Los cazas F-18 espa?oles comienzan a patrullar sobre Libia

Dos cazas espa?oles F-18 realizaron ayer por la ma?ana el primer vuelo de vigilancia para evitar la violaci¨®n de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea libia, delimitada por la coalici¨®n internacional. Los dos aviones dejaron al mediod¨ªa su base al sur de Cerde?a, acompa?ados por un Boeing 707 de abastecimiento, y seg¨²n confirm¨® la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, regresaron a la isla italiana "sin novedad". En la base de Decimomannu permanecieron otros dos cazas que a¨²n no han participado en la "patrulla a¨¦rea de combate".

Seg¨²n fuentes militares, las operaciones de los cazas espa?oles no est¨¢n exentas de riesgos debido a que no se han destruido totalmente las defensas antia¨¦reas de los partidarios de Gadafi. Se tratar¨ªa, seg¨²n las mismas fuentes, de una misi¨®n de "riesgo moderado".

La ministra, que asisti¨® en San Fernando (C¨¢diz) a la botadura del Buque de Acci¨®n Mar¨ªtima Tornado, el cuarto de la serie inicial de cuatro construidos para la Armada Espa?ola, confirm¨® que el submarino S-74 Tramontana, con base en Cartagena, y la fragata F-100 M¨¦ndez N¨²?ez "han zarpado para preposicionarse camino a la zona de operaciones". Chac¨®n explic¨® que las bases de Rota (C¨¢diz) y Mor¨®n (Sevilla) "reciben medios que se preposicionan para acudir a la zona".

La primera misi¨®n de patrulla sobre suelo libio se produjo la v¨ªspera de que el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero comparezca ante el pleno del Congreso para pedir su ratificaci¨®n a posteriori. Seg¨²n el texto que se someter¨¢ hoy a votaci¨®n, la duraci¨®n de las operaciones de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea -en la que participan los cuatro F-18 y el B-707- ser¨¢ de un mes prorrogable; y la del embargo naval -que controlar¨¢n una fragata, un submarino y un avi¨®n de patrulla mar¨ªtima CN-235- de tres meses, tambi¨¦n prorrogables.

Fuentes militares indicaron que un mes es tiempo suficiente para asegurar el control del espacio a¨¦reo libio y que una eventual pr¨®rroga, a partir del 22 de abril, ser¨ªa probablemente corta, los d¨ªas necesarios para replegar el contingente. Un factor que considerar es el alto coste de este dispositivo a¨¦reo: unos 10 millones de euros al mes.

Los cuatro cazabombarderos, que el domingo llegaron a Cerde?a, deben garantizan que ninguna aeronave hostil invada el espacio a¨¦reo libio. Para ello, han sido armados con misiles aire-aire y tienen autorizaci¨®n para abrir fuego si se topan con dificultades en sus misiones de patrulla a¨¦rea.

Los F-18 y el avi¨®n de reabastecimiento en vuelo est¨¢n bajo el mando del general al mando de la operaci¨®n internacional, Carter F. Ham, seg¨²n inform¨® el domgino en rueda de prensa el jefe de Mando de Operaciones (CMOPS), teniente general Jaime Dom¨ªnguez Buj, despu¨¦s de un reuni¨®n en el Estado Mayor de la Defensa, presidida por la ministra, Carme Chac¨®n, para analizar el desarrollo del despliegue de las Fuerzas Armadas en la misi¨®n internacional de Libia.

Buj explic¨® tambi¨¦n que la fragata M¨¦ndez N¨²?ez zarp¨® desde Ferrol con destino Rota para "preposicionarse". El objetivo del buque de guerra, uno de los m¨¢s modernos con los que cuenta la Armada, es llegar a la zona de operaciones en el menor tiempo posible, una vez que se apruebe la misi¨®n de embargo de armas que tambi¨¦n establece la resoluci¨®n de la ONU.

Entre las 17.30 y las 18.30 de la tarde del s¨¢bado despegaron de la base de Torrrej¨®n de Ardoz (Madrid) los cuatro cazas y el avi¨®n cisterna con rumbo a la base de Decimomannu, al sur de Cerde?a. Su destino inicial era Trapani, al oeste de Sicilia, pero el creciente overbooking en las bases del sur de Italia por la llegada de aviones oblig¨® a buscar un nuevo alojamiento m¨¢s lejano al teatro de operaciones. Y ni siquiera es seguro que sea el definitivo.

El domingo los F-18 ya estaban listos para participar en las operaciones de la coalici¨®n internacional encargada de imponer la resoluci¨®n 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU al r¨¦gimen de Gadafi. En principio, los cazas espa?oles realizar¨¢n misiones de patrulla a¨¦rea, por lo que ser¨¢n los encargados de derribar cualquier avi¨®n o helic¨®ptero que viole la prohibici¨®n de volar sobre Libia.

Para ello, volar¨¢n equipados con misiles aire-aire de medio alcance AMRAAM y de corto alcance Sidewinder, seg¨²n fuentes militares. Aunque los F-18 espa?oles tambi¨¦n est¨¢n capacitados para ello, no se encargar¨¢n de momento de la destrucci¨®n de los radares y defensas a¨¦reas libias ni de los ataques contra objetivos en tierra (fijos o m¨®viles). El destacamento incluye la Escuadrilla de Apoyo al Despliegue A¨¦reo. En los pr¨®ximos d¨ªas se unir¨¢ un avi¨®n de vigilancia mar¨ªtima CN-235 de fabricaci¨®n espa?ola.

Este ¨²ltimo, sin embargo, no se dedicar¨¢ a vigilar el espacio a¨¦reo libio, sino a apoyar el bloqueo con el que se quiere impedir la llegada de armamentos y mercenarios al r¨¦gimen de Tr¨ªpoli por v¨ªa mar¨ªtima. Una operaci¨®n que est¨¢ planeando la OTAN, que el domingo reuni¨® al Comit¨¦ Militar y al Consejo Atl¨¢ntico. Aunque el embargo lleva varias semanas en vigor, la resoluci¨®n del pasado jueves del Consejo de Seguridad de la ONU permite abordar buques sospechosos en aguas internacionales.

La aportaci¨®n espa?ola a este dispositivo incluye igualmente la fragata F-104 M¨¦ndez N¨²?ez y el submarino S-74 Tramontana. Las fragatas de la clase F-100 figuran entre las m¨¢s modernas del mundo y est¨¢n equipadas con el sistema de combate Aegis, cuyo radar SPY-1D es capaz de controlar por si solo el espacio a¨¦reo de toda la costa libia. La M¨¦ndez N¨²?ez intervino en la liberaci¨®n en noviembre de 2009 del pesquero Alakrana, secuestrado durante 47 d¨ªas por piratas somal¨ªes, y ha trabajado con grupos de combate estadounidenses y brit¨¢nicos. Mucho m¨¢s veterano es el Tramontana, un submarino de la clase S-70 con 26 a?os de antig¨¹edad que particip¨® en 2002 en la recuperaci¨®n del islote de Perejil.

En total, la aportaci¨®n espa?ola a la misi¨®n en Libia suma casi 500 militares, seg¨²n fuentes de Defensa, de los que unos 150 pertenecen al Ej¨¦rcito del Aire y el resto a la Armada.

La aportaci¨®n de Espa?a en el ataque a Gadafi