'Mindfulness', ?ciencia o m¨¢rketing?

Seducidos por su incomparable lista de beneficios, hace a?os que millones de personas en todo el mundo desarrollan su capacidad de atenci¨®n plena (mindfulness) a trav¨¦s de la meditaci¨®n. Muchos para pararle los pies al estr¨¦s, otros para evitar recaer en la depresi¨®n y todos porque sencillamente les hace sentirse bien. Sin embargo, ?hasta d¨®nde llegan realmente los beneficios del mindfulness? Y lo m¨¢s importante: ?son todos ellos positivos o tambi¨¦n tiene efectos secundarios adversos?

Dejemos, de momento, estas dos preguntas en el aire con el ¨¢nimo de que sea usted el que las resuelva al final de estas l¨ªneas y, mientras, veamos qu¨¦ dicen sobre esta meditaci¨®n de moda la psicolog¨ªa, psiquiatr¨ªa, neurolog¨ªa e, incluso, el m¨¢rketing y la filosof¨ªa.

Los puntos sobre las ¨ªes

¡°El mindfulness no es una t¨¦cnica de meditaci¨®n¡±. Esta es la primera aclaraci¨®n que Luis L¨®pez Gonz¨¢lez, director del M¨¢ster en Relajaci¨®n, Meditaci¨®n y Mindfulness que se imparte en el Instituto de Ciencias de la Educaci¨®n de la Universidad de Barcelona, quiere hacer sobre esta cuesti¨®n. E insiste: ¡°No es una t¨¦cnica ni un entrenamiento. Es una cualidad de la mente que todos poseemos y que consiste en estar atento al momento presente, tanto en lo que acontece dentro de m¨ª como en lo que ocurre fuera de nosotros mismos¡±.

¡°Es una escoba que limpia bajo la alfombra dejando a la vista lo que estaba oculto¡±, Luis L¨®pez

Ahora bien, aclarado el qu¨¦, la siguiente cuesti¨®n ser¨ªa el c¨®mo. Seg¨²n L¨®pez Gonz¨¢lez, todo ser humano tiene la capacidad innata de prestar atenci¨®n a sus experiencias, sin juzgarlas y con total aceptaci¨®n. Pero, ?c¨®mo desarrollar esa cualidad? O dicho de otro modo, ?c¨®mo se adquiere mindfulness? Aunque el experto se?ala la meditaci¨®n como el m¨¦todo principal para lograrlo, tambi¨¦n reconoce que no es la ¨²nica v¨ªa. ¡°Mi madre no hac¨ªa meditaci¨®n, pero si le hubieran medido su nivel de mindfulness, estoy convencido de que hubiera sido muy alto. ?Qu¨¦ quiero decir con esto? Que del mismo modo que hoy buscamos mayoritariamente desarrollar la atenci¨®n plena por este medio, mi madre y muchas otras personas obtienen de la vida y sus acontecimientos una pedagog¨ªa de aceptaci¨®n profunda del momento presente, lo cual no es otra cosa que lo que llamamos mindfulness¡±, sostiene el experto. Otro ejemplo: cuando alguien atraviesa una grave enfermedad, ¡°es posible que esa persona aprenda a asumir o aceptar la realidad tal cual es en ese momento¡±, es decir, que est¨¢ poniendo en pr¨¢ctica esta cualidad.

Entonces, ?qu¨¦ tiene de novedoso? L¨®pez Gonz¨¢lez resuelve con rotundidad haciendo un repaso de este concepto a lo largo del tiempo. ¡°Antiguamente, el desarrollo consciente de la atenci¨®n ten¨ªa su origen en las tradiciones religiosas y filos¨®ficas. No pose¨ªa un tratamiento cient¨ªfico. Sin embargo, ahora esta capacidad es observable, valorable y entrenable¡±, explica. La cuesti¨®n es que si esto fuera as¨ª al 100%, este concepto ya tendr¨ªa no uno, sino los dos pies dentro de la casa de la comunidad cient¨ªfica. Sin embargo, es precisamente la no existencia de demostraciones emp¨ªricas el motivo de la discordia entre sus defensores y detractores.

