiempo por si hay alg¨²n imprevisto, Rajoy est¨¢ alargando todo lo posible la confirmaci¨®n de su candidatura. Esto es, ser¨¢ candidato, pero tendr¨¢ que esperar. Y sufrir.