Si solo fuera nicotina...
Los miles de ingredientes de un simple cigarrillo. Nunca un peque?o cilindro ha abarcado tanto: az¨²cares, ars¨¦nico, disolvente...
Las mejores esencias se venden en frascos peque?os. Puede ser. Pero tambi¨¦n los m¨¢s potentes venenos. Un peque?o cilindro con tabaco (un cigarrillo) contiene ingredientes que originan hasta 7.000 productos diferentes, de los cuales 69 son probadamente carcin¨®genos (que provocan c¨¢ncer). De hecho, aproximadamente el 85% de los tumores de pulm¨®n se deben al tabaco. Pero sus efectos no quedan ah¨ª.
Coja aire: adem¨¢s de ser el principal responsable de la enfermedad mencionada, consumirlo aumenta la probabilidad de desarrollar c¨¢ncer de boca, laringe y es¨®fago, incluso de otros ¨®rganos aparentemente alejados del humo fatal, como est¨®mago, h¨ªgado, vejiga, mama o colon. Y no se relaciona solo con el c¨¢ncer. Seg¨²n la OMS, tambi¨¦n provoca patolog¨ªas cardiovasculares como anginas, infartos de miocardio y cerebrales, al promover la aterosclerosis (dep¨®sito de sustancias lip¨ªdicas en las arterias), la diabetes y subir la tensi¨®n arterial; claro est¨¢, tambi¨¦n aumenta las alteraciones pulmonares al facilitar las infecciones, empeorar el asma e irritar y destruir los alveolos, las finas paredes donde se capta el ox¨ªgeno, lo que acaba dando lugar a una insuficiencia respiratoria que se conoce como efisema. Como prosigue la OMS, fumar es la principal causa de muerte evitable en el planeta (Vuelva a coger aire).
En general, sus componentes se dividen en tres: nicotina, alquitr¨¢n y mon¨®xido de carbono, justamente los tres ingredientes sobre los que las empresas tabacaleras deben informar. Sin embargo, el alquitr¨¢n es en realidad un caj¨®n de sastre, que puede englobar distintos compuestos de muy diversa toxicidad, por lo que su cantidad total no sirve como medida de control. Y en las regulaciones no se incluyen los aditivos, las sustancias que se agregan al tabaco natural y de las que m¨¢s de 100 han mostrado efectos farmacol¨®gicos, en general poco deseables. ¡°Es uno de los pocos productos de consumo para los que no hace falta una lista completa de sus ingredientes¡±, afirma Esteve Fern¨¢ndez, director de la Unidad de Control de Tabaquismo en el Instituto Catal¨¢n de Oncolog¨ªa y presidente de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa.
A grandes rasgos, estos son los componentes de un cigarrillo:
Nicotina
La nicotina es una mol¨¦cula muy parecida a la acetilcolina, uno de los principales neurotransmisores naturales, y es el gran responsable de que el tabaco genere adicci¨®n. Desde que llega a los pulmones, tarda solo siete segundos en alcanzar el cerebro, y una vez all¨ª estimula las ¨¢reas de recompensa, de forma parecida a como otras drogas hacen. Pero esa no es su ¨²nica acci¨®n: tambi¨¦n aumenta la frecuencia card¨ªaca y la tensi¨®n arterial, provoca resistencia a la insulina (favorece la diabetes) y se cree que aumenta la agregaci¨®n de las plaquetas (lo contrario a una aspirina), seg¨²n la American College of Cardiology Foundation. Conclusi¨®n: incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Mon¨®xido de carbono
El tabaco es una fuente relativamente importante de este gas, cuyo origen est¨¢ en la combusti¨®n incompleta de una gran cantidad de sustancias y que es, por ejemplo, el responsable de las muertes por asfixia en algunas casas con braseros o en garajes mal ventilados. Su particularidad es que se une con extraordinaria fuerza a la hemoglobina, con una avidez hasta 200 veces mayor a como lo hace el ox¨ªgeno. Los gl¨®bulos rojos que lo recojan, y cuya vida es de unos tres meses, pasar¨¢n el resto de sus d¨ªas paseando mon¨®xido de carbono, inservible para la respiraci¨®n. Eso no solo crea un d¨¦ficit de ox¨ªgeno, tambi¨¦n aumenta el n¨²mero de gl¨®bulos rojos para compensarlo (lo que da lugar a una sangre m¨¢s viscosa). Adem¨¢s, da?a directamente las membranas de las c¨¦lulas y favorece que el colesterol se deposite en los vasos sangu¨ªneos. Para Fern¨¢ndez, ¡°su importancia se ha minusvalorado a lo largo de los a?os¡±.
Alquitr¨¢n
Es el caj¨®n de sastre de los cigarrillos. En general se refiere a todas las part¨ªculas que quedan en determinados filtros tras extraer la nicotina y el agua: es la masa oscura y pegadiza que se deposita en los pulmones, y la que contiene gran parte de los carcin¨®genos. Seg¨²n Esteve Fern¨¢ndez, entre ellos destacan los hidrocarburos polic¨ªclicos arom¨¢ticos (presentes tambi¨¦n en el petr¨®leo), nitrosaminas y benzopirenos. Adem¨¢s, existen una gran cantidad de part¨ªculas finas (de tama?o inferior a 2,5 micras), como las que se producen en los motores de los coches, y que penetran con gran profundidad en los pulmones, absorbi¨¦ndose y dando lugar a diversos (y nefastos) efectos secundarios (respiratorios y cardiovasculares, en especial).
