La superp¨ªldora que todo lo cura, ?a la venta pr¨®ximamente?
Si existiera una p¨ªldora para prevenir todas las enfermedades, ?la tomar¨ªa? ?Y si le dij¨¦ramos que tiene los mismos efectos que un estilo de vida saludable¡?
Son las diez de la ma?ana y el cartero llama al timbre. Abre el paquete certificado y encuentra, por fin, su pedido: un bote blanco nacarado, procedente de la empresa Elysium Health, que contiene 60 p¨ªldoras. Dosis suficientes para todo un mes. Su precio ¨C50 d¨®lares¨C no parece excesivo para lo que ofrece: frenar, de manera eficaz, el envejecimiento.
The New York Magazine publicaba este mes un completo art¨ªculo sobre el producto desarrollado por Leonard Guarente, director del Center for Science of Aging Research del prestigioso Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT), que ya se ha empezado a comercializar y que se anuncia como ¡°el primer producto de salud celular en todo el mundo¡±.
Muy prometedor hasta que, investigando, nos topamos con la pol¨¦mica¡ (o una posible estafa). Leonard Guarente es uno de los m¨¢s eminentes investigadores en este campo al que ha dedicado m¨¢s de 30 a?os de estudio. Pero tambi¨¦n es conocido por uno de los mayores fiascos en la ciencia del envejecimiento: el Resveratrol. Bautizado como ¡°la mol¨¦cula de la juventud¡±, este antioxidante salt¨® a las portadas de todos los medios y los estantes de farmacias se llenaron con productos, cremas y cosm¨¦ticos basados en este compuesto.
La eficacia, demostrada in vitro en pruebas con levaduras y moscas, unida a que la composici¨®n de estos derivados se basaba en productos naturales como la uva o los cacahuetes, hicieron que su comercializaci¨®n fuese casi imparable y sus ventas subieron como la espuma. Sin embargo, estos productos a¨²n no cuentan con ninguna prueba o ensayo cl¨ªnico en humanos, los resultados prometidos jam¨¢s se han testado para comprobar si tienen efectos secundarios y, para terminar, la gran mayor¨ªa del resto de laboratorios del mundo no ha conseguido replicar en estudios independientes las grandes ventajas que se promet¨ªan.
Para Manuel Collado, jefe del Laboratorio de C¨¦lulas Madre en C¨¢ncer y Envejecimiento del Instituto de Investigaci¨®n Sanitaria de Santiago de Compostela, cuando nos hablan de este tipo de pastillas m¨¢gicas nos encontramos ante una elaborada y precisa maquinaria de m¨¢rketing que funciona de la siguiente manera: usted realiza estudios rigurosos sobre un determinado compuesto, comprueba que funciona en laboratorio con modelos como levaduras, moscas o ratones, y aprovecha esa ciencia para desarrollar un producto comercial. Si alguien pregunta por los resultados, muestra sus estudios en levaduras. Si la Agencia Estatal del Medicamento pregunta por su peligrosidad, explica que los componentes son naturales, asegura que es un suplemento vitam¨ªnico o un complemento diet¨¦tico y promete que lo indicar¨¢ (en letra muy peque?a, eso s¨ª) en la etiqueta. A continuaci¨®n, acude a The New York Magazine y aprovecha su tir¨®n medi¨¢tico, junto el de algunos cient¨ªficos de renombre, para anunciar a bombo y platillo que tiene la pastilla definitiva, la fuente de la vida, el primer paso hacia el sue?o dorado de la inmortalidad... El cartero llama al timbre. Abre el paquete certificado y encuentra, por fin, su pedido: un frasco de vitaminas que ofrece poco m¨¢s de lo que conseguir¨ªa comi¨¦ndose un simple pl¨¢tano, pero a precio de oro¡
Una b¨²squeda milenaria
Los antiguos griegos nos legaron una palabra que hoy suena ex¨®tica y mitol¨®gica: panacea. Los ¨¢rabes tuvieron su exeer al-hayat o elixir de la vida; los alquimistas medievales, sus pociones m¨¢gicas; los cantares de gesta, sus curas milagrosas; y hasta nuestro Don Quijote se desvel¨® durante varios cap¨ªtulos buscando el b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s. Desde tiempos inmemoriales los humanos, fr¨¢giles pero incansables y curiosos, se han enfrascado en la dif¨ªcil epopeya de encontrar una cura para todos y cada uno de los males que nos aquejan. La b¨²squeda, posiblemente interminable, del maravilloso remedio para todo (pan¨Cakos) se remonta milenios atr¨¢s en la historia del hombre y, por supuesto, contin¨²a en nuestros d¨ªas.
