El m¨®vil es mi entrenador

Hace tiempo que salir a correr dej¨® de ser una pr¨¢ctica sencilla en la que el usuario tan solo se preocupaba de eso mismo, de correr, como mucho acompa?ado por un reproductor musical y un cron¨®metro. Ahora el smartphone ha ganado terreno y son cada vez m¨¢s los runners que utilizan sus perfiles en las redes sociales para compartir (y, por qu¨¦ no, fardar) sus marcas personales a trav¨¦s de aplicaciones m¨®viles una vez concluido el ejercicio.

Por medio de la localizaci¨®n GPS, estas apps monitorizan la distancia recorrida, su duraci¨®n, la velocidad media y las calor¨ªas quemadas, entre otros aspectos, adem¨¢s de plasmar el trayecto en un mapa. Establece incluso un calendario donde se registra la progresi¨®n del entrenamiento. Parece una herramienta ideal para los amantes del deporte, sean corredores o ciclistas, profesionales o aficionados. ?Pero es rigurosa?

?"La informaci¨®n siempre es buena si se sabe traducir. La mayor parte de estas aplicaciones aportan datos objetivos sobre la carrera determinados por el GPS, pero estos deben ser interpretados sobre la base de las condiciones de salud y forma f¨ªsica de cada deportista", se?ala Carlos de Teresa, doctor miembro de la Junta de Gobierno de la Federaci¨®n Espa?ola de Medicina del Deporte (FEMEDE). Un ejemplo de estos fallos deductivos es el an¨¢lisis de las calor¨ªas gastadas, una de las grandes obsesiones de los corredores. "A veces el programa nos indica que hemos gastado muchas calor¨ªas, creyendo haber quemado mucha grasa. Y no siempre es as¨ª, porque el uso de la grasa o de la glucosa para producir la energ¨ªa que necesitamos depende de la intensidad del esfuerzo", explica.

La grasa, por tanto, se elimina cuando se realiza deporte de manera rutinaria y prolongada en el tiempo. Pero cuando aceleramos o subimos cuestas se utiliza m¨¢s la glucosa. "No se trata de gastar calor¨ªas durante el ejercicio, sino que este entrene al metabolismo que quema grasa para que siga actuando el resto del d¨ªa y nos produzca otros beneficios para la salud", aclara De Teresa.

Aparte de las calor¨ªas, hay otras limitaciones que poseen estas aplicaciones, como es el control de la frecuencia card¨ªaca para medir la intensidad del ejercicio (se necesitan cintas pectorales y pocos programas las tienen), as¨ª como otras variables de control de esa intensidad y del esfuerzo subjetivo de cada uno. "Correr cinco kil¨®metros a 12 km/h puede ser un esfuerzo insuficiente para un corredor de marat¨®n, pero podr¨ªa provocar lesiones musculares en una persona con sobrepeso, por lo que estas variables tienen que utilizarse en funci¨®n del nivel de condici¨®n f¨ªsica y de salud de cada persona", afirma el m¨¦dico de FEMEDE.

Pese a estas trabas, la aparici¨®n de estas apps es muy positiva en tanto que se incita a profundizar en el conocimiento sobre el estilo de vida saludable. ¡°Que se hable sobre ejercicio, alimentaci¨®n o descanso incita a la gente a aprender m¨¢s y a cambiar sus propios h¨¢bitos. Hay que aprender a gestionarlos para mejorar la salud a trav¨¦s de un estilo de vida adecuado¡±, incide Carlos de Teresa, quien cree que ser¨ªa bueno que las aplicaciones dispusieran de pruebas f¨ªsicas que permitiesen a los usuarios individualizar sus entrenamientos: "Dif¨ªcilmente se pueden asimilar de otra manera, no vale la misma preparaci¨®n para personas con distintas aptitudes".

Nada hace indicar que esta fiebre de los tiempos vaya a cesar ahora. "Entusiasmarse est¨¢ bien, pero siempre con sentido com¨²n", finaliza el doctor. As¨ª que prepare el m¨®vil, las zapatillas, un buen calentamiento y a correr. O, de lo contrario, asuma que ser¨¢ testigo en Internet de las plusmarcas de sus allegados.