Otras sustancias perjudiciales
Ya sea formando parte del alquitr¨¢n o no, el tabaco contiene una lista innumerable de sustancias perjudiciales para la salud. Estas son algunas de ellas, con la definici¨®n del National Cancer Institute, de Estados Unidos.
Tolueno: Es un hidrocarburo que existe de forma natural en el petr¨®leo. Se usa como aditivo en la gasolina y como disolvente. En el cuerpo act¨²a como irritante y es t¨®xico para el sistema nervioso central. Es un posible carcin¨®geno.
Aldeh¨ªdos como el formaldeh¨ªdo o el acetaldeh¨ªdo: los aldeh¨ªdos son compuestos org¨¢nicos presentes en algunos productos naturales pero utilizados tambi¨¦n para la fabricaci¨®n de pl¨¢sticos y pinturas. El formaldeh¨ªdo ha sido considerado por la Agencia Internacional de Investigaci¨®n en C¨¢ncer como un carcin¨®geno dentro del grupo 1 (los de mayor evidencia). El acetaldeh¨ªdo se produce de forma natural durante la combusti¨®n del tabaco, pero aumenta con el a?adido de az¨²cares, y contribuye a incrementar la adicci¨®n a la nicotina.
Acrilamida: es un compuesto org¨¢nico t¨®xico para el sistema nervioso central y clasificado como probable carcin¨®geno (dentro del grupo 2A).
Metales como ars¨¦nico o cadmio, isopreno: el ars¨¦nico se ha relacionado con mayor riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y neurotoxicidad. Es un carcin¨®geno del grupo 1. El cadmio se usa en la fabricaci¨®n de bater¨ªas, y se ha relacionado con enfermedades pulmonares, cardiovasculares y renales. Es un carcin¨®geno del grupo 1.
Ppolonio-210: es un elemento radiactivo cuya existencia en el tabaco se conoce desde los a?os 60. Es un potente carcinog¨¦no (y, a dosis mucho m¨¢s altas, la sustancia usada en el envenenamiento del esp¨ªa ruso Alexander Litvinenko).
Aditivos
Con el paso de los a?os, las tabacaleras fueron refinando su producto, a?adiendo hasta 600 aditivos (aqu¨ª tiene la lista completa) para ¡°mejorar su sabor y hacerlo menos ¨¢spero¡±, seg¨²n declararon las propias compa?¨ªas. Estos suponen actualmente el 10% del contenido de un cigarrillo, y algunos de ellos (hasta cien se han catalogado) no parecen tan inocuos. Destacaremos los siguientes:
Amoniaco: a?adido, en principio, para mejorar la consistencia y el sabor del tabaco. Sin embargo, tambi¨¦n aumenta su pH, lo que en teor¨ªa (hay estudios que niegan que las dosis sean suficientes) posibilita que la nicotina se absorba en m¨¢s cantidad y aumente su poder de adicci¨®n.
Az¨²cares, edulcorantes y mentol: Seg¨²n Fern¨¢ndez, estos componentes se a?adieron ¡°para atraer el consumo de los j¨®venes y de las mujeres, al mejorar y suavizar el sabor¡±. El problema es que los az¨²cares, al quemarse con el tabaco, producen acetaldeh¨ªdo, que no es solo carcinog¨¦nico, sino que a dosis suficientes puede aumentar la adicci¨®n provocada por la nicotina. El mentol, por su parte, permite disminuir la tos y la irritaci¨®n, lo que lleva a minusvalorar el riesgo. Por ello ha sido prohibido por la reciente directiva europea sobre productos del tabaco. ¡°Aunque con una moratoria de cuatro a?os¡±, comenta Fern¨¢ndez.
Otros productos de la lista: derivados de la lactona, que entorpecen el metabolismo de la nicotina y aumentan su tiempo de acci¨®n; derivados del regaliz y del cacao, broncodilatadores que pueden aumentar la absorci¨®n en los pulmones; incluso sustancias como el propilenglicol, que demostraron alterar (y favorecer) el patr¨®n de respuesta cerebral al tabaco.
Eso s¨ª, para la mayor¨ªa de los efectos de este ¨²ltimo apartado, las autoridades europeas muestran reservas: aunque todos ellos son factibles, mantienen dudas sobre si los aditivos se encuentran en cantidades suficientes. Por cierto, algunas compa?¨ªas tambi¨¦n introdujeron compuestos como precursores de la vitamina A, en un intento por disminuir el poder cancer¨ªgeno del tabaco. Pero parece claro que fracasaron.
As¨ª pues, plantearnos qu¨¦ es exactamente un cigarrillo, nos transporta a la tragedia de Shakespeare. Condenados a no poder estar juntos por sus apellidos, Julieta pregunta: ¡°?Qu¨¦ hay en un nombre, Romeo?¡± ¡°Demasiadas cosas¡±, pudo haber dicho ¨¦l.
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