La metformina, un compuesto muy utilizado para la diabetes, incluido por la OMS en la lista de Medicamentos esenciales para la humanidad, es capaz de alargar un 20% la vida en ratones
Si tenemos en cuenta que la esperanza media de vida en la Antigua Grecia se situaba en torno a los 30 a?os, y que en la actualidad la media mundial ya ha superado los 70 a?os ¨Cy los 80 en muchos pa¨ªses¨C, objetivamente bien podr¨ªamos decir que estamos en el buen camino. Vivimos m¨¢s del doble que aquellos que compartieron tiempos con Galeno e Hip¨®crates y, a¨²n as¨ª, seguimos lejos de alcanzar totalmente lo que significa el t¨¦rmino panacea¡ aunque, en determinados campos de la medicina, quiz¨¢ no tanto.
Pero empecemos de forma menos metaf¨®rica y seamos pr¨¢cticos, lo que nos obliga a analizar primero el problema antes de llegar al remedio. O lo que es lo mismo, pregunt¨¦monos de qu¨¦ nos morimos los humanos. Seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), lo hacemos de problemas cardiovasculares, tumores, procesos neurodegenerativos y complicaciones respiratorias: m¨¢s de un 65% de las defunciones que ocurren en nuestro pa¨ªs se debe a alguna de esas causas, siendo las cardiovasculares las que tienen mayor prevalencia. A escala mundial, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) se?ala, con pocas diferencias, los mismos culpables: enfermedades del coraz¨®n, infartos, enfermedades pulmonares e infecciones respiratorias, hipertensi¨®n¡ Todos muy comunes en la vejez.
?Y por qu¨¦ envejecemos?
La pregunta es sencilla, pero la respuesta complicada. El c¨¦lebre bioqu¨ªmico espa?ol Carlos L¨®pez Ot¨ªn dec¨ªa que envejecemos por la ¡°p¨¦rdida de la armon¨ªa molecular¡±, una frase muy po¨¦tica, pero que en muchos aspectos se ajusta perfectamente a la realidad.
El propio mecanismo de la vida conlleva una serie de errores y de da?os para los cuales, si bien estamos preparados, se van acumulando con el tiempo y llega un momento en que ese deterioro causa un desequilibrio, molecular y de sistema, que impide que podamos continuar manteniendo el organismo correctamente. ¡°Es cierto que ese deterioro cada vez llega m¨¢s tarde porque tenemos mejor alimentaci¨®n, mejor higiene, mejores tratamientos m¨¦dicos..., todo esto ha permitido controlar muchos de esos desequilibrios¡±, explica el bioqu¨ªmico; ¡°pero si consigui¨¦semos entender mejor los mecanismos b¨¢sicos de ese proceso de envejecimiento podr¨ªamos desarrollar alg¨²n tipo de compuesto que permita ralentizar el proceso, o incluso revertirlo fomentando la reparaci¨®n y la regeneraci¨®n¡±.
