Hacia una gobernanza global del oc¨¦ano
Se requiere, en primer lugar, fijar objetivos claros y medibles; algo, sin duda, dif¨ªcil a la hora de definir qu¨¦ significa proteger el oc¨¦ano
Necesito del mar porque me ense?a...
...hasta cuando estoy dormido,
de alg¨²n modo magn¨¦tico,circulo en la universidad del oleaje.."
Pablo Neruda
La reciente celebraci¨®n en Valpara¨ªso del Congreso Nuestro Oc¨¦ano ha constituido una excelente oportunidad para conocer numerosas iniciativas de gobiernos y sociedad civil, en favor de la preservaci¨®n de los mares. Apenas unos d¨ªas antes, la Asamblea General de Naciones Unidas hab¨ªa adoptado los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), uno de los cuales (el n¨²mero 14) es precisamente la conservaci¨®n y uso sostenible del oc¨¦ano en el horizonte 2030.
Pocos lugares tan emblem¨¢ticos como Valpara¨ªso para destacar el valor econ¨®mico, social y ambiental del oc¨¦ano: all¨ª resuenan las palabras de Neruda, quien dedic¨® muchas de sus poes¨ªas a describir la inagotable energ¨ªa del oc¨¦ano y su misteriosa vinculaci¨®n con los seres humanos.
En la conferencia de Valpara¨ªso se anunciaron hasta 80 compromisos orientados a la creaci¨®n de ¨¢reas marinas protegidas, a la persecuci¨®n de la pesca ilegal, a la reducci¨®n de los pl¨¢sticos que amenazan la supervivencia de muchas especies...
Chile, como pa¨ªs anfitri¨®n (Estados Unidos hab¨ªa organizado la anterior Conferencia), dio muestras de una notable voluntad pol¨ªtica en todos los ¨¢mbitos, en particular en la ampliaci¨®n de hasta un mill¨®n de kil¨®metros c¨²bicos de ¨¢reas marinas protegidas, incluidas las aguas de la Isla de Pascua ¡ªgracias a la colaboraci¨®n de Oceana y de National Geographic¡ª. Asimismo, Chile anunci¨® el establecimiento de un sistema de certificaci¨®n para garantizar las practicas sostenibles en 25 caladeros de especies amenazadas. La Uni¨®n Europea ¡ªcuya nueva pol¨ªtica pesquera incorpora ya criterios de sostenibilidad acordes con el conocimiento cient¨ªfico¡ª, present¨® sus compromisos de reducci¨®n en el uso de bolsas de pl¨¢sticos, en el contexto del programa de econom¨ªa circular; anunci¨® la exigencia de identificaci¨®n de todo barco pesquero de longitud superior a quince metros, as¨ª como su voluntad de unirse a las nuevas medidas previstas por Estados Unidos para luchar contra la pesca ilegal. Por cierto, Estados Unidos y Cuba protagonizaron uno de los momentos m¨¢s esperados en esta cumbre al anunciar su compromiso de definir un ¨¢rea marina protegida compartida dedicada a tareas de investigaci¨®n.
El importe econ¨®mico total de estas actuaciones supera los 2.000 millones de d¨®lares, en buena parte resultantes de la contribuci¨®n de fil¨¢ntropos y fundaciones. Es cierto que esta cifra incluye iniciativas plurianuales ya iniciadas, as¨ª como compromisos anunciados con anterioridad; y que ,en todo caso, esta muy alejada de los recursos p¨²blicos (en torno a 25.000 millones de d¨®lares anuales), asignada por los gobiernos a subsidios que favorecen la sobreexplotaci¨®n del oc¨¦ano, y que permiten practicas devastadoras de la biodiversidad marina, como la pesca de arrastre. A pesar de ello, hay que dar la bienvenida a la creciente visibilidad de la preservaci¨®n del oc¨¦ano en la agenda pol¨ªtica, que responde a la evidencia cient¨ªfica y a una mayor concienciaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica, elementos ambos imprescindibles para avanzar hacia los cambios necesarios en su gobernanza a nivel nacional e internacional.
La conferencia permiti¨® tambi¨¦n escuchar la voz de algunas comunidades isle?as, profundamente afectadas por las consecuencias del cambio clim¨¢tico, la sobreexplotaci¨®n de las especies pesqueras y la contaminaci¨®n del oc¨¦ano. La experiencia indica que la participaci¨®n activa de dichas comunidades en el dise?o e implementaci¨®n de las diferentes actuaciones garantiza resultados mucho m¨¢s exitosos (y m¨¢s equitativos) que los derivados de planes precedentes, decididos a miles de kil¨®metros de distancia.
Se puso de manifiesto el enorme potencial de las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n y de la informaci¨®n, as¨ª como de la observaci¨®n por sat¨¦lite, para prevenir y combatir todo tipo de riesgos en el oc¨¦ano. En particular, se presentaron varias iniciativas de cooperaci¨®n promovidas por pa¨ªses desarrollados para facilitar la aplicaci¨®n de dichas tecnolog¨ªas, y para la creaci¨®n de capacidades en pa¨ªses en desarrollo. Sin duda, la generalizaci¨®n de un control efectivo sobre lo que sucede en los mares es un requisito imprescindible para que "no quede un solo kil¨®metro cuadrado de oc¨¦ano al margen de la ley", en palabras del Secretario de Estado americano, John Kerry. Pero no basta con la aplicaci¨®n de las mejores tecnolog¨ªas disponibles: se requieren mecanismos normativos y capacidad sancionadora que garanticen la trazabilidad de las capturas pesqueras, as¨ª como la correspondiente implicaci¨®n de empresas y de consumidores, para evitar que resulte rentable infringir normas en el oc¨¦ano.
