Zapatero logra apoyo casi un¨¢nime a la acci¨®n b¨¦lica en Libia
El presidente advierte de que no se trata de expulsar a Gadafi, sino de proteger al pueblo libio.- Rajoy respalda al Gobierno, pero poniendo distancia y expresando dudas.- La votaci¨®n: 340 diputados; 336 votos a favor; tres en contra y una abstenci¨®n
"Estamos en Libia para defender a los ciudadanos de ataques de las propias fuerzas libias", ha asegurado el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, al pedir al Congreso de los Diputados la ratificaci¨®n de la participaci¨®n de Espa?a en la acci¨®n b¨¦lica en Libia, poco despu¨¦s de que los cuatro cazabombarderos espa?oles llegaran a la base de Cerde?a tras realizar el segundo vuelo de control en la zona de exclusi¨®n a¨¦rea que ha establecido la comunidad internacional.
El acuerdo sometido a votaci¨®n solo ha recibido tres votos en contra (BNG y IU) y una abstenci¨®n (un error de un diputado del PP) y ha habido apoyo expreso de todos los grupos, aunque algunos como el PP han votado dejando claras sus dudas y poniendo distancia con el Gobierno, para que quedase patente que es una decisi¨®n de Zapatero, en el ejercicio de su responsabilidad.
"La resoluci¨®n no pretende ni permite la expulsi¨®n de Gadafi. Su objetivo es advertirle de que deje de usar las armas contra su pueblo y de que la comunidad internacional est¨¢ dispuesta a usar la fuerza", ha explicado el presidente. Es decir, que ni el objetivo es Gadafi, ni es posible la intervenci¨®n de tropas terrestres.
Zapatero tambi¨¦n ha explicado que desde que se inici¨® la operaci¨®n "se ha producido alg¨²n repliegue, pero mientras exista el riesgo de que vuelva a atacar a su pueblo se aplicar¨¢ la fuerza necesaria para impedirlo". "Se trata de proteger al pueblo libio de sus autoridades", ha subrayado.
Mientras el Congreso respaldaba la intervenci¨®n de Espa?a en Libia, la OTAN ha dado luz verde al embargo naval de armas al pa¨ªs y los aliados continuaban discutiendo el papel de la organizaci¨®n en la operaci¨®n militar. Por cuarto d¨ªa consecutivo, los aviones de la comunidad internacional han efectuado bombardeos, pero sin lograr frenar por el momento la ofensiva del coronel Gadafi.
Zapatero ha puesto especial empe?o en explicar que hay un mandato previo de la ONU, sobre la base del principio de "la responsabilidad de proteger: si no cumple un Estado la capacidad de proteger, debe intervenir. Es el principio humanitario para proteger a los ciudadanos de los ataques de las tropas libias".
Ha explicado que se cumplen las cuatro condiciones que ha exigido el Gobierno: que hubiera una resoluci¨®n de la ONU que autorizara uso de la fuerza, que hubiera acuerdo europeo, que contara con complicidad regional de la Liga ?rabe y la Uni¨®n Africana y que hubiera autorizaci¨®n del Parlamento. ?sta no puede ser previa, por la urgencia de la intervenci¨®n, pero s¨ª hubo un sondeo de las fuerzas pol¨ªticas que sirvi¨® para constatar la pr¨¢ctica unanimidad.
El presidente ha hablado de la "apertura de una nueva etapa pol¨ªtica en el mediterr¨¢neo"; de la "valent¨ªa y esp¨ªritu c¨ªvico del pueblo de T¨²nez y Egipto"; del "progreso y la libertad como causas del pueblo ¨¢rabe" y de la "violenta respuesta en Libia a la democratizaci¨®n".
Mariano Rajoy ha explicitado el apoyo del PP, pero poniendo distancia. As¨ª, ha hablado de que el PP "no entorpecer¨¢" y una veintena de veces ha asegurado que es una decisi¨®n de Zapatero. No se ha hecho copart¨ªcipe ni corresponsable de la decisi¨®n en ning¨²n momento, remarcando que los bombardeos se han puesto en marcha hace cuatro d¨ªas.
Tambi¨¦n porque ha expresado dudas como qu¨¦ hacer si se convierte en una guerra civil "enquistada y larga", si est¨¢ prevista una estrategia de salida o qui¨¦n tiene el mando.
Ha explicado que solo 9 de 28 miembros de la OTAN participan, pero no ha dejado demasiado claro si ¨¦l estar¨ªa con los que la apoyan o con los que no la apoyan y hasta d¨®nde llegar¨ªa la implicaci¨®n de Espa?a si ¨¦l fuera presidente del Gobierno. Por ¨²ltimo, ha pedido a Zapatero que informe peri¨®dicamente de la marcha del conflicto.
