Sin este hombre no existir¨ªan Daft Punk y David Guetta se dedicar¨ªa a otra cosa
El franc¨¦s Jean-Michel Jarre, pionero de la m¨²sica electr¨®nica: "Es como la cocina, una mezcla org¨¢nica y sensual de ingredientes y especias¡±
Para Jean-Michel Jarre (1948, Lyon, Francia) no hay nada imposible. Al m¨²sico le rinden pleites¨ªa desde Hans Zimmer hasta Moby, pasando por Daft Punk, Armin Van Buuren o M83. Es incluso el m¨²sico favorito de Iker Jim¨¦nez que afirma haber visto un ovni durante un concierto del franc¨¦s. Supera eso, Giorgio Moroder.
Supo quitarse la losa de ¡°hijo de¡± Maurice Jarre, compositor que music¨® el universo visual de David Lean, y labrar su propio camino sonoro. Y a juzgar por su aspecto, tambi¨¦n es un hombre que pact¨® con el diablo, pues a sus 68 no aparenta m¨¢s de 40. Es f¨¢cil entender la atracci¨®n que sintieron hacia ¨¦l mujeres de rompe y rasga como Charlotte Rampling. ¡°Son los genes¡±, se r¨ªe con un aire de Lindo Pulgoso. El resto est¨¢ a la vista. Entr¨® en el Libro Guinness de los r¨¦cords con el mill¨®n de personas que congreg¨® su concierto en Par¨ªs de 1979. En 1997 fueron m¨¢s de 3,7 millones las que acudieron a escucharle en Mosc¨². Y en abril llev¨® su nuevo espect¨¢culo a Masada, en Israel. Lo hizo por el Medio Ambiente, como embajador de la UNESCO, por la m¨²sica y, para qu¨¦ negarlo, por su ego. Jarre siempre consigue lo que se propone. ?Alg¨²n obst¨¢culo insalvable que le venga a la cabeza? ¡°La inteligencia artificial. Ser¨¢ el verdadero cambio en nuestras vidas. En 20, en 30 a?os, habr¨¢ grandes ordenadores capaces de crear im¨¢genes y m¨²sica. Pero tampoco es que me asuste la idea. Nos adaptaremos, aunque ese ser¨¢ el cambio m¨¢s determinante que vamos a vivir¡±, comenta con aplomo.
"La inteligencia artificial ser¨¢ el verdadero cambio en nuestras vidas. En 20, en 30 a?os, habr¨¢ ordenadores capaces de crear figuras y m¨²sica. Pero no me asusta la idea. Nos adaptaremos, y ese ser¨¢ el verdadero cambio¡±
Alguien capaz de trazar un puente entre ¡°la experimentaci¨®n y la melod¨ªa¡± ¨Cas¨ª le gusta describir su m¨²sica¨C est¨¢ habituado a buscarse la vida con la tecnolog¨ªa. ¡°El peligro es que los nuevos artistas se quedan colgados de ella y los programas se quedan obsoletos ma?ana mismo. Lo ¨²nico que importa es el coraz¨®n y la intuici¨®n¡±. El coraz¨®n de este compositor de aprendizaje cl¨¢sico se llen¨® de cine y pintura antes de que plantara la semilla de la m¨²sica electr¨®nica. Jackson Pollock, Hans Hartung o Pierre Soulages le vienen a la mente y al paladar porque, nacido en esa cuna del buen comer que es Lyon, asegura que ¡°la m¨²sica electr¨®nica es como la cocina, una mezcla org¨¢nica y sensual de ingredientes y especias¡±. Si tiene que citar un principio, un origen, se decanta por el cl¨¢sico cinematogr¨¢fico de Stanley Kubrick 2001, una odisea del espacio. ¡°Durante una semana fui a verla diariamente porque no era solo una pel¨ªcula, era un concepto creativo completamente diferente¡±, rememora. Una obra que le ense?¨® lo que hoy m¨¢s aprecia de la suya propia: ¡°El silencio entre las notas¡±.
A pesar de actuar para las masas, Jarre es un solitario, alguien que durante a?os se mantuvo alejado del sol, de las palmeras, de la industria de la m¨²sica, de Hollywood, porque ese terreno pertenec¨ªa a su padre. Como recuerda en plan psicoan¨¢lisis, sus padres se separaron cuando ten¨ªa cinco a?os y lo ¨²nico que le dej¨® el progenitor fue la ausencia, ¡°un agujero negro¡± dif¨ªcil de llenar. Tras su muerte hace seis a?os, el joven Jarre se siente m¨¢s cerca de ¨¦l que nunca. Freud tendr¨ªa mucho que decir.
Las ganas de volver a colaborar con otros humanos le han devuelto a Los ?ngeles. Deseaba salir del atelier solitario donde por naturaleza trabaja. En el ¨¢lbum Electr¨®nica 1: the time machine reuni¨® a todos con los quer¨ªa colaborar. La alineaci¨®n incluye al exanalista huido de Estados Unidos Edward Snowden, con el que grab¨® Exit. ¡°Le inclu¨ª porque el tema m¨¢s recurrente sobre la tecnolog¨ªa es que pone el mundo en nuestro bolsillo, pero nos sentimos espiados¡±, justifica. Hay otros peligros, como el econ¨®mico, ese en el que ¡°la propiedad intelectual queda olvidada¡± en un mundo de piratas. Aun as¨ª le puede el optimismo. Prefiere ver la tecnolog¨ªa como un arma democratizadora y admirar a m¨²sicos 30 a?os m¨¢s j¨®venes, como el australiano Flume. ¡°Los artistas no hacemos m¨²sica por la fama, el dinero o el reconocimiento¡±. Jean-Michel Jarre, dice, lo hace por la melod¨ªa. Por los silencios. O por sentirse como Dios, a?ade su lenguaje no verbal.
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