?Por qu¨¦ al rascarse pica m¨¢s?
El mismo neurotransmisor que nos sacia en las comidas es el culpable de que el prurito contraataque. Ya que hay que convivir con ¨¦l, conozc¨¢moslo bien
Tirando del refranero popular: comer y rascar todo es empezar. Por mucho que uno intente contenerse cuando le pica, una vez que nos abandonamos al rascado hay que prepararse para estar un buen rato, porque, lejos de calmarnos, la mayor parte de las veces el picor contin¨²a e incluso con m¨¢s intensidad. Esto no es ning¨²n expediente X ni un fen¨®meno aislado. De hecho, hay cient¨ªficos que han estudiado por qu¨¦ sucede y han dado con la tecla del asunto. El picor es una sensaci¨®n molesta, que crea disconformidad y que tradicionalmente se ha asociado con el dolor. Sin embargo, investigaciones recientes han concluido que el prurito se debe, en realidad, a un proceso neurol¨®gico.
La sensaci¨®n comienza por una alteraci¨®n externa: es la respuesta de la piel a algo que la irrita o produce alergia. As¨ª, esta se?al llega al cerebro, generando el escozor. ¡°Ante el picor, el efecto de rascado crea inflamaci¨®n y un cierto dolor que enga?a al sistema nervioso y lo calma¡±, explica la doctora Nayra Merino, dermat¨®loga del Hospital Quir¨®n y de las cl¨ªnicas DermaMedicin en Tenerife, y miembro de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa (AEDV). Al rascarse en la epidermis (capa externa de la piel), se bloquean las terminaciones nerviosas que han mandado la informaci¨®n del prurito a la m¨¦dula espinal. Pero lo que en un principio parece que ha funcionado al reducir la sensaci¨®n de picor¡ es una burda mentira.
Un equipo de investigadores de la Universidad de San Luis en Estados Unidos, liderado por el doctor Zhou-Feng Chen, se puso manos a la obra y public¨® sus resultados en la revista Cell. El hecho de rascarse inflama la piel y provoca que vuelva el dolor. Incluso con m¨¢s fuerza. ?C¨®mo? Al generarse, tras el bloqueo de las terminaciones nerviosas, una cantidad mayor de serotonina, el neurotransmisor que env¨ªa al cerebro la se?al de dolor. Conclusi¨®n: al rascar, no solo erosionamos la piel, como indica Merino, sino que alimentamos el mensaje de malestar (y picor) que percibe nuestro cerebro. Los cient¨ªficos lo comprobaron con ratones, en los que, tras reducir los niveles de serotonina, el picor desaparec¨ªa. Sin embargo, la biomol¨¦cula no se puede eliminar del organismo humano, porque regula funciones tales como la temperatura del cuerpo, el deseo sexual o la sensaci¨®n de saciedad al comer.
Buscando las causas
Entendemos que es pr¨¢cticamente imposible no rascarse en determinadas ocasiones. ¡°Hay quienes pasan aut¨¦nticos calvarios. Es f¨¢cil decirle a alguien que no se frote, pero a veces tenemos que ponerles oclusivos, es decir, vendarles la zona tras aplicar el tratamiento para que no lo hagan, pues es la ¨²nica manera de que funcione, sobre todo en pacientes pedi¨¢tricos. Hay un gran arsenal terap¨¦utico para el picor, pero lo primero es ir al foco del problema y tratar la etiolog¨ªa¡±, admite Merino.
Entre los principales trastornos que provocan picor, est¨¢ la dermatitis at¨®pica, una enfermedad que ha experimentado un crecimiento exponencial en los ¨²ltimos a?os. Afecta al 10% de la poblaci¨®n mundial (m¨¢s ni?os que adultos) y, durante los ¨²ltimos 30 a?os, el n¨²mero de casos ha aumentado en un 200% o 300%. La AEDV, en colaboraci¨®n con los laboratorios Eucerin, lanz¨®, recientemente, la campa?a Practica la Contra-Atop¨ªa, para educar a padres e hijos frente a este patolog¨ªa de crecimiento exponencial en los pa¨ªses industrializados. ¡°No se conoce el origen ni las causas, pero hay factores gen¨¦ticos, inmunol¨®gicos y ambientales que ayudan a desencadenar los brotes; las ciudades con un alto nivel de contaminaci¨®n tienen mayor incidencia de dermatitis at¨®pica que en el medio rural¡±, asevera el doctor Juan Arenas, asesor m¨¦dico de los mencionados laboratorios. La urticaria, las picaduras de insectos, el picor de cabeza, de ojos o en la zona vulvar, son otros de los trastornos asociados al prurito.
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