Mali entre bastidores
La Cineteca de Matadero proyecta 'CC1682', un documental que muestra c¨®mo la peor versi¨®n del capitalismo lastra el progreso de ?frica
Si se pudiera medir el progreso de un pa¨ªs por las pel¨ªculas que proyectan sus cines, Mali quedar¨ªa en muy mal lugar: en una de las salas de su capital, Bamako, siguen pasando cintas de hace cinco a?os porque no hay presupuesto para comprar nuevas. Este ejemplo tan desolador quiz¨¢ no sea representativo de la inmensa realidad de este pa¨ªs del Sahel africano, donde s¨ª que se exhiben pel¨ªculas actuales, por cierto, pero es una met¨¢fora que ha servido al cineasta David Reznak para justificar el mensaje de su documental CC1682: que existe un ?frica muy retrasada a¨²n, un ?frica que no progresa. En la cinta, que se est¨¢ proyectando en la Cineteca de Matadero de Madrid hasta el domingo 28 de enero, se se?alan los culpables: el capitalismo y la econom¨ªa de libre mercado impuestas por Occidente como una nueva forma de colonizaci¨®n.
El documental, rodado en 2011, intenta desentra?ar qu¨¦ pas¨® para que el Imperio Mal¨ª de los mandingas que prosper¨® en la baja Edad Media con el oro, la sal y el cobre, sea en el siglo XXI un pa¨ªs con grandes dificultades para avanzar. Hoy, Mali est¨¢ a la cola en el ?ndice de Desarrollo Humano (el 179 de 188) y el 50,6% de su poblaci¨®n vive con menos de 1,25 d¨®lares al d¨ªa.
CC1682, de dos horas de duraci¨®n, escudri?a la vida maliense entre bastidores y su cotidianeidad sin florituras ni exotismos: el caballero que se gana la vida con una b¨¢scula alquilada para pesar mercanc¨ªas en un puerto, el sindicalista del cine que lamenta los despidos tras la privatizaci¨®n de las salas, el campesino que trabaja las tierras en chanclas y reclama ayudas estatales para comprar un arado y ser m¨¢s productivo o el estudio de fotograf¨ªa donde se retratan personas de lo m¨¢s variopintas. En tres ciudades ¡ªBamako, Segou y Mopti¡ª hombres y mujeres se ponen frente a la c¨¢mara de Reznak y reflexionan, critican y, sobre todo, ense?an un fragmento de su d¨ªa a d¨ªa y de sus problemas. "Desde el comienzo quer¨ªa contar las relaciones entre Occidente y ?frica a trav¨¦s de la Historia en boca de personajes oprimidos. A partir de ah¨ª empec¨¦ a buscar y me hice una serie de amigos que acabaron siendo los protagonistas porque pod¨ªan f¨¢cilmente articular ese discurso", explica el director, que ha vivido dos a?os en Mali.
Pero, ?es Mali un ejemplo de los problemas que sufre todo el continente? S¨ª y no. "Comparten el mismo perfil de dirigentes que iniciaron el socialismo a la africana y las nuevas rep¨²blicas despu¨¦s del yugo del colonizador y al final han acabado con el mismo patr¨®n: a todos se los han cargado. Mira Congo, mira Camer¨²n. No tienen nada que ver con Mali, pero econ¨®mica y pol¨ªticamente comparten el mismo sistema. Una vez que los pa¨ªses se independizaron, su suerte ha sido similar", indica Reznak.
Nos hemos independizado pero qu¨¦ ha cambiado? Seguimos dependiendo de los blancos
Tambi¨¦n insiste en que la econom¨ªa de libre mercado impuesta por los pa¨ªses ricos para abrir sus mercados a los pobres no es m¨¢s que otro tipo de colonizaci¨®n. Una postura compartida por los personajes filmados: "Nos hemos independizado, pero ?qu¨¦ ha cambiado? Seguimos dependiendo de los blancos. ?D¨®nde est¨¢ el progreso?" se pregunta un campesino. "El otro d¨ªa vi un programa de RF1 [cadena de televisi¨®n francesa] y por ¨¦l me enter¨¦ de que cada seis segundos muere un hombre en ?frica por hambre o enfermedad. ?Debe un continente que vive a ese ritmo celebrar un cincuentenario con todo ese dinero? Yo creo que no", sostiene otro ciudadano, en referencia a las celebraciones del 50 aniversario de la independencia de Mali, en 2010. "El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son los causantes de todo, proponen cosas a los dirigentes africanos y ellos solo ven sus intereses personales y no los del pueblo. Hoy todo ha sido privatizado y lo que crece es la pobreza", sostiene un tercero. De ninguno de ellos se facilita el nombre, pues la intenci¨®n del director era que todos estos testimonios se convirtieran en una sola voz.
