Pasarse al vino blanco en verano no es tan buena idea
El modo de elaboraci¨®n del tinto lo hace m¨¢s rico en antioxidantes, raz¨®n por la que algunos m¨¦dicos recomiendan su consumo moderado
"Uy, el vino tinto es san¨ªsimo. Una copita con la comida, mano de santo". Vale, suena a remedio de la abuela, pero muchos m¨¦dicos lo avalan. Sin embargo, nadie habla del blanco, que, por otro lado, apetece m¨¢s que nunca en verano por su baja temperatura de consumo. ?Qu¨¦ ocurre con ese licor? ?Acaso no iguala los aclamados poderes del bermell¨®n?
?Qu¨¦ beneficios tiene el vino? Rub¨¦n Bravo, director del departamento de Nutrici¨®n del Instituto M¨¦dico Europeo de la Obesidad (IMEO), explica: ¡°El consumo moderado ayuda a prevenir enfermedades del coraz¨®n y mejora el sistema inmunitario o envejecimiento prematuro¡±. El especialista de IMEO tambi¨¦n valora positivamente la huella nutricional del vino, gracias a su alto contenido en minerales como potasio, calcio o magnesio, y vitaminas hidrosolubles como la B1, B2, B5 y B6 ("las de este grupo intervienen en el funcionamiento del sistema inmunol¨®gico, nervioso y mantienen la salud de la piel y el tono muscular"), y en menor cantidad, ¨¢cido f¨®lico, vitamina B12 y C. Pero hay m¨¢s bondades: ¡°Tiene una alta composici¨®n en resveratrol, un componente con demostradas propiedades antioxidantes¡±, a?ade.?British Medical Journal (BMJ) estima que la cantidad recomendable de consumo para que repercuta positivamente en la salud es de una copa de vino diaria (5 mg de alcohol).
El vino no es recomendable (ni tinto ni blanco) para una persona con insuficiencia card¨ªaca" Esteban L¨®pez de S¨¢, jefe de Cardiolog¨ªa del Hospital Universitario La Paz de Madrid
?Qu¨¦ hay de sus efectos preventivos en el sistema cardiovascular? Hay numerosos estudios en torno a los posibles beneficios del vino en nuestra salud, ¡°pero no es tan sencillo¡±, precisa Esteban L¨®pez de S¨¢, jefe de secci¨®n de Cardiolog¨ªa del Hospital Universitario La Paz de Madrid: ¡°Estos estudios no se pueden hacer igual que cuando se prueba, por ejemplo, un medicamento. Son m¨¢s bien asociaciones: se puede decir que hab¨ªa menos riesgo de padecer enfermedades coronarias como angina de pecho o infarto de miocardio en pacientes que consum¨ªan esa cantidad moderada de vino tinto. Pero eso no quiere decir que los m¨¦dicos vayamos a recetarlo, y menos a alguien que no tiene el h¨¢bito de consumirlo. Tambi¨¦n hay que decir que, por ejemplo, su consumo no ser¨ªa recomendable para una persona con insuficiencia card¨ªaca". Hay incluso corrientes cient¨ªficas que niegan sus beneficios.
?Qui¨¦nes deben evitar su consumo? ¡°Por ejemplo, deben evitarlo mujeres embarazadas o en periodo lactante, quienes toman determinados f¨¢rmacos y, en ning¨²n caso, pacientes con enfermedad hep¨¢tica¡±, aclara Javier Graus, especialista en aparato digestivo del Hospital Ram¨®n y Cajal, de Madrid.