"Objetivo limitado y proporcionado"
Zapatero, en su r¨¦plica, ha agradecido el apoyo de los grupos parlamentarios y el "ejercicio de responsabilidad para avanzar en el consenso sobre la posici¨®n de Espa?a en la seguridad internacional".
Ha entrado en responder los interrogantes planteados por los grupos para, por ejemplo, asegurar que no ha habido retraso en la intervenci¨®n, porque previamente hubo una advertencia y una "exigencia conminatoria" al r¨¦gimen de Gadafi para que deje de usar la fuerza contra su pueblo. Para Zapatero, el Consejo de Seguridad ha actuado "con prudencia". "El objetivo es limitado y proporcionado", ha dicho para explicar que no es posible una intervenci¨®n terrestre, porque no est¨¢ autorizada por la ONU.
El presidente ha expresado un deseo sobre el futuro de aquel pa¨ªs: "Lo ideal ser¨ªa el cambio d r¨¦gimen en Libia con un proceso de consenso nacional". "En tres d¨ªas de uso de la fuerza con medios militares de gran poder¨ªo no hay constancia de que se hayan producido v¨ªctimas civiles", seg¨²n Zapatero.
Respecto al mando, ha asegurado que est¨¢ en manos de Estados Unidos. Ha a?adido una posici¨®n ambigua: "Espa?a ve con buenos ojos que el mando pueda pasar a la OTAN, pero est¨¢ c¨®modo con el mando de Estados Unidos". Sobre la salida y el final de la misi¨®n, la condicion¨® a que se garantice la seguridad de la poblaci¨®n libia.
Zapatero ha confrontado con Llamazares y Jorquera, para explicarles que "desde el respeto a su posici¨®n" les reclamaba "que no desfiguren las posiciones de los dem¨¢s". Ha explicado que como l¨ªder de la oposici¨®n ya dio su apoyo a la intervenci¨®n en Afganist¨¢n, porque hab¨ªa una resoluci¨®n previa de la ONU.
"Uso de la fuerza cuando se den las condiciones", ha dicho para rebatir la acusaci¨®n de cambio de posici¨®n que le ha hecho el diputado de IU. Y ha terminado las r¨¦plicas comprometi¨¦ndose a informar peri¨®dicamente.
Llamazares ha respondido que su intervenci¨®n no ha sido agresiva, sino cr¨ªtica. "?Van a hacer lo mismo con otros Estados que incumplen resoluciones de la ONU?", ha preguntado con menci¨®n expresa a Marruecos, por el S¨¢hara, e Israel, por Palestina.
El ¨²ltimo turno ha sido el de Zapatero: "En democracia no se responde ante la historia, sino ante el Parlamento y por eso estamos aqu¨ª para debatir y votar".
"No es una decisi¨®n f¨¢cil, ni agradable, pero hay m¨¢s gente que ha dejado de sufrir: la poblaci¨®n inocente que quiere democracia y libertad", ha concluido, antes de la votaci¨®n. Ni Zapatero, ni Rajoy han mencionado a Irak, ni para remarcar las diferencias ni para utilizar las similitudes.
Sin menciones a Irak
Josep Antoni Duran Lleida (CiU) ha apoyado expresamente al Gobierno, pero critic¨® la tardanza en la intervenci¨®n. El portavoz de los nacionalistas catalanes s¨ª ha mencionado a Irak para explicar que esta vez s¨ª hay una resoluci¨®n previa del Consejo de Seguridad.
Josu Erkoreka (PNV) ha expresado su apoyo a la misi¨®n, pero dejando claro que exigir¨¢, por ejemplo, la "proporcionalidad para preservar su raz¨®n y su legitimidad sin que se produzca el exterminio de los partidarios de Gadafi". Joan Ridao (ERC) ha apoyado tambi¨¦n al Gobierno, dejando claro que esta vez s¨ª hay una resoluci¨®n previa de la ONU y lamentando la "respuesta tard¨ªa".
Gaspar Lamazares (IU) se ha opuesto a la misi¨®n por entender que "ni la democracia ni los derechos humanos se imponen con la guerra" y porque, en su opini¨®n, lo que prima en Libia es la lucha por intereses econ¨®micos como el petr¨®leo.
"Qui¨¦n le ha visto y qui¨¦n le ve", le ha dicho a Zapatero desde la tribuna, con un cartel en la solapa del No a la guerra que se us¨® cuando la intervenci¨®n en Irak.
Seg¨²n Llamazares, hay m¨¢s pa¨ªses en los que tiranos exterminan a su pueblo y "ser¨ªa una locura usar la guerra" para actuar en esos Estados y se adoptan otras medidas pol¨ªticas, como embargos. "Queremos gobernar los cambios en el Mediterr¨¢neo y garantizar el futuro de la energ¨ªa en esa zona", ha dicho para explicar su oposici¨®n.
Para Francisco Jorquera (BNG) es una falta de respeto acudir al parlamento para ratificar una acci¨®n militar que ya est¨¢ en marcha.
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