Algunos candidatos que prometen
Para Collado, la idea de una quim¨¦rica pastilla de la eterna juventud le parece una buena ocasi¨®n para repasar los avances reales que se est¨¢n realizando en nuestros d¨ªas. ¡°M¨¢s que una pastilla para vivir eternamente, o para vivir mil a?os como pretenden algunos, lo que la mayor¨ªa de investigadores realmente estamos buscando es una forma de llegar en buen estado de salud, tanto f¨ªsica como mental, a edades avanzadas¡±. No obstante, nos plantea una curiosa paradoja a la hora de investigar terapias antienvejecimiento: ¡°El problema es que, como todo en medicina, necesitamos ensayos cl¨ªnicos bien controlados, extensos... Y envejecer no se considera una enfermedad, por lo que ahora mismo no existe ning¨²n organismo regulatorio en el mundo que permita realizar estudios cl¨ªnicos serios para ver si algo tiene un efecto sobre el envejecimiento en humanos¡±.
El envejecimiento no se considera una enfermedad, por lo que ning¨²n organismo permite estudios cl¨ªnicos serios para ver si alg¨²n compuesto tiene un efecto sobre el proceso
Una de las investigaciones m¨¢s prometedoras en este campo dio como resultado la Metformina, un compuesto muy utilizado para la diabetes que se administra a toneladas en todo el mundo, y que est¨¢ incluido por la OMS en la lista de Medicamentos Esenciales para la Humanidad. ¡°Existen numerosas investigaciones que han demostrado que es capaz de extender la vida en ratones hasta un 20%, lo que trasladado a humanos podr¨ªa suponer llegar a cumplir 140 a?os¡±.
Efectivamente, la Agencia del Medicamento estadounidense (FDA) no permite ensayos cl¨ªnicos en seres humanos puesto que la vejez no est¨¢ considerada como una enfermedad. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa. Y como la Metformina es un f¨¢rmaco que se administra a pacientes con diabetes, un equipo de investigadores se las ha arreglado para convencer a la FDA a realizarlo y as¨ª poder estudiar de manera colateral los posibles efectos rejuvenecedores en este tipo de pacientes. En estos momentos se est¨¢ llevando a cabo el primer ensayo cl¨ªnico con humanos, y sus conclusiones nos dar¨¢n las primeras pistas de si la Metformina funciona tan bien en personas como lo hace en ratones.
Otro candidato prometedor es la Rapamicina, un compuesto muy utilizado en trasplantes por sus propiedades inmunodepresoras y antitumorales. ¡°Su uso se encuentra muy extendido para evitar posibles rechazos en pacientes a quienes se trasplanta alg¨²n ¨®rgano; pero adem¨¢s, diversas investigaciones apuntan que tambi¨¦n detiene el envejecimiento, aunque nuevamente los estudios se han realizado solo en ratones¡±. La ventaja de este medicamento es que adem¨¢s existen estudios, como los publicados en Nature, que indican que puede administrarse en ratones ya adultos con buenos resultados, por lo que el tratamiento no depender¨ªa de la edad y podr¨ªa administrarse en personas con edad avanzada.
Todos estos trabajos han conseguido resultados notables en los modelos m¨¢s utilizados como la levadura, en la mosca de la fruta o en roedores. Por supuesto, queda un largo camino para saber si esas ventajas son tambi¨¦n extrapolables e igualmente eficaces en humanos, pero nos permiten ser cada vez m¨¢s optimistas en un campo que hasta hace unas d¨¦cadas parec¨ªa ciencia-ficci¨®n.
¡°Que junten todo en una sola p¨ªldora¡¡±
Quiz¨¢ entonces el primer escal¨®n para lograr la panacea sea simple y llanamente reunir en uno solo varios f¨¢rmacos que ya tratan con eficacia diversas enfermedades. Si usted se pregunta qu¨¦ puede llegar a caber en una sola pastilla, es el momento de presentarle Polypill. Puede sonar a quimera, pero esta superpastilla es una idea que lleva rondando en la cabeza de algunos laboratorios desde hace a?os.
