Los desplazados, d¨¦cadas en tierra de nadie

"En los medios estos d¨ªas se habla mucho de los rohingya, y est¨¢ bien que sea as¨ª. Pero, ?por qu¨¦ no se habla de los 1,2 millones de personas afectadas por la violencia en Kasai [Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo]?". La reflexi¨®n de Ramiro Lopes da Silva, subdirector ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), resalta la situaci¨®n de (todav¨ªa m¨¢s) olvido y vulnerabilidad a la que se enfrentan aquellos que viven como refugiados, pero dentro de su propio pa¨ªs. Un estudio de Naciones Unidas analiza la forma de aliviar su situaci¨®n y evitar que se prolongue (todav¨ªa m¨¢s) en el tiempo.

Son los desplazados, aquellos que han tenido que dejarlo todo atr¨¢s ¡ªhogar, tierras, trabajos...¡ª por la persecuci¨®n, la guerra o un desastre natural, pero que a¨²n siguen dentro de las fronteras de su Estado, ya sea en campaamentos humanitarios o acogidos por familiares o por otras comunidades. El lenguaje t¨¦cnico de la ayuda internacional se refiere a ellos con las siglas en ingl¨¦s IDP (personas desplazadas internamente). Son m¨¢s de 40 millones (el doble que los refugiados) en al menos 52 pa¨ªses y, de media, su situaci¨®n de desarraigo y provisionalidad se extiende hasta las dos d¨¦cadas. 20 a?os en los que, por lo general, no tienen posibilidad de rehacer sus vidas sino que se ven obligados a depender de la ayuda de otros.

Por eso el informe llama a acabar con esos largos periodos de espera en los que millones de vidas quedan congeladas, suspendidas a la espera de una soluci¨®n. Ya sea el fin de la violencia o la recuperaci¨®n tras una cat¨¢strofe. "Pero incluso cuando la causa del desplazamiento ha cesado, muchos no encuentran los medios para volver a sus casas", explicaba este martes Hannah Entwisle Chapuisat, una de las autoras.

El estancamiento o la prolongaci¨®n de estas situaciones, alertaba Entwisle en la presentaci¨®n del documento en la sede de la FAO, empobrece a los desplazados (que pierden sus medios de vida), pero tambi¨¦n a las comunidades que los reciben. En Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, por ejemplo, descubrieron que ocho de cada 10 viv¨ªan con familias de acogida. Y que la mitad de la renta de estas familias se iba en mantenerlos.

Muchas veces, los reci¨¦n llegados colaboran en los trabajos con sus nuevas comunidades, pero en tantas otras encuentran obst¨¢culos para rehacer sus vidas, seg¨²n la investigadora. Ya sea porque las autoridades locales les ponen obst¨¢culos en forma de permisos, porque no hay trabajo (o tierras) para tantos reci¨¦n llegados o porque se les marginaliza o discrimina. El resultado final es que estos colectivos se convierten en dependientes de la ayuda humanitaria para todo. Y crean una necesidad de asistencia que, en muchos casos, durar¨¢ a?os.

Sin olvidar las dif¨ªciles condiciones de vida, la carencia de servicios, las posibles tensiones con sus nuevos vecinos y la degradaci¨®n del ambiente por la repentina multiplicaci¨®n de la poblaci¨®n. O la inseguridad e inestabilidad de su situaci¨®n. En Somalia, por ejemplo, un tercio de los desplazados que tomaron parte en el estudio hab¨ªan sido deshauciados o redesplazados en los tres meses anteriores. "Hay que reconocer a los desplazados, reconocer su situaci¨®n para poder intervenir", reclamaba Daniel Gustafson, subdirector general de la FAO.

Sin oportunidades para restablecer sus vidas, estos colectivos dependen totalmente de la ayuda humanitaria

A fin de romper ese largo impasse,?los autores del informe piden a los Gobiernos de cada pa¨ªs con problemas que lideren la b¨²squeda de respuestas (lo que se complica en casos de conflicto interno) que, insisten, se deben alcanzar contando con los propios desplazados y quienes les acogen. "Debemos preguntar qu¨¦ quieren, en lugar de interpretar qu¨¦ necesitan", defiende Entwisle. La primera respuesta suele ser seguridad sobre su nuevo hogar, acompa?ado de un modo de ganarse la vida y educaci¨®n.

Definir objetivos al detalle es importante, seg¨²n el documento. Entwisle sosten¨ªa que no es lo mismo hablar de reducir vulnerabilidads en abstracto que, por ejemplo, proponerse "integrar a 5.000 j¨®venes desplazados en los mercados urbanos en el plazo de tres a?os". Esta ¨²ltima v¨ªa es la que da resultados aunque, obviamente, requiere financiaci¨®n. Y por eso la experta llamaba a superar la tradicional divisi¨®n de los fondos de ayuda, que distinguen entre necesidades humanitarias y de desarrollo.

Porque cuando alguien es desplazado, hay una crisis humanitaria. Pero si esta se prolonga, ?sigue siendo una crisis? ?O es una necesidad estructural de desarrollo? ?Son sus vidas una crisis de a?os y d¨¦cadas? ?O son vidas que necesitan restablecerse? Seg¨²n Daniel Gustafsson, de la FAO, "no es solo un problema humanitario, sino uno pol¨ªtico y de desarrollo, y a largo plazo".