Por qu¨¦ debemos dejar de re¨ªrnos de las frases cursis de otros en Facebook
?Mensajes vacuos e irreflexivos? Puede ser. Pero tambi¨¦n una t¨¦cnica solvente para afrontar los problemas cotidianos
El poder terap¨¦utico de la escritura se ha venido investigando desde finales de la Edad Media, pero fue a partir del siglo XX cuando numerosos ensayos concluyeron que su capacidad curativa era bastante mayor de lo que se sospechaba. Seg¨²n un estudio publicado por la American Psychological Association en 2002, realizado por los psic¨®logos James Pennebaker, de la Universidad de Texas, y Joshua Smyth, de la Universidad de Syracuse, ¡°escribir sobre las emociones no solo ayuda a liberar tensi¨®n y a superar los traumas, sino que incluso puede aliviar el dolor y mejorar el funcionamiento del sistema inmunol¨®gico¡±. Ahora bien, ?qu¨¦ sucede cuando no tenemos facilidad para escribir o carecemos de tiempo para explayarnos haci¨¦ndolo y nuestro diario se reduce a frases de f¨¢cil digesti¨®n como ¡°despu¨¦s de una tormenta siempre sale el sol¡±, ¡°deja de pensar en la vida y lim¨ªtate a vivirla¡± o ¡°voy a darme un estupendo paseo con mi beb¨¦¡±, ya sea en cuadernos o en redes sociales? En este caso, ?somos fr¨ªvolos y exhibicionistas o nos beneficiamos de este impulso m¨¢s bien cursi? La psic¨®loga Alicia L¨®pez de Fez, con centro propio en Valencia, afirma lo siguiente: ¡°No hace falta escribir tres folios de palabras amables para empezar a sentirnos liberados. Las frases positivas, por cortas y escasas que sean, son asimiladas por el ¨¢rea derecha del cerebro, que es el de las emociones, y enseguida nos generan placer, sorpresa, alegr¨ªa¡ Indiscutiblemente, todas estas emociones nos ayudan a afrontar el d¨ªa con una mejor predisposici¨®n¡±.
El efecto de las frases dura y dura
La psic¨®loga Elena Aparicio, del Centro de Psicolog¨ªa Kamyno, en A Coru?a, es de la misma opini¨®n: ¡°Las frases que ocupan nuestro pensamiento determinan nuestro estado emocional, este afecta a nuestra conducta y ambos a nuestra salud, por lo que si esa frase con la que iniciamos el d¨ªa es optimista, todo nos ir¨¢ mejor. Si escribimos por la noche y por estresante o aburrida que haya sido nuestra jornada, logramos sacar un detalle positivo de lo vivido, tendremos un sue?o m¨¢s reparador y por la ma?ana nos levantaremos con un talante m¨¢s alegre. En cualquier caso, es muy buena costumbre anotar en una libreta o en el m¨®vil cada pensamiento o vivencia diaria que nos produzca bienestar, porque as¨ª generamos m¨¢s endorfinas, que son las llamadas 'hormonas de la felicidad¡±. Este h¨¢bito nos sirve de entrenamiento para centrar la atenci¨®n en los aspectos m¨¢s positivos de cada d¨ªa y se convierte en una herramienta perfecta para potenciar el optimismo. Y no solo en esa jornada que estamos viviendo, sino tambi¨¦n en las posteriores, porque al releer lo escrito volvemos a sentirnos tan bien como cuando lo escribimos¡±.