Mucho ruido y pocas pruebas

Expertos como L¨®pez Gonz¨¢lez o Alexandre Belnet, profesor de Mindfulness-Based Stress Reduction (Reducci¨®n del estr¨¦s basada en mindfulness, MBSR), autorizado por el Center for Mindfulness in Medicine, Health Care, and Society de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos), y director del Institut Mindfulness de Palma de Mallorca, aseguran que existen "cientos de publicaciones cient¨ªficas que demuestran sus efectos saludables¡±. Ana Arrab¨¦, instructora de MBSR por el mismo centro estadounidense, corrobora esta afirmaci¨®n y afirma que ¡°el crecimiento del n¨²mero de publicaciones cient¨ªficas sobre este asunto ha sido espectacular, pasando de cuatro art¨ªculos en el a?o 2000 a alrededor de 500 en 2015¡±. En opini¨®n de la experta, ¡°este incremento se debe a que los protocolos que desarrollan la conciencia plena pueden aplicarse a much¨ªsimos campos. De modo que los resultados son interesantes tanto para el mundo acad¨¦mico como para la ense?anza o la empresa¡±.

Uno de estos estudios, publicado en 2013 en Journal of Consulting and Clinical Psychology, concluye que la aplicaci¨®n del Programa MBC, que integra pr¨¢cticas de mindfulness con terapia cognitivo-conductual, reduce un 43% las reca¨ªdas en personas que padecen depresi¨®n. Un porcentaje que Daniel Mart¨ªn Fern¨¢ndez-Mayoralas, profesor de la Universidad Europea y neur¨®logo del Hospital Universitario Quir¨®n, atribuye ¡°a la activaci¨®n de estructuras neuronales relacionadas con funciones ejecutivas como la memoria de trabajo y la mejora de la concentraci¨®n, las cuales forman parte de uno de los mecanismos determinantes en la recuperaci¨®n de los pacientes por depresi¨®n¡±. Seg¨²n este neur¨®logo, la pr¨¢ctica de la plena conciencia ¡°genera cambios en centros emisores de serotonina, el neurotransmisor estrella de la patolog¨ªa afectiva¡±.

Lo cierto es que, aunque este especialista es capaz de dar una explicaci¨®n neurol¨®gica a los resultados de ese estudio, tambi¨¦n advierte de que, en su opini¨®n, no existe una certeza absoluta en lo que a los efectos de la meditaci¨®n se refiere. ¡°Esto se debe fundamentalmente a que existen limitaciones metodol¨®gicas en la mayor¨ªa de los trabajos publicados sobre las correlaciones entre ¨¢reas y circuitos, y los diagn¨®sticos y tratamientos que se utilizan en los diferentes trastornos analizados¡±, explica.

Razones antimindfulness

De esta llamada a la prudencia desde la neurolog¨ªa, pasamos a la advertencia de Marta Campos Ruano, jefa de servicio de Psicolog¨ªa del Hospital de la Zarzuela (Madrid), quien aconseja no perder de vista los efectos adversos relacionados con el desarrollo de la atenci¨®n plena. ¡°El mindfulness no es la panacea. Creo que est¨¢ muy bien como ayuda complementaria para superar ciertos problemas de salud mental, pero existen consecuencias negativas¡±, asevera. No obstante, matiza: ¡°Aunque es cierto que existen efectos nocivos asociados a la meditaci¨®n, es justo decir que en ning¨²n caso se puede afirmar que su pr¨¢ctica sea la ¨²nica responsable de un cuadro de depresi¨®n, ansiedad o un brote psic¨®tico. Ahora bien, lo que s¨ª puede hacer es favorecer que salgan a la superficie este tipo de patolog¨ªas que ya estaban latentes¡±.