?Por qu¨¦ se recomienda m¨¢s el tinto que el blanco? El secreto est¨¢ en la piel de las uvas con las que se elabora el vino, que es donde se encuentran esas sustancias tan beneficiosas. ¡°La principal diferencia en la elaboraci¨®n de tintos y blancos es que el blanco se hace simplemente estrujando y prensando las uvas blancas para extraer un l¨ªquido (el mosto blanco) que luego fermenta solo en el dep¨®sito hasta convertirse en vino¡±, explica Rafael Somonte, en¨®logo y director t¨¦cnico de las Bodegas Dominio de Tares en el Bierzo, en Le¨®n. ¡°Sin embargo, en la elaboraci¨®n del tinto, las pieles de la uva tinta, con su enorme contenido en polifenoles [componentes de origen natural con propiedades antioxidantes], se maceran junto con el mosto tinto dentro del dep¨®sito, durante alrededor de 20 d¨ªas, para que con el paso del tiempo, la mayor parte de los componentes de la piel de la uva migren al mosto y se integren en ¨¦l. Ese mayor contenido en polifenoles es lo que al final disfruta el consumidor en su copa¡±. Resumiendo: el vino tinto fermenta en contacto con los hollejos y las pepitas; y as¨ª, los pigmentos y diferentes elementos beneficiosos de la piel pasan al mismo.
En el tinto, se mantiene la piel de la uva, que es donde hay mayor cantidad de antioxidantes, como el famoso resveratrol, que tanto inter¨¦s cient¨ªfico despierta" Vanesa Le¨®n, nutricionista de?ADDINMA
Est¨¢ claro que la cantidad de sustancias antioxidantes presentes en el vino tinto es mayor que en el blanco, destaca Vanesa Le¨®n, nutricionista de la Asociaci¨®n de Dietistas Nutricionistas de Madrid (ADDINMA). ¡°En el tinto se mantiene la piel de la uva, que es donde hay mayor cantidad de antioxidantes, como el famoso resveratrol, que tanto inter¨¦s cient¨ªfico despierta. Estas sustancias tienen la capacidad de reducir la oxidaci¨®n de algunas grasas que circulan por la sangre, como el colesterol LDL [colesterol malo], y evitar as¨ª que se peguen a las paredes de las arterias. Adem¨¢s, el resveratrol tiene actividad antioxidante, es decir, previene del envejecimiento prematuro de las c¨¦lulas del organismo. Eso s¨ª, para conseguir ese beneficio deber¨ªamos ingerir mucha m¨¢s cantidad de la recomendada, por lo que la industria de la nutricosm¨¦tica ya tiene en el mercado diversos preparados de resveratrol concentrado con mayores dosis que las presentes en el vino¡±, aclara la nutricionista.
?Todos los tintos son iguales? ¡°No exactamente¡±, observa Rub¨¦n Bravo. ¡°Depende del tipo de uva que se utilice en su elaboraci¨®n, las concentraciones de resveratrol ser¨¢n m¨¢s bajas o m¨¢s altas. En concreto, aquellos que utilizan las uvas pinot noir, merlot o tempranillo tendr¨¢n m¨¢s antioxidantes que los que utilizan otras variedades¡±.
?Qu¨¦ cantidad es la adecuada? La recomendaci¨®n limita el consumo a una o dos copas diarias. As¨ª, un consumo de unos 200-250 mililitros contribuye a la vasodilataci¨®n y aporta un efecto antioxidante, que se ha relacionado con una menor incidencia de infarto de miocardio y enfermedad coronaria en comparaci¨®n con los abstemios, seg¨²n explica la nutricionista Vanesa Le¨®n. ¡°Aumentar el consumo para beneficiarse de los antioxidantes puede, por el contrario, aumentar la tasa de mortalidad total y la debida a enfermedades cardiovasculares. En exceso, provoca intoxicaci¨®n aguda o cr¨®nica, bajadas bruscas de tensi¨®n, alteraciones psicol¨®gicas y del ritmo card¨ªaco, lesiones neuronales a largo plazo, dependencia...", enumera Le¨®n. Javier Graus le da la raz¨®n: ¡°El abuso comenzar¨¢ a revertir los efectos positivos en negativos, sustituyendo el efecto revitalizante por somnolencia y dolor de cabeza, aumentando el riesgo de hepatotoxicidad, especialmente en las mujeres, pues estas tienen mayor sensibilidad a la toxicidad por alcohol que los hombres¡±.
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