S¨ª, el invierno at¨ªpico del ?rtico se debe a la influencia de los humanos en el clima
En 2016, las temperaturas en el ?rtico han sido mucho m¨¢s altas de lo normal
Para el ?rtico, como para el planeta en su totalidad,2016 ha sido excepcionalmente templado. Durante buena parte del a?o, las temperaturas en el ?rtico han sido mucho m¨¢s altas de lo normal, y las concentraciones de hielo marino se han situado en niveles excepcionalmente bajos.
El ciclo estacional del ?rtico hace que las concentraciones m¨¢s bajas de hielo marino se den cada a?o en septiembre. Pero si bien en septiembre de 2012 hab¨ªa menos hielo que en septiembre de 2016, este a?o la capa de hielo no ha aumentado como ser¨ªa de esperar a medida que se acercaba el invierno septentrional. Como conscuenecia de ello, desde finales de octubre, la extensi¨®n del hielo marino se ha situado en m¨ªnimos hist¨®ricos para esta ¨¦poca del a?o.
Estos niveles m¨ªnimos de hielo marino van asociados a unas temperaturas excepcionalmente elevadas para la regi¨®n del ?rtico. En noviembre y en lo que va de diciembre se han registrado temperaturas excepcionalmente templadas. Al mismo tiempo, Siberia y muy recientemente Norteam¨¦rica han experimentado condiciones ligeramente m¨¢s fr¨ªas de lo normal.
La extremada calidez y la escasa cobertura de hielo en el ?rtico afectan a los patrones migratorios de los mam¨ªferos marinos, y se han relacionado con el hambre y la extremada mortalidad de los renos, adem¨¢s de afectar a los h¨¢bitats de los osos polares.
Dados estos graves impactos ecol¨®gicos y la posible influencia del ?rtico en el clima de Norteam¨¦rica y Europa, es importante que intentemos entender si el cambio clim¨¢tico inducido por el hombre ha influido en este acontecimiento y, en tal caso, c¨®mo.
La atribuci¨®n del ?rtico
Nuestro grupo de World Weather Attribution, dirigido por Climate Central y compuesto por investigadores de la Universidad de Melbourne, la Universidad de Oxford y el Servicio Meteorol¨®gico Holand¨¦s (KNMI), ha utilizado diferentes m¨¦todos para evaluar en qu¨¦ medida ha afectado la influencia humana sobre el clima a las templadas temperaturas del ?rtico en los meses de noviembre y diciembre.
Hemos empleado modelos de predicci¨®n de temperaturas y persistencia del calor para predecir qu¨¦ ocurrir¨¢ el resto de diciembre. Pero, aunque todav¨ªa queda un d¨ªa para terminar el mes, est¨¢ claro que en noviembre y diciembre de 2016 se registrar¨¢n m¨¢ximos hist¨®ricos de temperatura en el ?rtico para esta ¨¦poca del a?o.
A continuaci¨®n, yo investigu¨¦ si el cambio clim¨¢tico causado por el hombre ha alterado la probabilidad de que se den en el ?rtico temperaturas extremadamente templadas, usando los modelos clim¨¢ticos m¨¢s avanzados. Comparando las simulaciones de los modelos clim¨¢ticos que incluyen influencias humanas, como un aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, con simulaciones que no incluyen estos efectos humanos, podemos calcular en qu¨¦ medida influye el cambio clim¨¢tico en este episodio.
Esta t¨¦cnica es similar a la utilizada en an¨¢lisis previos sobre el r¨¦cord de calor en Australia y las temperaturas marinas asociados con el episodio de blanqueamiento de los corales en la Gran Barrera de Coral.
Por decirlo de modo sencillo, las altas temperaturas de noviembre y diciembre en el ?rtico no ocurren en las simulaciones que no incluyen factores clim¨¢ticos introducidos por el hombre. De hecho, aun incluyendo los efectos humanos, los modelos indican que este episodio de calor en el ?rtico se da 1 vez cada 200 a?os. De modo que este es un episodio anormal incluso seg¨²n los baremos del mundo actual, cuya temperatura media ha aumentado por la influencia humana aproximadamente 1? C desde la ¨¦poca preindustrial.
Pero en el futuro, a medida que sigamos emitiendo gases de efecto invernadero y calentando el planeta, episodios como este dejar¨¢n de ser una rareza. Si no reducimos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, calculamos que a finales de la d¨¦cada de 2040 este suceso se producir¨¢ de media una vez cada dos a?os.
Observar la tendencia
El grupo del KNMI utiliz¨® datos de observaci¨®n (una tarea no demasiado f¨¢cil en una zona en la que se toman muy pocas observaciones) para examinar si la probabilidad de que se produzca un periodo extremadamente templado en el ?rtico ha cambiado en los pasados 100 a?os. Para hacerlo, se incorporaron al an¨¢lisis temperaturas tomadas ligeramente al sur del Polo Norte (para compensar la falta de datos en torno al Polo Norte), y estas indican que el actual calor experimentado en el ?rtico carece de antecedentes en m¨¢s de un siglo.
El an¨¢lisis de observaci¨®n alcanz¨® una conclusi¨®n similar al del estudio de modelos: que hace un siglo habr¨ªa sido muy improbable que se diese este episodio, y ahora es algo m¨¢s probable
El an¨¢lisis de observaci¨®n alcanz¨® una conclusi¨®n similar al del estudio de modelos: que hace un siglo habr¨ªa sido muy improbable que se diese este episodio, y ahora es algo m¨¢s probable (el an¨¢lisis de observaci¨®n lo sit¨²a aproximadamente en 1 vez cada 50 a?os).
El grupo de Oxford emple¨® el enorme conjunto de simulaciones de modelos clim¨¢ticos de Weather@Home para comparar el calor del ?rtico como el de 2016 en el mundo actual con un a?o como 2016 sin influencias humanas. Encontraron tambi¨¦n una considerable influencia humana en este episodio.
Todos nuestros an¨¢lisis apuntan al cambio clim¨¢tico inducido por los humanos como causante de este episodio. Sin ¨¦l, una temperatura tan templada en el ?rtico tendr¨ªa muy pocas probabilidades de ocurrir. Y si bien sigue siendo un episodio extremo en el clima actual, en el futuro no ser¨¢ tan inusual, a no ser que reduzcamos dr¨¢sticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Como ya hemos visto, las consecuencias de una mayor frecuencia de los episodios extremos de temperaturas templadas en el futuro podr¨ªan ser devastadoras para los animales y otras especies residentes en el ?rtico.
A la investigaci¨®n en la que se basa este art¨ªculo han contribuido Geert Jan van Oldenborgh, Marc Macias-Fauria, Peter Uhe, Sjoukje Philip, Sarah Kew, David Karoly, Friederike Otto, Myles Allen y Heidi Cullen.
El lector puede encontrar m¨¢s detalles sobre las t¨¦cnicas de an¨¢lisis aqu¨ª. Cada uno de los m¨¦todos utilizados ha sido revisado por otros cient¨ªficos, aunque como ocurre con el estudio referente al blanqueamiento de la Gran Barrera de Coral, enviaremos un informe para revisi¨®n de expertos y publicaci¨®n en 2017.
Andrew King es investigador Asociado para la Investigaci¨®n de Extremos Clim¨¢ticos, Universidad de Melbourne.
Cl¨¢usula de divulgaci¨®n: Andrew King recibe financiaci¨®n del Centro de Excelencia ARC para la Ciencia del Sistema Clim¨¢tico.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la web The Conversation.
Traducci¨®n de News Clips.
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