En CC1682, hasta el t¨ªtulo del trabajo tiene su simbolismo: es el n¨²mero de matr¨ªcula de una flamante locomotora cuya foto adornaba los panfletos promocionales de los a?os ochenta de la l¨ªnea ferroviaria entre Mali y Senegal. "En Bamako anduve un d¨ªa investigando por las v¨ªas y acab¨¦ en un desguace donde encontr¨¦ la misma locomotora totalmente destrozada. Era la met¨¢fora perfecta", narra Reznak. El tren es, precisamente, una de las claves de la pel¨ªcula: rescata la historia de c¨®mo se intent¨® reanudar el tr¨¢fico ferroviario con Senegal y c¨®mo, tras un ¨¦xito incipiente gracias a acuerdos bilaterales, pr¨¦stamos y un gran trabajo de mejora de las v¨ªas, el proyecto acab¨® saqueado y hundido. "Mandaron a pol¨ªticos que no ten¨ªan ni idea de qu¨¦ era la empresa del ferrocarril a gestionarla y, como el dinero sal¨ªa para otras cosas, no funcion¨®. Las decisiones del poder pol¨ªtico hicieron que el ferrocarril se hundiese, lo hicieron aposta", sostiene un entrevistado.
Ellas tienen mucho que decir
"El maliense no quiere que la mujer haga cosas. Si vas a cualquier sitio es un problema. Nos preguntan d¨®nde hemos ido y a las mujeres no nos gusta, nos gusta la libertad y trabajar como los hombres", sostiene una dama ataviada con vestido y turbante. En el documental CC1682 no solo se habla de econom¨ªa y progreso (o falta de ¨¦l), tambi¨¦n hay un espacio para las mujeres y ni?as malienses, para reclamar la importancia que se merecen.
Parte de esta cinta se ha dedicado a reivindicar el empoderamiento de la mujer maliense. Y son ellas quienes hablan: mujeres an¨®nimas de campo y de ciudad que ven avances, como el aumento de ni?as en las escuelas o la libertad para decidir con qui¨¦n se quieren casar, pero tambi¨¦n son conscientes de la larga lucha que a¨²n tienen por delante.
Un ejemplo similar son las salas de cine. "Despu¨¦s del golpe de Estado de 1991 se retiraron las empresas de las salas y los empleadores las explotaron, pero la autogesti¨®n no dur¨® mucho porque faltaban medios para mantenerlas", relata el sindicalista. Fueron renacionalizadas, muchas se vendieron y quedaron seis. El Estado dijo que hab¨ªa que reformarlas, aunque eso nunca lleg¨® a ocurrir. "No hacen m¨¢s que tomarnos el pelo, es un proyecto que nunca ver¨¢ la luz".
CC1682 muestra una realidad maliense pesimista, una sociedad pluriempleada, empobrecida y arrollada por un progreso que no parece ir con ellos, pero tambi¨¦n es un canto al pa¨ªs y a sus gentes a trav¨¦s de im¨¢genes intimistas y sencillas que acercan al espectador un Mali que tambi¨¦n es muy real y en el que cabe la lucha feminista, los avances en la educaci¨®n de ni?os y ni?as, el orgullo por el trabajo bien hecho, el emprendimiento, el amor por el campo y el sentido del humor.?
El documental se termin¨® de montar en Espa?a, pues el conflicto de 2012 en el norte con rebeldes tuaregs e islamistas y el posterior golpe de Estado obligaron al director a salir del pa¨ªs, pero la cinta no ha perdido actualidad. Cinco a?os despu¨¦s, contin¨²a siendo una ventana para conocer ese Mali entre bastidores que, s¨ª, arrastra muchos problemas, pero resulta incluso m¨¢s atractivo debido las ganas de su gente de superarlos.
CC1682 fue rodada en 2011 en Mali y desde entonces ha sido proyectada en el Festival de Cine Panafricano de Cannes, el Festival de Cine Africano de Arusha, el Festival Internacional de Cine Independiente de Barcelona L?Alternativa, el I Festival de Cine y Derechos Humanos de Madrid, el Festival Internacional de Cine Africano de Nigeria, Miradasdoc de Tenerife, o el de Cine Iberoamericano de Kinshasa.
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