Efectivamente, una investigaci¨®n realizada por el cient¨ªfico Ting Zhang, de la Harvard Business School, publicada en Science News en 2014, demuestra que el efecto positivo de las frases escritas perdura en el tiempo. Su experimento consisti¨® en pedir a un grupo de participantes que anotaran algo agradable que les hab¨ªa ocurrido durante el d¨ªa, como una charla distendida con un amigo o alguna actividad entretenida realizada con los ni?os. Siete meses m¨¢s tarde les pidi¨® que releyeran lo escrito y le contaran qu¨¦ hab¨ªan sentido al hacerlo. Las respuestas fueron concluyentes: los voluntarios no solo hab¨ªan disfrutado al revivir el momento (todos se sintieron m¨¢s felices al recordarlo), sino que hab¨ªan aprendido a transformar un acto aparentemente balad¨ª y cotidiano en algo muy especial, a dar m¨¢s sentido a cada instante vivido y a fijarlo mejor en su memoria.
Redes sociales de color rosa
Ahora bien, es indiscutible que la llegada de las nuevas tecnolog¨ªas ha transformado nuestra forma de comunicarnos e infinidad de personas han sustituido el diario ¨ªntimo y privado por la publicaci¨®n de frases de esperanza y motivaci¨®n en Facebook o Twitter, accesibles a medio mundo. ?De d¨®nde surge esa imperiosa necesidad de compartir pensamientos, deseos y vivencias personales? Investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron el motivo de este impulso gracias a un estudio realizado en 2012. Seg¨²n sus conclusiones, revelar informaci¨®n acerca de uno mismo activa en el cerebro la misma sensaci¨®n de placer que obtenemos al comer, ganar dinero o mantener relaciones sexuales. No en el mismo grado, por supuesto, pero la ciencia deja claro que las autorrevelaciones son una experiencia de lo m¨¢s gratificante, que nos ayudan a sentirnos m¨¢s felices. Al hilo de esto, la psic¨®loga Elena Aparicio a?ade: ¡°En 1943, mucho antes de la aparici¨®n de Internet, el psic¨®logo estadounidense Abraham Maslow describ¨ªa en Teor¨ªa sobre la Motivaci¨®n Humana que, para alcanzar el bienestar, hay que tener cubiertas las necesidades m¨¢s b¨¢sicas (fisiol¨®gicas y de seguridad), y una vez satisfechas estas, toca cubrir la necesidad social de afiliaci¨®n, de reconocimiento del grupo. Al compartir en Facebook, Twitter o Instagram nuestras vivencias o pensamientos positivos perseguimos tres objetivos: primero, mostrarnos ante los dem¨¢s como personas optimistas, lo que ya es un gran valor. Segundo, reforzarnos en nuestra propia idea, lo que nos ayuda a mantenernos firmes en ella. Y tercero, contagiar a los dem¨¢s y, como consecuencia, conseguir su tan ansiada aprobaci¨®n, necesidades b¨¢sicas de las que hablaba Maslow. Por eso las redes sociales se han extendido tanto en tan pocos a?os¡±.
¡°Otro motivo de su ¨¦xito es que se crea una especie de feedback entre los usuarios¡±, apostilla Alicia L¨®pez de Fez: ¡°Nosotros escribimos una frase positiva y nuestros amigos y seguidores nos responden con otra u otras del mismo estilo, lo que a su vez hace que todos nos contagiemos de sentimientos m¨¢s amables y alegres". Una investigaci¨®n de la Universidad de Waterloo (Canad¨¢) adjudicaba, hace unos meses, a los autores de estas sentencias una escasa inteligencia. L¨®pez de Fez difiere: "Que escribamos frases como 'no hay nada que te pueda asustar si te niegas a tener miedo' o 't¨² tienes la llave para dejar de vivir encadenado' no implica que vayamos a tomarnos cada palabra al pie de la letra, sino solo que gracias a ellas potenciamos sensaciones positivas que nos ayudan a suavizar, aliviar y aligerar los problemas que nos vamos encontrando durante el d¨ªa". De hecho, la mayor¨ªa de las frases que se publican en redes sociales hacen alusi¨®n a cosas bonitas. "Quiz¨¢ porque cuando nos encontramos mal no queremos recrearnos en ese estado, sino salir de ¨¦l enseguida¡±, concluye la experta.
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