Un viaje del que nunca he regresado
El director m¨¦dico del hospital de Gambo, en Etiop¨ªa, relata su relaci¨®n de amor con el centro y la comunidad, desde que realiz¨® un voluntariado de tres meses hasta su actual posici¨®n
No sabes por qu¨¦, pero hay lugares que te llegan al alma y llenan tu vida para siempre. Etiop¨ªa es ese lugar para m¨ª. Era residente de pediatr¨ªa en el hospital de Granollers, una ciudad a las afueras de Barcelona, cuando pis¨¦ por primera vez Gambo. A¨²n no lo sab¨ªa, pero mi existencia iba a cambiar.
Todav¨ªa recuerdo el d¨ªa que llegu¨¦ a Gambo. Un escalofr¨ªo de alegr¨ªa recorre mi cuerpo cada vez que lo pienso.
?C¨®mo resumir la experiencia all¨ª? Aquel entonces, escrib¨ª: ¡°Es una experiencia incre¨ªble en todos los sentidos y en todos los aspectos de la vida: m¨¦dica, personal, humana y espiritual. Sobrecogedor. Deslumbrante. Alumbrante. Impactante. Inolvidable. Vinculante. Excepcional. Aqu¨ª comparten cama la vida y la muerte¡±.
No pod¨ªa dormir, cerraba los ojos y ve¨ªa el sufrimiento de Ruziya, Abdulakim¡ "Una vez has puesto nombre propio a los ni?os y ni?as que mueren de hambre no puedes permanecer indiferente", anot¨¦ en un trozo de papel una de las tantas noches en vela en las que no pod¨ªa conciliar el sue?o. Cerraba los ojos y pensaba en Mikaeli, Abdul¡ En c¨®mo estar¨ªan.
Una vez has puesto nombre propio a los ni?os y ni?as que mueren de hambre no puedes permanecer indiferente
Escrib¨ªa por las noches de insomnio en una libreta a la luz de una peque?a vela, pues en muchas ocasiones no ten¨ªamos luz. Escrib¨ªa para expresar mi angustia, para liberarme algo de ella. El papel era y es la voz de mi alma, mi compa?ero que nunca falla ni me abandona.
Estos escritos terap¨¦uticos los publicaba en el blog que cre¨¦ para la ocasi¨®n: Cooperaci¨®n con Alegr¨ªa. Super¨¦ el sufrimiento gracias a una excelente acogida en Gambo, al apoyo de la gente all¨ª, a su amistad¡ Les estoy agradecido de manera infinita. Sin ellos no hubiese sido posible. A¨²n no lo sab¨ªa, pero Gambo y sus gentes iban a cambiar mi vida.?
Se acabaron mis d¨ªas en el hospital de Gambo, los tres meses llegaron a su fin, y con ellos mis d¨ªas en Etiop¨ªa. Mi coraz¨®n me ped¨ªa que me quedara, pero mi cabeza sab¨ªa que para poder ayudar mejor, era preciso que terminase mi formaci¨®n en Barcelona.
Regres¨¦ a Granollers, Barcelona. No pod¨ªa dejar de pensar en Ruziya. El d¨ªa que su madre la trajo en brazos al hospital porque no pod¨ªa ni sostenerse en pie. Y el d¨ªa que march¨® a casa saltando. No puedo olvidarlos.
El hospital de Gambo se encuentra ubicado en una zona rural, alejado de cualquier n¨²cleo urbano, atendiendo a una poblaci¨®n con escasos recursos econ¨®micos para quienes el centro es el ¨²nico servicio sanitario que tienen al alcance. Gambo est¨¢ realizando una imprescindible labor entre los m¨¢s necesitados, sobre todo los ni?os. No puede dejar de atenderlos. Sin embargo, se encuentra en grandes dificultades de sostenibilidad y continuidad debido a la escasez de financiaci¨®n.
Es cierto que la soluci¨®n no es alimentar a estos ni?os, sino atajar el problema de ra¨ªz, evitar que lleguen en este estado de desnutrici¨®n avanzada. Pero estos ni?os hambrientos no pueden esperar, as¨ª que les damos de comer mientras trabajamos, a su vez, por mejorar su alimentaci¨®n en el hogar.
En el hospital de Granollers, donde estaba finalizando la especialidad de pediatr¨ªa, present¨¦ en una sesi¨®n mi experiencia en el hospital de Gambo, lo que aprend¨ª como m¨¦dico, pero sobre todo como persona. Mis sentimientos, la impotencia y el mal momento econ¨®mico por el que estaba pasando el centro y les propuse apoyarlo, en primer lugar con tratamiento para los ni?os con desnutrici¨®n severa como Ruziya. Conseguimos formar un equipo inicial con el que tuvimos varias reuniones para ir afianzando el proyecto.
Es muy duro ver morir a un ni?o que no deber¨ªa morir, un ni?o que en nuestro pa¨ªs sobrevivir¨ªa
De este sentimiento y de la experiencia vivida en Gambo, nace la necesidad de crear la ONG Alegr¨ªa sin Fronteras. Quer¨ªa la m¨¢xima transparencia y no deseaba que el dinero me llegase a m¨ª. As¨ª que decidimos crear una asociaci¨®n. Lluvia de ideas para el nombre. Primera opci¨®n: Alegr¨ªa para Gambo. El "para" transmit¨ªa desigualdad y nosotros defend¨ªamos una relaci¨®n de iguales. Alegr¨ªa con Gambo denotaba igualdad. Nos gust¨® el nombre.
