M¨¢s acceso a anticonceptivos, menos pobreza
Un 43% de las mujeres en pa¨ªses pobres no pueden elegir el n¨²mero de hijos. Un mejor acceso a la salud sexual y la planificaci¨®n familiar reducir¨ªa la desigualdad, seg¨²n el nuevo informe del Estado de la Poblaci¨®n Mundial
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
La desigualdad no es ¨²nicamente una cuesti¨®n de riqueza. Las disparidades econ¨®micas representan solo una de las facetas de este fen¨®meno que atrapa a un n¨²mero creciente de personas en una espiral descendente de privaciones y potencial humano desaprovechado. Mientras que algunos cuentan con las oportunidades y capacidades para detener esa trayectoria nociva, otros no disponen de los recursos necesarios. Para revertir esta situaci¨®n y conseguir la erradicaci¨®n de la pobreza, es necesario mirar m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de ingresos que separa a ricos y pobres contemplar m¨²ltiples desigualdades, incluidas aquellas en salud sexual y reproductiva, sostiene el informe?del Estado de la Poblaci¨®n Mundial 2017 Mundos aparte: la salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad, publicado este martes por el Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas.
Un total de 214 millones de mujeres en pa¨ªses en desarrollo no tienen acceso a planificaci¨®n familiar. La consecuencia de esta discriminaci¨®n es un 43% de los embarazos (89 millones) no planeados y 48 millones de abortos al a?o.

El n¨²mero de partos entre las adolescentes que residen en zonas rurales duplica el de las que viven en zonas urbanas
La agencia de Naciones Unidas que vela por la salud reproductiva de mujeres y j¨®venes alerta de que la necesidad insatisfecha en materia de planificaci¨®n familiar se ceba en especial con las m¨¢s pobres. Privadas del acceso a m¨¦todos anticonceptivos, las mujeres con menos recursos, en particular las que cuentan con menos estudios y viven en ¨¢reas rurales, est¨¢n m¨¢s expuestas a la fecundidad no deseada. Las consecuencias, tanto para la salud como para la econom¨ªa, son devastadoras y afectan tambi¨¦n a sus hijos. La falta de capacidad para decidir si desean quedarse embarazadas, cu¨¢ndo o con qu¨¦ frecuencia, puede limitar su acceso a la educaci¨®n, retrasar su incorporaci¨®n a la fuerza de trabajo remunerada y reducir sus ingresos. Como resultado, seguramente quedar¨¢n atrapadas en la pobreza y la marginaci¨®n.
El 95% de los embarazos en la adolescencia se registra en pa¨ªses en desarrollo, donde 1,1 millones de madres son menores de 15 a?os, aunque dar a luz a una edad temprana puede agravar el riesgo de complicaciones y muertes maternas, adem¨¢s de conllevar en muchos casos el abandono de los estudios. La tasa de fecundidad de las adolescentes que residen en el 20% de los hogares m¨¢s pobres es casi tres veces superior a la de las adolescentes del 20% de los hogares m¨¢s ricos. Asimismo, el n¨²mero de partos entre las adolescentes que residen en zonas rurales duplica el de las que viven en zonas urbanas.
Las j¨®venes, en especial si no est¨¢n casadas, se enfrentan a m¨¢s obst¨¢culos que los adultos a la hora de obtener anticonceptivos, debido a las leyes y pol¨ªticas restrictivas o el estigma asociado con las relaciones sexuales a una edad temprana. La diferencia de edad en una pareja tambi¨¦n puede reducir la influencia de la mujer en las decisiones sobre el uso de m¨¦todos anticonceptivos.?
Acceso a los anticonceptivos
En la mayor¨ªa de pa¨ªses en desarrollo, el uso de m¨¦todos anticonceptivos por mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 49 a?os es menor entre las m¨¢s pobres, las residentes en zonas rurales o con mayores carencias educativas. No obstante, hay excepciones a este patr¨®n. En Banglad¨¦s, But¨¢n, Camboya y Tailandia, por ejemplo, las tasas de uso de anticonceptivos son m¨¢s altas entre el 20% m¨¢s pobre de la poblaci¨®n que entre el 20% m¨¢s rico.
En 13 de los 20 pa¨ªses de ?frica Occidental y Central, la probabilidad de que se satisfaga la necesidad de anticonceptivos de las mujeres del 20% de los hogares m¨¢s acomodados duplica a la del 20% de los hogares m¨¢s pobres.
Numerosos pa¨ªses en desarrollo han mejorado su capacidad de suministro de anticonceptivos modernos a las mujeres que desean evitar o postergar un embarazo. Ruanda y Sierra Leona se colocan entre los que registran mejor desempe?o. En otros casos, como en Etiop¨ªa, la demanda satisfecha aument¨® a lo largo del tiempo, pero tambi¨¦n crecieron las desigualdades entre el quintil m¨¢s pobre y el m¨¢s rico de la poblaci¨®n.