La aprobaci¨®n del ODS 14 en el contexto de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, responde al reconocimiento de la importancia de la salud del oc¨¦ano para garantizar la prosperidad, especialmente de comunidades costeras muy vulnerables, la seguridad alimentaria de toda la humanidad, y la resiliencia frente al cambio clim¨¢tico. Se trata, adem¨¢s, de un primer paso para dotar de mayor coherencia y de orientaci¨®n estrat¨¦gica actuaciones como las presentadas en la Conferencia de Valpara¨ªso. As¨ª lo defendimos desde la Global Ocean Commission (GOC), en nuestro informe de 2014, como una de las medidas encaminadas a revertir el proceso de declive del oc¨¦ano. Esta propuesta fue apoyada por un buen n¨²mero de pa¨ªses, en particular por los Peque?os Estados Insulares en Desarrollo (SIDS, por sus siglas en ingl¨¦s).
Ahora comienza lo m¨¢s dif¨ªcil: establecer los indicadores concretos m¨¢s adecuados para medir la evoluci¨®n de diferentes par¨¢metros de la salud marina; y crear herramientas para una rendici¨®n de cuentas sistem¨¢tica por parte de toda la comunidad internacional. Es decir, construir una gobernanza global aprovechando la experiencia ya existente en relaci¨®n con otros desaf¨ªos, como el del cambio clim¨¢tico o la destrucci¨®n de la capa de ozono.
Para ello se requiere, en primer lugar, fijar objetivos claros y medibles. Algo sin duda dif¨ªcil a la hora de definir qu¨¦ significa proteger el oc¨¦ano. Aunque existe ya suficiente capacidad para evaluar el estado del oc¨¦ano mediante el seguimiento de la recuperaci¨®n de determinadas especies y h¨¢bitats marinos hasta restablecer su m¨¢ximo rendimiento duradero, es fundamental que el conocimiento cient¨ªfico siga avanzando en esta materia; por ejemplo, ampliando el an¨¢lisis sobre la potente interacci¨®n oc¨¦ano-calentamiento global, por parte de los expertos del Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC), tal como ha propuesto la GOC.
Durante los pr¨®ximos meses, la Comisi¨®n Estad¨ªstica de Naciones Unidas deber¨¢ seleccionar el conjunto de indicadores que mejor reflejen el compromiso de los pa¨ªses en distintos ¨¢mbitos que abarca el ODS 14: entre otros, su participaci¨®n efectiva en el cumplimiento del Port States Measures Agreement (PSMA) de la FAO, que permite verificar la legalidad de la pesca desembarcada en los puertos de los pa¨ªses que lo ratifican, todav¨ªa en un numero insuficiente para su entrada en vigor; la extensi¨®n de ¨¢reas marinas protegidas?¡ªque deber¨ªa alcanzar el 10% del oc¨¦ano en 2020,y que todav¨ªa supone menos del 5%,a pesar de las importantes decisiones anunciadas en Valpara¨ªso¡ª; la reducci¨®n de subsidios da?inos para la conservaci¨®n de los mares (prevista para 2020, pero pendiente de debate en la pr¨®xima reuni¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio), la prohibici¨®n de las t¨¦cnicas mas destructivas, el apoyo a la pesca artesanal...
Por ¨²ltimo, el gran escollo para la gobernanza global del oc¨¦ano es la inexistencia de una instancia ¨²nica a nivel internacional (reflejo del fraccionamiento an¨¢logo a nivel nacional), que pueda asumir la responsabilidad del cumplimiento del ODS 14 desde un enfoque integral. Por ello, la GOC ha propuesto, entre otras opciones, la celebraci¨®n cada tres a?os de una Conferencia de Naciones Unidas dedicada en exclusiva a la situaci¨®n del oc¨¦ano, donde todos los pa¨ªses, as¨ª como todas las agencias e instituciones de Naciones Unidas y otras partes interesadas, rindan cuentas sobre el cumplimiento de sus compromisos. Esta propuesta ser¨¢ defendida dentro de unos d¨ªas en la Asamblea General de Naciones Unidas por una treintena de pa¨ªses ¡ªque se han autodenominado "grupo de amigos del oc¨¦ano y los mares", GOFOS¡ª, y fue ya anunciada en la reuni¨®n de Valpara¨ªso por el canciller de Fidji, pa¨ªs que se ha ofrecido a acoger en 2017 la primera de estas Conferencias con el apoyo del gobierno de Suecia.
Hay que dar la bienvenida a la creciente visibilidad de la preservaci¨®n del oc¨¦ano en la agenda pol¨ªtica
La pr¨®xima cita relevante ser¨¢ la Cumbre del Clima en Par¨ªs a finales de noviembre. All¨ª habr¨¢ ocasi¨®n de contrastar si los l¨ªderes que han protagonizado la Conferencia de Valpara¨ªso mantienen su determinaci¨®n para que la comprensi¨®n de la problem¨¢tica del oc¨¦ano se integre, definitivamente, en la agenda internacional del cambio clim¨¢tico.
Cristina Narbona es ex Ministra de Medio Ambiente y actual miembro de la Global Ocean Commission y de la Red Espa?ola de Desarrollo Sostenible.
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