La risa eterna de Chaplin
Un bomb¨ªn, un bast¨®n, un pantal¨®n demasiado grande y unos zapatones. La imagen inseparable de un mito del cine, Charlie Chaplin El cineasta Alex de la Iglesia, que acaba de estrenar 'Mi gran noche', reflexiona sobre el vigente legado del creador de Charlot
El otro d¨ªa, como muchos d¨ªas, elegimos mis hijas y yo una pel¨ªcula para ver en la tele. Momento dur¨ªsimo para el amante del cine y educador a tiempo parcial: ?pongo la ¨²ltima de Barbie? ?Vemos la segunda parte de Crep¨²sculo, que es lo que quieren ellas, o me lanzo hacia los cl¨¢sicos, para que no se me atonten demasiado? ?Qu¨¦ maravilla recuperar las columnas de la cultura cinematogr¨¢fica universal, disfrut¨¢ndolas de nuevo a trav¨¦s de su inocente mirada!
¨CPap¨¢, pon lo que te d¨¦ la gana, pero que no sea en blanco y negro.
Drama. Rechazadas, de un solo plumazo, las mayores creaciones de la historia del cine. Las pel¨ªculas que fundamentaron mi vida, mis sentimientos m¨¢s profundos, echadas por tierra en un segundo, porque son raras, oscuras, en blanco y negro. Pero, atenci¨®n: si se las obliga es peor, porque terminar¨¢n odi¨¢ndolas: hay que andarse con cuidado con estas cosas. Ante todo, calma, no se puede presionar con la belleza. Debe ser encontrada en el camino como un tesoro escondido, y solo as¨ª, como algo fortuito, entrar¨¢ a formar parte de nuestras almas.
Prob¨¦ con El maquinista de la General, de Keaton. Estupefacci¨®n. Silencio. Incomprensi¨®n.
¨C?Por qu¨¦ no habla?
¨CEs que es muda.
La comedia nunca superar¨¢ al drama, y esa es nuestra aut¨¦ntica tragedia. Nunca entenderemos que la comedia es lo m¨¢s serio que existe
¨C?No tiene colores, y encima es muda?
Tensi¨®n. En 10 minutos, todo el mundo dormido. Fracaso estrepitoso. El educador a tiempo parcial, despedido, ninguneado. Se necesitaba una nueva estrategia. Retirada prudencial hacia Los Goonies, E.T. o High School Musical. Ya habr¨ªa tiempo de investigar esa zona del pasado que para ellas resulta, cuando menos, prehist¨®rico. Sin embargo, Chaplin¡ Quiz¨¢ funcione. No me he lanzado todav¨ªa, porque me da miedo. No les pod¨ªa arruinar a Chaplin, es demasiado importante. No solo cinematogr¨¢ficamente, me refiero a nivel emocional: estamos hablando del coraz¨®n del siglo XX. Pero ?c¨®mo introducir en sus cabecitas este tremendo artista, si ni siquiera los supuestos adultos lo tienen presente?
?Qui¨¦n es Chaplin? ?Aquel c¨®mico gracioso, pero trist¨®n? Para muchos, desgraciadamente, su descripci¨®n acaba ah¨ª. Un traje, sin duda, demasiado estrecho para el director que cambi¨® el rumbo de la narraci¨®n, el lenguaje esencial del cine tal y como lo conocemos hoy d¨ªa. Y no solo eso. El talento de Chaplin supera sus propias pel¨ªculas, proyect¨¢ndose m¨¢s all¨¢ de s¨ª mismo. Chaplin es un icono del humor, define la risa frente a la adversidad. Y esto, para m¨ª, es algo trascendental. No hay nada m¨¢s importante que la risa, entendida como arma y escudo contra la l¨®gica de lo serio, de la s¨®lida e inquebrantable realidad, ¨¢spera y hostil como roca volc¨¢nica. El humor es el motor que pone en marcha la maquinaria del pensamiento, dotando al hombre de la energ¨ªa necesaria para soportar el sabor amargo de la existencia. Pero todo esto tan rimbombante no es idea m¨ªa.
