Un pa¨ªs sin indios
Uruguay, una de las naciones m¨¢s audaces de Latinoam¨¦rica en materia de pol¨ªticas sociales se enfrenta a un desaf¨ªo nuevo y viejo a la vez: el problema charr¨²a
Tras casi dos siglos confinados en un imaginario popular delimitado por los relatos de sus colonizadores, los charr¨²as reaparecen para saldar cuentas pendientes. La etnia que sobrevivi¨® a m¨¢s de 300 a?os de colonizaci¨®n y a una masacre planificada se pone de pie para interpelar a un Estado cuyos cimientos reposan sobre sus ancestros. El movimiento aglutina a cerca de dos mil personas en todo el pa¨ªs que se identifican como charr¨²as. Adem¨¢s, los ¨²ltimos estudios gen¨¦ticos realizados desaf¨ªan la creencia popular de que Uruguay fue exclusivamente poblado por los ¡°descendientes de los barcos¡±, principalmente provenientes de Espa?a e Italia.
En Uruguay, charr¨²a se conjuga en pasado. Seg¨²n la historia oficial, los ind¨ªgenas se acabaron en 1831. Aquellos valientes sujetos de ojos peque?os, p¨®mulos pronunciados y cabello negro, hasta hace poco solo permanec¨ªan vigentes en algunas expresiones populares de la cultura rioplatense como la ¡°garra charr¨²a¡±, tan usada en el ¨¢mbito deportivo para referirse a aquellos que no se dan por vencidos y luchan hasta el ¨²ltimo aliento. Quiz¨¢s esta caracter¨ªstica es el combustible que alimenta este resurgimiento, constituyendo un proceso de etnog¨¦nesis.
El t¨¦rmino fue acu?ado por Miguel Alberto Bartolom¨¦, antrop¨®logo, profesor e investigador del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia de M¨¦xico. Se refiere al proceso de reconfiguraci¨®n y resurgimiento de distintas etnias motivado por factores externos. En el caso de los charr¨²as, la violenta construcci¨®n del Estado Oriental los llev¨® a mimetizarse y renunciar a su identidad para pasar desapercibidos y evitar as¨ª ser discriminados. La variaci¨®n de las condiciones externas, el reconocimiento internacional de las comunidades ind¨ªgenas y el orgullo de pertenencia, ha hecho que estos pueblos reaparezcan, decididos a desenterrar su historia.
Para M¨®nica Michelena D¨ªaz, asesora de asuntos ind¨ªgenas de la Unidad ?tnico Racial del Ministerio de Relaciones Exteriores, su proceso de autodescubrimiento comenz¨® en 1985, poco despu¨¦s de culminada la dictadura militar en Uruguay. Una obra de teatro que reproduc¨ªa la masacre ocurrida en Salsipuedes despert¨® su curiosidad.
¡°Para nosotros fue una obra muy importante, porque cuestionaba c¨®mo se construy¨® el Estado uruguayo¡±, dice M¨®nica, quien descubri¨® a los 19 a?os que su bisabuelo era charr¨²a. Se llen¨® de preguntas y sali¨® en busca de respuestas. Esta mujer inquieta de voz suave y discurso firme fundaba en el 2005 el Consejo de la Naci¨®n Charr¨²a (CONACHA) junto a varios grupos de descendientes.
El consejo re¨²ne hoy a diez organizaciones de todo el pa¨ªs y trabaja en varias ¨¢reas. Uno de sus principales objetivos es que el Estado reconozca la existencia de poblaci¨®n ind¨ªgena en el pa¨ªs y que se ratifique el convenio 169 de la OIT, que regula materias relacionadas con la costumbre y el derecho de los pueblos ind¨ªgenas a mantener y fortalecer sus culturas, formas de vida e instituciones propias, as¨ª como su derecho a participar de manera efectiva en las decisiones que les afectan. Tambi¨¦n trabajan en lograr una mayor auto identificaci¨®n ind¨ªgena y reivindican el uso del t¨¦rmino ¡°genocidio¡± para referirse a la masacre ocurrida en Salsipuedes. ¡°Nuestros ancestros perdieron la vida en una emboscada planificada por el Estado¡±, sentencia M¨®nica.
