El cocodrilo gigante que ten¨ªa la dentadura de un Tiranosaurio Rex
Conocido como "Razana", este depredador sa¨²rico era uno de los mayores de Madagascar durante el Jur¨¢sico
La isla de Madagascar es un aut¨¦ntico oasis de conocimiento sobre los grandes saurios que poblaron este planeta. Desde un joven titanosaurio perfectamente conservado, hasta el descubrimiento de nuevas especies carn¨ªvoras, la isla del sureste africano acumula miles de secretos sobre la biolog¨ªa de las especies y su evoluci¨®n. Pero tambi¨¦n atesora secretos sobre los monstruos depredadores del pasado. Y hoy se desvela uno de ellos: el que corresponde al carn¨ªvoro terrestre m¨¢s grande que habit¨® Madagascar durante el Jur¨¢sico Medio.
Se le conoce como "Razana", y era un antepasado del Sarcosuchus, el cocodrilo gigante del Cret¨¢cico que devoraba dinosaurios. Pertenece al suborden de los Notosuchia, unos cocodrilomorfos de los que se sabe muy poco al respecto de su origen y temprana evoluci¨®n, y cuya existencia se desconoc¨ªa -hasta ahora- en el per¨ªodo Jur¨¢sico. Pero una nueva investigaci¨®n sobre f¨®siles en Madagascar, publicada en la revista PeerJ por un equipo de paleont¨®logos liderados por el doctor Cristiano Dal Sasso, ha arrojado algo de luz sobre la brecha evolutiva de un mill¨®n de a?os entre ambos reptiles.
Las profundas y gigantescas mand¨ªbulas del 'Razana' estaban armadas con enormes dientes serrados, y eran muy similares en tama?o y forma a las del temible Tiranosaurio Rex
Una combinaci¨®n de caracter¨ªsticas anat¨®micas identifica claramente al Razana como a un cocodrilomorfo del periodo Jur¨¢sico, cercano a las familias de los Baurusuchidae y los Sebecidae sudamericanos; unos depredadores que estaban altamente especializados en los h¨¢bitos terrestres, y que se diferencian de los cocodrilos actuales debido a su denso cr¨¢neo y a sus poderosas y rectas extremidades. El nombre completo del?Razana es Razanandrongobe sakalavae, que significa "lagarto gigante antecesor de la regi¨®n de Sakalava" en malgache.
Las profundas y gigantescas mand¨ªbulas del?Razana estaban armadas con enormes dientes serrados, y eran muy similares en tama?o y forma a las de los dinosaurios ter¨®podos y, especialmente, a las del temible Tiranosaurio Rex. Estas mand¨ªbulas son una notable evidencia de que, posiblemente, estos reptiles se alimentasen de tejidos org¨¢nicos duros, como huesos y tendones.
"Al igual que los cocodrilos gigantes del Cret¨¢cico, el?Razana pudo haber rivalizado incluso con los dinosaurios ter¨®podos, aquellos que se encontraban en la cima de la cadena alimenticia", dice Cristiano Dal Sasso, el investigador del estudio, que trabaja en el Museo de Historia Natural de Mil¨¢n. A su vez, el an¨¢lisis filogen¨¦tico de este reptil indica que es una especie muy distinta de cualquier otra conocida en el g¨¦nero Notosuchia y que, de hecho, contribuye a rellenar el vac¨ªo de la evoluci¨®n de este grupo, cuya estela se pierde en el Jur¨¢sico.
El Razanandrongobe sakalavae es, de lejos, el m¨¢s viejo -y posiblemente m¨¢s grande- representante del Notosuchia, y su existencia documenta uno de los m¨¢s tempranos sucesos de crecimiento corporal exacerbado en conjunto al historial evolutivo de este grupo. "Su posici¨®n geogr¨¢fica durante el per¨ªodo en el que Madagascar fue separado de otras masas terrestres sugiere la existencia de un linaje end¨¦mico. Al mismo tiempo, es incluso una se?al mayor de que el suborden de los Notosuchia fue originario del sureste de Gondwana [el supercontinente que result¨® de la partici¨®n en dos de Pangea]", remarca el coautor del estudio, Simone Maganuco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.