El a?o pasado, la desigualdad de g¨¦nero empeor¨® en varias regiones del mundo. Seg¨²n datos del Foro Econ¨®mico Mundial, en 68 pa¨ªses se registraron brechas superiores a las de 2015. "Cuando son millones de mujeres las que hacen frente a privaciones similares, el precio que pagan las sociedades y las econom¨ªas en su conjunto es a¨²n m¨¢s elevado. Las perspectivas empeoran en relaci¨®n con el ejercicio de los derechos humanos y la consecuci¨®n de una sociedad justa y estable, as¨ª como de una econom¨ªa inclusiva y sostenible", concluye el informe.
La continuidad de los programas de salud materna y control de la natalidad en los pa¨ªses en desarrollo est¨¢ siendo amenazada por los recortes en cooperaci¨®n anunciados por EE UU, primer donante en el mundo en materia de salud sexual y reproductiva. En enero, la Administraci¨®n de Trump prohibi¨® a las ONG el uso de fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero. Unos meses despu¨¦s, la pol¨ªtica fue ampliada a cualquier entidad que lo promoviera, aunque usara ese dinero para la prevenci¨®n del SIDA o la malaria. Los tijeretazos de Trump, en l¨ªnea con los sistem¨¢ticos recortes de las anteriores administraciones republicanas, llegaron hasta el mismo Fondo de Poblaci¨®n de ONU. En abril el pa¨ªs, principal financiador de la agencia, le cort¨® el grifo, alegando que el organismo apoya abortos forzados en China. La organizaci¨®n, sin embargo, neg¨® categ¨®ricamente la acusaci¨®n.
Estas medidas se suman a otra aprobada a principios de octubre, cuando se anunci¨® una limitaci¨®n del acceso gratuito a anticonceptivos para miles de mujeres estadounidenses al permitir a aseguradoras y empresas privadas que rechacen ofrecer estos m¨¦todos en sus seguros m¨¦dicos por motivos religiosos o morales.
Frente a los recortes de EE UU, el presidente de la Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar Estatal espa?ola, Guillermo Gonz¨¢lez Ant¨®n, ha mostrado confianza en el compromiso financiero anunciado por los pa¨ªses europeos. "Se va a notar la retirada de EE UU", ha agregado durante la presentaci¨®n del informe en la sede de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo en Madrid, "pero creo que la r¨¢pida reacci¨®n de Europa nos va a permitir lograr resultados positivos".
Desigualdad de ingresos, una faceta del problema
Ampliar la disponibilidad y accesibilidad de la informaci¨®n y los servicios en el ¨¢mbito de la salud reproductiva solo es una parte de la soluci¨®n. Si bien en los ¨²ltimos a?os la desigualdad entre pa¨ªses ha empezado a disminuir, esta se ha agravado en el interior de al menos 34 Estados ¡ªdonde los ingresos del 60% de la poblaci¨®n m¨¢s rico experimentaron una subida m¨¢s r¨¢pida que los del 40% m¨¢s pobre¡ª entre 2008 y 2013. El informe destaca que en estos momentos, seg¨²n los c¨¢lculos de Wealth-X, la riqueza combinada de 2.473 multimillonarios supera los 7.700 millones de d¨®lares, una cifra que equivale al producto interno bruto combinado de las cuatro quintas partes de los pa¨ªses del mundo en 2015.
Dar a luz sin asistencia
Aunque el acceso a los servicios de atenci¨®n prenatal va en aumento en todo el mundo, las mujeres en los pa¨ªses en desarrollo, en especial ?frica subsahariana y Asia meridional, realizan o reciben habitualmente menos de cuatro visitas prenatales, el n¨²mero m¨ªnimo necesario para garantizar un embarazo seguro. La situaci¨®n es especialmente dram¨¢tica en las zonas rurales, debido a los costes necesarios para recorrer largas distancias para acceder a los servicios de atenci¨®n. Entre los pa¨ªses objeto de estudio, Camboya y Armenia registraron los progresos m¨¢s destacados. Sin embargo, en Afganist¨¢n, Etiop¨ªa y Yemen, donde menos del 25% de las mujeres asisten a cuatro o m¨¢s visitas prenatales, las que viven en zonas urbanas tienen, como m¨ªnimo, 2,5 veces m¨¢s de probabilidades que las de las zonas rurales de recibir el n¨²mero de visitas recomendado.