Uruguay y las Guyanas son los ¨²nicos pa¨ªses de Latinoam¨¦rica que no ratificaron a¨²n el convenio 169 de la OIT. ¡°En 2015 estaba en Bilbao becada por la ONU. Me enter¨¦ de que el presidente Mujica estar¨ªa junto a Almagro (canciller del Uruguay) en el consulado, as¨ª que volv¨ª a armar la carpeta con toda la documentaci¨®n pidiendo la ratificaci¨®n del Convenio¡±, comenta M¨®nica, quien entreg¨® el pedido en manos de ambas autoridades. Al volver a Uruguay, se reunieron con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, pero la respuesta que les dio el subsecretario les tom¨® por sorpresa: ¡°Nos dijo que nos baj¨¢ramos 'del caballo¡¯ y que pidi¨¦ramos que se ratificaran solo algunos art¨ªculos del convenio¡±, relata Michelena. Pero la asesora de asuntos ind¨ªgenas sabe que eso no es posible. La ratificaci¨®n es total y no admite reservas. Finalmente, tras el cambio de gobierno, los actuales delegados del CONACHA hicieron un nuevo intento. Pero el entonces vicepresidente Ra¨²l Sendic les asegur¨® que su Ejecutivo no iba a ratificarlo.
Los charr¨²as renunciaron a su identidad para pasar desapercibidos y evitar ser discriminados
Seg¨²n coment¨® Mart¨ªn Delgado Cultelli, integrante, directivo del CONACHA, en una entrevista transmitida en Radio Pedal de Uruguay, el gobierno uruguayo no ratifica el convenio por dos razones: ¡°Por la tradici¨®n del Estado construido en base a un genocidio caracterizado por la invisibilizaci¨®n y negaci¨®n de los pueblos originarios¡± y por otro lado las ¡°presiones por parte de las gremiales rurales¡± con respecto a la ¡°devoluci¨®n y demarcaci¨®n territorial¡±.
En cuanto a la autoidentificaci¨®n racial, seg¨²n informes del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, en la Encuesta a Hogares de 1996 se pregunt¨® por primera vez a los entrevistados, a qu¨¦ raza o grupo ¨¦tnico cre¨ªan pertenecer. El porcentaje de personas que se identificaron como ind¨ªgenas fue del 0,4% y trep¨® al 2,9% en 2006. En el ¨²ltimo censo nacional del 2011, el porcentaje ascendi¨® a casi un 5%. Pero fuera del ¨¢mbito de las encuestas, dentro de los tubos de ensayo, los porcentajes crecen a un ritmo trepidante. Las recientes investigaciones llevadas a cabo por la profesora del departamento de Antropolog¨ªa Biol¨®gica de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educaci¨®n de la Universidad de la Rep¨²blica, M¨®nica Sans, aportan datos sorprendentes que ponen en jaque la construcci¨®n de la identidad nacional.
Sans y su equipo han estudiado principalmente las secuencias de ADN mitocondrial. Debido a que las mitocondrias son heredadas ¨²nicamente por l¨ªnea materna, a trav¨¦s de ellas es posible identificar la ascendencia matrilineal: ¡°A nivel nacional el porcentaje de ascendencia por l¨ªnea materna da aproximadamente un 34%, es decir, un tercio de la poblaci¨®n. Los porcentajes m¨¢s altos se encuentran al norte del pa¨ªs, en el departamento de Tacuaremb¨® o en localidades como Bella Uni¨®n, donde los porcentajes suben a un 64% de ascendencia ind¨ªgena aproximadamente¡±.
Adem¨¢s aclara que, si bien identificaron la ascendencia ind¨ªgena, no han categorizado estos datos seg¨²n las diferentes etnias que recorr¨ªan Uruguay. ¡°Por ahora no llegamos a diferenciar las etnias. En el caso de Bella Uni¨®n hay secuencias (de ADN) de etnias amaz¨®nicas como las guaran¨ª y tambi¨¦n de origen p¨¢mpido que estar¨ªan relacionadas con etnias como la charr¨²a¡±.
Consultada sobre c¨®mo cree que afecta esto a la identidad nacional, Sans considera que est¨¢ cambiando y agrega que estos temas ya los han llevado a las escuelas junto a estudiantes de antropolog¨ªa. ¡°Tambi¨¦n se est¨¢ tratando desde la antropolog¨ªa social, las colectividades y los diferentes grupos que se est¨¢n moviendo a nivel nacional.¡±, agrega.