La risa, entendida como m¨¦todo de conocimiento, es una de las ideas marginales de la filosof¨ªa m¨¢s perseguidas, precisamente por su car¨¢cter disolvente y contradictorio. Pocos textos han hablado de ello, aunque Arist¨®teles dejase claro que lo ¨²nico que nos diferencia de los animales es que ellos no se r¨ªen. Quiz¨¢ por eso Sean Connery buscaba desesperadamente el segundo volumen de la Po¨¦tica en El nombre de la rosa, intentando comprender algo inasible.
Discurso final de 'El gran dictador'. / YOUTUBE
Intuido por Hegel en su dial¨¦ctica, la risa forma parte de esa ant¨ªtesis necesaria para llegar a la s¨ªntesis totalizadora. Woody Allen, en boca de Lester, el personaje interpretado por Alan Alda, es quien, en esa formidable pel¨ªcula, Delitos y faltas, afirmaba rotundamente que ¡°la comedia es drama m¨¢s tiempo¡±. Sin embargo, siguiendo al creador de La quimera del oro, me atrevo a ponerlo en duda. ¡°La vida de cerca es drama y de lejos es comedia¡±, dec¨ªa Chaplin, subrayando una caracter¨ªstica b¨¢sica, su car¨¢cter espacial. La comedia es drama m¨¢s espacio. Es la posici¨®n del espectador, su situaci¨®n geogr¨¢fica con respecto al drama, la que identifica la comedia, no su distanciamiento temporal.
Este debate recuerda a la filosof¨ªa escol¨¢stica, pero en cuestiones acerca del hombre y del alma, desgraciadamente, partimos de principios anclados en lo m¨¢s profundo del pensamiento cristiano. ?Por qu¨¦ la comedia est¨¢ fuera y el drama est¨¢ dentro? ?Por qu¨¦ la trayectoria narrativa del drama es descendente y la comedia asciende? Por analog¨ªas. La tragedia es m¨¢s humana porque habla del dolor, y por tanto est¨¢ m¨¢s cerca del coraz¨®n. Est¨¢ dentro de nosotros. El drama duele, y lo que duele es lo m¨¢s profundo, la propia identidad. La comedia es cosificada al ser un sentimiento ajeno al hombre: est¨¢ ¡°afuera¡±, en la piel. La comedia, por tanto, es ¡°superficial¡± y anal¨®gicamente ¡°fr¨ªvola¡±, digamos que carece de importancia, al definirse a s¨ª misma como ¡°externa¡± al ser humano. El drama desciende porque el protagonista es el h¨¦roe, que cae del Olimpo a causa de sus pecados. La comedia asciende porque su h¨¦roe es un tipo miserable (¡°Un pobre hombre metido en una tremenda historia¡±, como dec¨ªa Hitch), que va subiendo por una monta?a de obst¨¢culos, tras sortear una serie de rid¨ªculas situaciones, hasta el final feliz.
El drama propone adem¨¢s una reflexi¨®n: una pel¨ªcula seria puede llegar a ser analizada en el mismo proceso de su disfrute. En un drama tienes tiempo para pensar y, por tanto, colaborar en su desarrollo. El espectador no es ajeno a las conclusiones que genera el espect¨¢culo, participa de ellas. La comedia, sin embargo, no se deja analizar.
Me explico: est¨¢s viendo un drama y puedes pensar sobre ello: me gusta, lo entiendo, comprendo las correspondencias entre las secuencias. Me llega, tengo tiempo para reaccionar (a veces, demasiado tiempo). La comedia no. La comedia te hace re¨ªr en un instante, en un impacto irreflexivo, como si se tratase de un cortocircuito. La comedia prescinde del coraz¨®n, atravesando la corteza cerebral y penetrando en un lugar rec¨®ndito del cerebro, salt¨¢ndose todos los controles. La comedia y su ¨¢tomo, el gag, hablan directamente con un ¨²nico interlocutor, el inconsciente. Te r¨ªes, s¨ª, pero en realidad no sabes por qu¨¦. ¡°Porque es absurdo¡±, solemos responder, o ¡°porque es contradictorio¡±, incluso ¡°porque no me lo esperaba¡±. Mucho m¨¢s tarde, cuando el espect¨¢culo ha finalizado, el cerebro, normalmente humillado, hace un esfuerzo por entender lo ocurrido, buscando correspondencias, y al saberse derrotado afirma: s¨ª, es un humor muy inteligente, muy sutil. Pero en realidad el verdadero humor, el humor de Chaplin, no es inteligente. Entendedme: es mucho m¨¢s que eso. Es salvaje, instintivo, inconsciente, contradictorio, absurdo: es decir, incontrolable y esencialmente peligroso, pero absolutamente necesario para comprender eso que llamamos vida.