En los pa¨ªses en desarrollo, es m¨¢s probable que el 20% de las mujeres m¨¢s pobres d¨¦ a luz sin asistencia en comparaci¨®n con el quintil m¨¢s rico de la poblaci¨®n. En el Afganist¨¢n, Banglad¨¦s, el Camer¨²n, Guinea, el N¨ªger y Nigeria, el uso de atenci¨®n especializada durante el parto es extremadamente bajo entre las mujeres m¨¢s pobres: menos del 20% frente al 70%, como m¨ªnimo, entre las mujeres m¨¢s acomodadas.
La mortalidad neonatal tambi¨¦n est¨¢ descendiendo, aunque la desigualdad entre los quintiles de riqueza ha aumentado en a?os recientes. Mientras Senegal avanza de manera notable, la mortalidad neonatal en Chad experiment¨® pocos cambios en el per¨ªodo entre 1996 y 2004.
Las desigualdades en el ¨¢mbito de la salud y los derechos sexuales y reproductivos se traducen en desigualdades laborales y salariales en un c¨ªrculo vicioso que se retroalimenta, seg¨²n el estudio. En los pa¨ªses con tasas de fecundidad elevadas, la incorporaci¨®n de las mujeres a la fuerza de trabajo en empleos asalariados y remunerados sigue siendo baja (el 20% en Asia Meridional y el 22% en ?frica subsahariana). El riesgo de exclusi¨®n del mercado laboral aumenta ante los embarazos no planeados, que rondan los 89 millones al a?o.
En 2015, alrededor del 50% de mujeres frente al 76% de hombres participaron en la fuerza de trabajo mundial, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo. El ?frica septentrional y los Estados ¨¢rabes encabezan los pa¨ªses con las diferencias m¨¢s pronunciadas, con una tasa de desempleo juvenil femenino (44%) que casi duplica a la de los j¨®venes.
La discriminaci¨®n en el trabajo est¨¢ estrechamente vinculada con el acceso a la educaci¨®n. Las mujeres analfabetas alrededor del mundo son 479 millones, seg¨²n datos de Unesco. Millones de ni?as en edad escolar de primaria no asisten a la escuela y la brecha aumenta en la ense?anza secundaria, lo que limita tambi¨¦n el nivel de ingresos en las etapas posteriores de la vida y expone las ni?as a un mayor riesgo de embarazos en la adolescencia.
Pese a la existencia de un marco legislativo internacional para proteger a grupos especialmente vulnerables a la exclusi¨®n, como las mujeres y los ni?os, las disparidades no se est¨¢n eliminando con suficiente rapidez. "La discriminaci¨®n hacia las mujeres forma parte de una norma social que tiene diferentes manifestaciones y eso necesita tiempo para cambiar", reconoce Luis Mora, responsable de g¨¦nero, derechos humanos y cultura del Fondo de Poblaci¨®n de Naciones Unidas, al subrayar que ya se han dado pasos importantes.
Mora, sin embargo, cree que la desigualdad de g¨¦nero y la disparidad en el disfrute de la salud y los derechos sexuales y reproductivos a¨²n no reciben la suficiente atenci¨®n en la lucha para erradicar la pobreza. "Seguir invirtiendo en pol¨ªticas de igualdad no es una opci¨®n, sino un imperativo social y econ¨®mico. Si no lo hacemos, no podremos lograr las metas de desarrollo sostenible fijadas para 2030".
?Y Espa?a?
Aunque los pa¨ªses en desarrollo pagan el coste m¨¢s elevado, las regiones desarrolladas tambi¨¦n se enfrentan a estos problemas. "La igualdad no se ha conseguido en ning¨²n lugar del mundo. En muchos pa¨ªses, la educaci¨®n sexual sigue siendo una asignatura pendiente en las escuelas, mientras que la brecha salarial entre hombres y mujeres persiste", explica Luis Mora, responsable de g¨¦nero, derechos humanos y cultura del Fondo de Poblaci¨®n de Naciones Unidas. ?Y Espa?a?
El presidente de la Federaci¨®n de Planificaci¨®n Familiar Estatal espa?ola, Guillermo Gonz¨¢lez Ant¨®n, asegura que el pa¨ªs puede presumir de muy buenos resultados en lo que se refiere al ¨ªndice de mortalidad infantil. La bajada en la tasa de natalidad registrada en los ¨²ltimos a?os no puede achacarse exclusivamente a buenos niveles de acceso a m¨¦todos anticonceptivos. "No podemos dar por resuelta la cuesti¨®n", explica. "A¨²n existen diferencias abismales entre las autonom¨ªas y la reciente crisis no ha favorecido".
Ante un descenso en la cifra de embarazos no planeados, Gonz¨¢lez insiste en la importancia de la financiaci¨®n de los anticonceptivos. "Es una pol¨ªtica altamente eficaz y con poco coste, no entiendo por qu¨¦ no tiene la bendici¨®n del Gobierno".
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