Por su parte, CONACHA tambi¨¦n est¨¢ acerc¨¢ndolo al ¨¢mbito educativo a trav¨¦s de la reciente creaci¨®n de la primera escuela intercultural charr¨²a itinerante. El proyecto, que cuenta con una financiaci¨®n del Ministerio de Desarrollo Social, ya tuvo instancias de trabajo en barrios de Montevideo y se prepara para viajar al interior del pa¨ªs para ampliar su alcance.
Genocidio s¨ª, genocidio no
La Convenci¨®n para la Prevenci¨®n y la Sanci¨®n del Delito de Genocidio de la ONU define al genocidio como cualquier acto cometido ¡°con la intenci¨®n de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, ¨¦tnico, racial o religioso como tal¡±, e incluye acepciones como la matanza de miembros de un grupo, el atentado grave contra la integridad f¨ªsica o mental de los sujetos, entre otras. Adem¨¢s, a partir de 1951, se transform¨® en un delito perseguible por el derecho internacional.
La etnia que sobrevivi¨® a m¨¢s de 300 a?os de colonizaci¨®n y a una masacre planificada interpela a un Estado cuyos cimientos reposan sobre sus ancestros
El pasado 24 de abril se llev¨® a cabo el Congreso de Ministros abierto, donde una joven pidi¨® al presidente Tabar¨¦ V¨¢zquez que manifiestara su posici¨®n frente al ¡°genocidio¡± de la poblaci¨®n charr¨²a. El mandatario respondi¨® que comparte la reivindicaci¨®n "pero que el de genocidio es un t¨¦rmino que hay que utilizar con mucha justeza, y hay que demostrar que la intenci¨®n fue destruir a una raza, a un determinado grupo humano". Y a?adi¨® que no tiene una posici¨®n clara de momento pero que su Gobierno estudia el tema con ¡°rigurosidad cient¨ªfica¡±. Sin embargo, la pol¨¦mica expresi¨®n s¨ª aparece en el Programa de Educaci¨®n Inicial y Primaria como uno de los temas a tratar en el ¨¢rea de Historia, en quinto grado: Las primeras presidencias. El genocidio charr¨²a. La palabra tambi¨¦n se pronunci¨® en la c¨¢mara de representantes, cuando la diputada del partido Frente Amplio, Stella Viel, pidi¨® que se reconociera el genocidio el pasado 16 de julio. Por su parte, la profesora M¨®nica Sans se refiri¨® al t¨¦rmino con m¨¢s seguridad: ¡°S¨ª, yo creo que fue un genocidio. Hubo una intenci¨®n clara de matar a determinado grupo ind¨ªgena. En este caso podemos hablar de genocidio y etnocidio.¡±
Mientras tanto, a?o a a?o, varios descendientes se re¨²nen en Salsipuedes para recordar los hechos sucedidos. Lo llaman ¡°lugar de reencuentro¡±. Al tiempo que transitan el paisaje, reviven en an¨¦cdotas a aquellos ancestros de ¡°car¨¢cter indomable¡± que pagaron con su vida el precio del prejuicio en una cruel emboscada que quiso, pero no pudo, escribir para siempre el final de una etnia.
Uruguay estrena el documental sobre su asunto ind¨ªgena
Nicol¨¢s Soto y Leonardo Rodr¨ªguez son los directores del documental El pa¨ªs sin indios. El largometraje est¨¢ ya en su ¨²ltima etapa y en espera de una fecha de estreno. Son varios los motivos por los que abordaron esta tem¨¢tica: "Si bien los charr¨²as de hoy empiezan a reivindicar una nueva historia y con ella una serie de derechos expropiados por el Estado, el asunto ind¨ªgena en Uruguay es un tema complejo y cargado de violencia. Durante la investigaci¨®n entendimos que este tema toca varios puntos profundos de nuestra identidad e historia, por eso sentimos la necesidad de plasmarlo en una pel¨ªcula. Somos ciudadanos de un Estado que no ha reconocido el genocidio, y que a¨²n hoy permite que el etnocidio contin¨²e a trav¨¦s de la negaci¨®n y el no reconocimiento de esta poblaci¨®n. Los uruguayos tenemos mucho de qu¨¦ hablar, sobre todo en referencia al racismo, la violencia estructural, la desigualdad social y el medio ambiente".
El documental ha sido declarado de inter¨¦s por el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura y el Ministerio de Relaciones Exteriores y fue financiado por la Direcci¨®n de Cine y Audiovisual Nacional (ICAU).
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