Como hemos adelantado, cuanto mayores nos hacemos, m¨¢s probable es que padezcamos alguna de las diversas y caracter¨ªsticas dolencias de la edad: cardiopat¨ªas, diabetes, colesterol, artritis¡ Tratar todas estas enfermedades suele acarrear un c¨®ctel de pastillas diario que es inc¨®modo y dif¨ªcil de seguir a rajatabla. Seg¨²n la Universidad de Harvard, casi la mitad de los mayores de 50 a?os toman cinco o m¨¢s pastillas todos los d¨ªas, y adem¨¢s, a?ade, no lo llevan muy bien. Se olvidan con frecuencia, se les acaba alguna de ellas o simplemente no las toman en las dosis y horarios prescritos por el m¨¦dico.
Pastillas carambola
El efecto de estos medicamentos radica en atajar una enfermedad que s¨ª se puede prevenir, para curar otra afecci¨®n de la que no tenemos tratamiento. Actualmente, las enfermedades para las que m¨¢s se utilizan son el alzh¨¦imer y las cardiovasculares. Para saber m¨¢s sobre este tipo de pastillas, descargue gratis nuestra aplicaci¨®n.
Hasta ahora, la candidata m¨¢s prometedora a superpastilla es una combinaci¨®n de varios f¨¢rmacos para la presi¨®n arterial (Ramipril, Tiazida, Atenolol), unidos a una estatina para controlar el colesterol (Simvastatina) y finalmente la socorrida aspirina como antiagregante plaquetario y prevenci¨®n frente a ataques card¨ªacos.
Como en algunas ocasiones dos m¨¢s dos no son cuatro, y la principal cuesti¨®n que surgi¨® fue: ?estos medicamentos funcionan tan bien juntos como lo hacen de forma individual? Las respuestas se siguen analizando puesto que, a pesar de que algunos de los estudios han arrojado resultados favorables, a¨²n quedan muchas cuestiones pendientes. Seg¨²n las conclusiones de un estudio aleatorizado y de doble ciego (ni paciente ni investigador saben qu¨¦ tipo de tratamiento se aplica a los participantes), realizado por el Servicio de Nefrolog¨ªa del Hospital Universitario Vall d¡¯Hebron, Barcelona, la estatina ha conseguido disminuir el colesterol, los tres antihipertensivos han reducido los valores de la presi¨®n arterial, y la aspirina disminuy¨® la acumulaci¨®n plaquetaria.
En un primer momento, el origen de la Polypill fue tratar a pacientes diagnosticados con varias afecciones, algo que resultar¨ªa muy ¨²til en aquellos con enfermedades cr¨®nicas, obligados, adem¨¢s, a ingerir un alto n¨²mero de pastillas cada d¨ªa. Con el tiempo, la idea de una sola pastilla para m¨²ltiples enfermedades se ha ampliado con otros fines como la prevenci¨®n de riesgos en personas sanas o su administraci¨®n en las zonas m¨¢s pobres del planeta a las que no llegan suficientes medicamentos.
Por supuesto, no todo son buenas noticias y el camino de la polic¨¢psula est¨¢ siendo arduo. Tambi¨¦n han surgido voces cr¨ªticas, como el director de la Revista Argentina de Cardiolog¨ªa, que opinan que la ilusi¨®n de medicar a toda la poblaci¨®n sana con una sola p¨ªldora sigue siendo pol¨¦mico, puesto que sus componentes no han demostrado eficacia como elementos espec¨ªficamente preventivos. Adem¨¢s, tambi¨¦n debe enfrentarse a cuestiones cruciales como la posible aparici¨®n de efectos secundarios. Por ahora, los estudios no han mostrado un aumento significativo en el riesgo, pero es pronto para asegurar nada.
Se a?ade tambi¨¦n la dificultad de saber cu¨¢les de los diferentes componentes est¨¢n causando esos efectos indeseados. Por no hablar de que, si se desarrollan otros problemas con alguno de ellos, por ejemplo dolores musculares causados por la estatina, se deber¨ªa detener la ingesta del medicamento, con lo que tambi¨¦n dejar¨ªa de tomar el f¨¢rmaco para la presi¨®n arterial y el coraz¨®n¡ Todav¨ªa queda trecho para la polip¨ªldora, pero quiz¨¢ no tanto. Seguiremos a la espera...
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