En esta casa no entra el miedo
FOTO: Sandra Pereznieto
Antes de que la arquitecta Rozana Montiel y su equipo trabajaran "con y para" los habitantes de estos bloques de viviendas de San Pablo Xalpa en Azcapotzalco (Ciudad de M¨¦xico) los propios inquilinos hab¨ªan ido vallando, segregando y colonizando su espacio p¨²blico. Quer¨ªan proteger su casa. Tambi¨¦n ampliarla tomando parte del espacio p¨²blico com¨²n.
Montiel los escuch¨®. Entendi¨® que lo que buscaban era espacio para la convivencia, los juegos, las fiestas infantiles y las celebraciones particulares. Tambi¨¦n explic¨® que muchas macetas suman un jard¨ªn. Y que un espacio dividido en metros puede parecer peque?o, pero la suma de esos metros crea una unidad com¨²n. Com¨²n Unidad se llama este proyecto. En poco tiempo y con un coste equivalente a 118 euros por metro cuadrado, cuenta la arquitecta, de este paisaje de verjas que compone todo un retrato de determinadas relaciones vecinales:
Lo mismo sucedi¨® con "el saloncito", el espacio que hab¨ªan ganado al jard¨ªn para organizar los juegos y el estudio de los chavales. De esto:
Se pas¨® a esto otro:
Montiel, que complet¨® una maestr¨ªa de teor¨ªa y cr¨ªtica de la arquitectura en la Polit¨¦cnica de Barcelona, reconoce que este proyecto de rehabilitaci¨®n del espacio p¨²blico para una Unidad Habitacional es emocionante. "Lo es comprobar c¨®mo la comunidad de propietarios ahora se conocen, se saludan, se apoyan, cuidan el espacio, lo limpian y se sienten seguros¡"
Lo primero que hicieron fue instalar m¨®dulos techados "que son m¨¢s que una cubierta porque sus fachadas est¨¢n equipadas para diferentes actividades: pizarrones, muros de escalada, pasamanos y redes". Los inquilinos entendieron que el espacio p¨²blico recuperado se hab¨ªa convertido en una extensi¨®n de cada departamento por eso se unieron para contribuir en el redise?o de su espacio compartido: fueron los mismos vecinos quienes solicitaron la remoci¨®n de las rejas, "tomaron la decisi¨®n de eliminar las barreras y aprovechar sus espacios exteriores llen¨¢ndolos de vida p¨²blica y com¨²n", explica la arquitecta. Han aparcado los miedos. Y han ganado un jard¨ªn.
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