Poco a poco distintas personas se fueron sumando y la asociaci¨®n fue creciendo, y acab¨® convirti¨¦ndose en una ONG para el Desarrollo: Alegr¨ªa Sin Fronteras.
Para dar a conocer la ONGD y el proyecto, recopil¨¦ los escritos que hab¨ªa publicado en el blog en un libro: Alegr¨ªa con Gambo: La mirada et¨ªope que aliment¨® mi vida. Los beneficios por su venta se destinaron ¨ªntegramente a la organizaci¨®n.
As¨ª empieza el libro que escrib¨ª:
Seguimos el trayecto por la carretera unos 100 kil¨®metros m¨¢s, hasta llegar a Arsi Negele, la ciudad donde tomamos un sendero para adentrarnos en la zona rural. Tras 20 kil¨®metros de barrizales y baches, llegamos al fin a Gambo donde se encuentra el hospital, con los misioneros y m¨¢s de medio centenar de ni?os y ni?as que cambiar¨ªan mi vida
Te abren la puerta de su casa, te ofrecen asiento y empiezan a preparar exclusivamente para ti caf¨¦ y un poco de comida. Todo esto que tanto les escasea, que tanto necesitan. Es lo que te ofrecen, lo que te dan¡
So?ar es el principio de un sue?o hecho realidad
Me fui de Etiop¨ªa porque ten¨ªa que finalizar mis estudios de pediatr¨ªa en Barcelona si realmente quer¨ªa realizar todo lo posible para Ruziya, Firaol, Dejene... Era preciso formarme m¨¢s. As¨ª pues, regres¨¦ y finalic¨¦ mi formaci¨®n. Despu¨¦s, tuve ocasi¨®n de especializarme en pediatr¨ªa tropical y aprend¨ª a trabajar con pocos recursos durante una estancia en el hospital Nossa Senhora da Paz, en Angola, junto a m¨¦dicos del Hospital Vall d¡¯Hebron de Barcelona.
Despu¨¦s regres¨¦ a Etiop¨ªa, bien cerca de Gambo, a Meki. All¨ª fui director m¨¦dico de la cl¨ªnica pedi¨¢trica con la Fundaci¨®n Pablo Horstmann, a quien le agradezco enormemente la confianza depositada. Aprend¨ª el funcionamiento de un centro sanitario en aquel pa¨ªs, las pol¨ªticas, la estructura. Y adem¨¢s me iba impregnando de su cultura, su gente, tradiciones... Conoc¨ª la realidad y romp¨ª con los estereotipos.
Tengo la obligaci¨®n de ser hoy mejor que ayer, por responsabilidad, porque de ella dependen cientos de personas, su vida, su futuro
Durante mi etapa como director en Meki, estaba en pleno contacto con Gambo. Hac¨ªa escapadas con frecuencia y? segu¨ªa de cerca la evoluci¨®n de los proyectos que desarrollaba nuestra ONGD Alegr¨ªa Sin Fronteras.
En uno de estos desplazamientos a Gambo, la comunidad me expres¨® su deseo de que fuera el nuevo director m¨¦dico del hospital. Me dec¨ªan que era el candidato ideal. Conoc¨ªa el centro, el pa¨ªs, su cultura... Llevaba casi dos a?os viviendo en Etiop¨ªa. Amaba (y amo) Gambo y ellos me amaban a mi, confiaban en m¨ª y yo en ellos.??
No me lo pod¨ªa creer. Esa noche no pude dormir.
Hac¨ªa casi cinco a?os que hab¨ªa pisado Gambo por primera vez, sab¨ªa la reforma que el hospital necesitaba, y que la mejor opci¨®n era entrar y cambiarlo desde dentro. Pero tambi¨¦n era consciente de lo complicado que era.?
De voluntario a director m¨¦dico
De prestar peque?os apoyos con la ONG Alegr¨ªa sin Fronteras, me planteaban entrar a formar parte de la direcci¨®n del centro, ser parte de la soluci¨®n, y luchar desde dentro para garantizar su continuidad.
Acept¨¦. Hab¨ªa llegado el momento de regresar, ser parte de Gambo, con ellos y entre ellos. Lo mejor de ser director m¨¦dico del centro es que no estoy solo, cuento con todo un equipo maravilloso de personas trabajadoras. Un equipo basado en la confianza, la humildad y la comunidad.
El hospital, dirigido por?los misioneros de la Consolatta ¡ªla iglesia cat¨®lica de Etiop¨ªa¡ª, la ONG Levante en Marcha y la ONGD Alegr¨ªa sin Fronteras, el equipo de trabajadores y la comunidad tenemos un objetivo com¨²n: mejorar la vida de las familias. Hacer que Gambo un lugar feliz y saludable. Juntos, lo conseguiremos.
Por mi parte, tengo la obligaci¨®n de ser hoy mejor que ayer, por responsabilidad, porque de ella dependen cientos de personas, su vida, su futuro. Estoy aqu¨ª por ellas, con ellas y gracias a ellas. Gracias Gambo. ?Con Alegr¨ªa!
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