Reconozcamos que la gente aprecia m¨¢s a S¨®focles que a Arist¨®fanes. La risa sigue siendo, precisamente, algo que da risa, que no es serio. Por eso Chaplin no es mejor que Welles y Wilder mejor que Dreyer. Sin embargo, junto a Bergson, yo opino sinceramente que la risa es una cosa muy seria, y les advierto que Bergson no era un payaso, precisamente. Amando de Miguel habla de Bergson y Chaplin encontrando interesantes confluencias en su ensayo sobre el Quijote. No s¨¦ si Chaplin ley¨® a Bergson, pero, desde luego, lo parece.
Lo contradictorio, lo opuesto enfrentado, son componentes esenciales de la risa, y del personaje de Chaplin. No solo su indumentaria, sino, sobre todo, su extra?o comportamiento. Es tremendamente activo, incluso hist¨¦rico, y al mismo tiempo profundamente est¨¢tico. Pero lo que hace genial el texto de Bergson es el descubrimiento de que la risa se produce por la brusca interrupci¨®n de un comportamiento mec¨¢nico repetitivo. Un resbal¨®n con un pl¨¢tano, el ¨¢tomo indivisible del humor, se fundamenta exactamente en ese principio. Al caer y quedarse sentado absurdamente, la v¨ªctima sufre un cambio espont¨¢neo en su movimiento que, por supuesto, no es premeditado. El hombre deber¨ªa seguir andando mec¨¢nicamente, como anda Charlot, parecido a un t¨ªtere con su (contradictorio) bast¨®n el¨¢stico, pero se cae y llega (absurdamente) a una postura no prevista. Chaplin se r¨ªe de la marioneta, de los mu?ecos que nos movemos en una especie de rueda mec¨¢nica que solo el absurdo es capaz de romper.
Chaplin nunca llegar¨¢ al n¨²mero uno en esa lista de grandes directores de la historia, aunque La quimera del oro, Tiempos modernos, Candilejas o El gran dictador se encuentren siempre en los primeros puestos. No ocurrir¨¢ porque la comedia nunca superar¨¢ al drama, y en verdad les digo que esa y no otra es nuestra aut¨¦ntica tragedia. Nunca entenderemos que la comedia es lo m¨¢s serio que existe. Pocas pel¨ªculas he visto m¨¢s divertidas, inteligentes y arriesgadas que El gran dictador. Su discurso final, tremendamente verdadero y serio, no nos hace ninguna gracia, pero nos llena de esperanza. Si Chaplin se atreve, ?por qu¨¦ no nos atrevemos todos?
Taschen, esa editorial de libros maravillosos, acaba de sacar un volumen recopilatorio de la obra del genial Charles Chaplin. Docenas de im¨¢genes in¨¦ditas de sus rodajes, as¨ª como un exhaustivo estudio de su m¨¦todo de trabajo. Una oportunidad ¨²nica para revisitar la obra del maestro del humor. Dice Amando de Miguel que ¡°la cultura es (¡) el acuerdo que existe para poder re¨ªrnos de los mismos objetos¡±. Espero que este magn¨ªfico libro nos ayude a entender mejor la figura de uno de los hombres que m¨¢s ha hecho por la cultura en el pasado siglo.
El libro Los archivos de Charlie Chaplin, publicado por la editorial Taschen, recoge conversaciones, entrevistas y 900 im¨¢genes que revelan el proceso escondido tras sus pel¨ªculas.
elpaissemanal@elpais.es
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