Y es ah¨ª, en esa patolog¨ªa dormida que menciona donde est¨¢ el quid de la cuesti¨®n: ¡°Un instructor incapaz de detectarla o tratarla podr¨ªa despertar los efectos adversos de la meditaci¨®n. Por eso, es fundamental saber en manos de qui¨¦n estamos ya que si son las err¨®neas es posible caer en el aislamiento o crear una relaci¨®n de dependencia patol¨®gica¡±. Va m¨¢s all¨¢ el catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa y director del Instituto Espa?ol de Investigaciones Psiqui¨¢tricas de Madrid, Enrique Rojas, quien adem¨¢s de compartir la opini¨®n de Campos, afirma: ¡°Sin duda, desaconsejar¨ªa el mindfulness en pacientes obsesivos, aprensivos o que presentasen muestras de excesivo nerviosismo¡±. Ana Arrab¨¦ expresa tambi¨¦n el riesgo que conlleva la preexistencia de patolog¨ªas y por ello, en los formularios de admisi¨®n de los cursos que imparte de MBSR, los solicitantes deben informar si est¨¢n siguiendo alg¨²n tipo de terapia en ese momento. ¡°Es muy importante que el instructor tenga esta informaci¨®n ya que los ejercicios que se practican a lo largo de las ocho semanas que dura el curso pueden hacer aflorar este tipo de patolog¨ªas¡±.

Parece clara la unanimidad en cuanto al poder de la meditaci¨®n para que los trastornos psicol¨®gicos subyacentes salgan a la luz. Tambi¨¦n Luis L¨®pez Gonz¨¢lez apoya esta idea y compara ¡°el mindfulness con una escoba que limpia debajo de la alfombra dejando a la vista todo lo que estaba oculto, tanto lo bueno como lo malo. Y si lo que hab¨ªa era una depresi¨®n, es posible que se manifieste¡±.

Ahora bien, adem¨¢s de ser un factor desencadenante, Campos se?ala otro posible efecto que, aunque de forma indirecta, tambi¨¦n puede resultar peligroso: ¡°En ocasiones, hay personas estresadas o deprimidas que dejan su tratamiento y se centran en exclusiva en la meditaci¨®n, lo cual puede resultar, cuando menos, arriesgado¡±.

Atenci¨®n plena para un mundo descentrado

?Consulta el correo mientras atiende al tel¨¦fono? ?Ve la televisi¨®n sin dejar de navegar por Internet? En definitiva, ?hay alg¨²n momento en el que haga una sola cosa y ponga en ella toda su atenci¨®n? ?No? Entonces ha contestado como la mayor¨ªa y forma parte de esa sociedad propensa a la proliferaci¨®n del mindfulness.

Este concepto, de origen budista y occidentalizado gracias a Jon Kabat-Zinn, comenz¨® su andadura hace casi cuatro d¨¦cadas con el fin de acabar con el estr¨¦s y el dolor cr¨®nico. Sin entrar en si ha sido capaz de hacerlo o no, de lo que no cabe duda es que este concepto se ha colado en centros de salud, universidades y organizaciones empresariales de todo el mundo. Sobre todo, gracias a los atractivos beneficios que difunde, los cuales encajan como anillo al dedo en una sociedad que necesita bajar las pulsaciones y aumentar la concentraci¨®n.

Seg¨²n el profesor Alexandre Belnet, algunas de las bondades de la atenci¨®n plena son:

? Claridad mental.

? Regulaci¨®n emocional.

? Comunicaci¨®n fluida.

? Capacidad para disfrutar de la vida.

? Autocompasi¨®n.

? Desidentificaci¨®n de los pensamientos negativos.

Una lista que, sin duda, podr¨ªa ser tremendamente eficaz como argumento de venta en una campa?a de m¨¢rketing. Sin embargo, Antonio Salcedo, profesor del M¨¢ster en Direcci¨®n de Personas y Desarrollo Organizativo (ESIC, Business and Marketing School, Barcelona), no cree que el ¨¦xito del mindfulness sea el resultado de la aplicaci¨®n de una estrategia de ventas. Piensa que "es una moda procedente de la civilizaci¨®n anglosajona presentada de un modo que la hace parecer sofisticada, veraz e innovadora".