Perdidos en el subsuelo
DE AQU? a Shangh¨¢i, muchos de los pobladores de las grandes urbes del planeta est¨¢n familiarizados con la variante que por su geograf¨ªa les corresponde de un mismo mapa: el de su red de metro. Este medio de transporte de masas lleva cada d¨ªa a 250 millones de usuarios de casa al trabajo, del trabajo a alg¨²n centro de ocio, de ese centro de ocio a casa. Salirse de la ruta preestablecida implica casi invariablemente la acci¨®n de consultar un plano, seguir sus rayas, muchas veces numeradas y pintadas de colores, hasta dar con el destino buscado. Desde las propuestas m¨¢s cl¨¢sicas hasta otras m¨¢s innovadoras o esquem¨¢ticas, de los subterr¨¢neos m¨¢s intrincados a las l¨ªneas f¨¦rreas m¨¢s modestas, Atlas de metros del mundo (N¨®rdica), de Mark Ovenden, propone un viaje por las entra?as de cerca de un centenar de ciudades, una visi¨®n hist¨®rica y art¨ªstica del dise?o contempor¨¢neo.
Lo que el jazz ha unido¡ Jacky Terrasson y C¨¦cile McLorin Salvant a¨²nan talentos en Cartagena.
Una bestia en la Tate Modern. Philippe Parreno invoca a seres acu¨¢ticos en una instalaci¨®n en Londres.
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