Movilidad Urbana: Una cuesti¨®n de derechos - II
La planificaci¨®n y el dise?o urbano para garantizar acceso y cercan¨ªa
Est¨¢bamos hablando de ciudades congestionadas. De calles saturadas de veh¨ªculos, los principales generadores de CO2, de los impactos en la salud humana y del crecimiento demogr¨¢fico. Y est¨¢bamos mostrando las tendencias que est¨¢n marcando parte de la soluci¨®n: digitalizaci¨®n de datos, coches el¨¦ctricos, compartidos y/o aut¨®nomos. Pero sobretodo, plante¨¢bamos la necesidad de garantizar un sistema p¨²blico de transporte eficiente y una gesti¨®n p¨²blica que ofrezca cuantas mayores opciones de movilidad posibles dentro de la ciudad.
Si como ya dec¨ªa Maurice F. Strong en la Conferencia de Rio 1992, la batalla de la sostenibilidad se ganar¨¢ o perder¨¢ en las ciudades, la gesti¨®n de la movilidad urbana es lo que determinar¨¢ quien ganar¨¢ esa batalla.
Ante la necesidad de ofrecer opciones de movilidad, ha surgido una erupci¨®n de startups ofreciendo nuevas maneras de gestionar la movilidad. Por un lado, las alternativas a los servicios tradicionales de transporte privado se han globalizado. Uber ya es una empresa de 12.000 empleados que est¨¢ presente en m¨¢s de 640 ciudades; la China Didi Dache ha logrado 100 millones de usuarios y tiene presencia en m¨¢s de 300 ciudades; y Ola Cabs, la empresa m¨¢s grande de transporte en India, ya tiene 600,000 veh¨ªculos y presencia en m¨¢s de 110 ciudades.
Por otro lado, las plataformas que conectan pasajeros con conductores no paran de crecer. Por ejemplo, BlablaCar ya alcanza los 40 millones de usuarios y tiene presencia en m¨¢s de 22 pa¨ªses. Lyft, opera en m¨¢s de 300 ciudades en Estados Unidos y realiza 18,7 millones de viajes por mes.
Asimismo, tambi¨¦n surgen Startups para ayudar a planificar los traslados inter-urbanos de manera m¨¢s eficiente. Moovit ya es la aplicaci¨®n de transporte p¨²blico m¨¢s utilizada en el mundo, con m¨¢s de 70 millones de usuarios y presencia en 77 pa¨ªses y 1500 ciudades. Waze surgi¨® en 2008 como una aplicaci¨®n social de tr¨¢fico que ofrece informaci¨®n en tiempo real y navegaci¨®n asistida y ya tiene m¨¢s de 65 millones de usuarios y opera en 185 pa¨ªses. En 2013 fue comprada por Google por mil millones de d¨®lares.
Son datos que efectivamente, ofrecen una mayor diversidad de opciones para poder moverse dentro de una ciudad. Aunque hay que ser realista y ser consciente de que este tipo de iniciativas contribuyen a mejorar, pero no a solucionar la problem¨¢tica de la congesti¨®n urbana ni las emisiones de CO2 que genera el transporte urbano.
Reconociendo la importancia que tiene la movilidad para lograr ciudades m¨¢s sostenibles, el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas lograron incluir el transporte como parte de los objetivos esenciales de desarrollo, y concretamente, el indicador ODS 11.2 estableci¨® que: "de aqu¨ª a 2030, proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliaci¨®n del transporte p¨²blico, prestando especial atenci¨®n a las necesidades de las personas en situaci¨®n de vulnerabilidad, las mujeres, los ni?os, las personas con discapacidad y las personas de edad.¡±
Sin lugar a dudas, la existencia de este objetivo es una buena noticia. Sin embargo, el indicador establecido para cuantificar su logro parece errar la oportunidad de reorientar las prioridades para lograr una planificaci¨®n urbana m¨¢s sostenible.
El indicador (11.2.1. Proporci¨®n de la poblaci¨®n que tiene acceso conveniente al transporte p¨²blico, desglosada por sexo, edad y personas con discapacidad) cuantifica el acceso equitativo al transporte publico. Ello es bueno y necesario, pero no suficiente. Pierde lo que deber¨ªa ser el objetivo esencial de la movilidad: tener acceso a servicios, mercados y oportunidades de trabajo.
Porque en el fondo, si la movilidad se considera una cuesti¨®n de derechos y lo que se pretende es combatir la congesti¨®n y la poluci¨®n, la planificaci¨®n urbana deber¨ªa centrarse en el residente, asegurando que los criterios de movilidad funcionales, las principales razones para moverse, sean lo m¨¢s cercanos posible entre s¨ª, reduciendo distancias y necesidades de transporte.
Por lo tanto, parad¨®jicamente, la mejor pol¨ªtica de movilidad ser¨ªa precisamente intentar evitarla: lograr que la ciudadan¨ªa no tenga necesidad de moverse. Ello exige un cambio radical de paradigma en la planificaci¨®n urbana. Que deje de considerarse una cuesti¨®n de inversi¨®n en infraestructura y acceso a servicios de transporte y empiece a considerarse a trav¨¦s de su marco integral, sist¨¦mico, utilizando la planificaci¨®n urbana para superar las limitaciones sociales, econ¨®micas, pol¨ªticas y f¨ªsicas del movimiento a trav¨¦s del acceso y la cercan¨ªa.
Por lo tanto, m¨¢s planificaci¨®n y dise?o urbano para unir a las personas y los lugares. En definitiva, m¨¢s ciudades que permitan a sus ciudadanos hacer frente a sus necesidades con el menor desplazamiento posible.
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