Mar¨ªas, el cortometraje contra el acoso escolar hacia mujeres ind¨ªgenas
El trabajo realizado por tres artistas visuales y un antrop¨®logo mexicano denuncia el estereotipo de la mujer ind¨ªgena
A Valentina le dicen Mar¨ªa por el hecho de ser ind¨ªgena, mujer y pobre. Tres caracter¨ªsticas que, en pa¨ªses como M¨¦xico, se pagan caro. Su historia puede ser la de cualquier mujer ind¨ªgena maya, otom¨ª, tzotzil o zapoteca que haya ido a la escuela. El cortometraje Mar¨ªas, realizado por tres artistas visuales, un antrop¨®logo y protagonizado por Delfina L¨®pez, narra el acoso escolar que sufre Valentina a lo largo de su juventud.
De ni?a a Valentina su maestro no la deja entrar con su ropa tradicional a la escuela. Otro d¨ªa en la secundaria, la ni?a sufre una paliza por parte de sus compa?eros tras revelarles de d¨®nde proviene y qu¨¦ idioma habla. Ella habla otom¨ª, la s¨¦ptima lengua ind¨ªgena m¨¢s hablada en M¨¦xico.
Situaciones similares vivi¨® la protagonista Delfina L¨®pez. La joven originaria de Tolim¨¢n, Quer¨¦taro, ha sido discriminada por hablar este idioma. "S¨¦ c¨®mo se siente la discriminaci¨®n", asegura con vehemencia la joven de 25 a?os. En la escuela la hac¨ªan a un lado por vestirse diferente.?Cuando ten¨ªa alrededor de nueve a?os?en m¨¢s de dos ocasiones le jalaron de los pelos y la rasgu?aron.?
Pero esta situaci¨®n no solo le ha ocurrido a ella. El creador de la historia, Rom¨¢n Sauza, se inspir¨® para hacer Mar¨ªas, en otros casos como el de Angelina, la estudiante mixteca que fue golpeada brutalmente en 2013 por sus compa?eros de clase en la Ciudad de M¨¦xico. Fueron sus propios agresores quienes subieron el v¨ªdeo en el que se ve c¨®mo la golpean. Este caso lleg¨® al Tribunal de Conciencia de Mujeres Ind¨ªgenas en Nueva York, Estados Unidos.
Los otros personajes del cortometraje se sintieron identificados desde el principio. Los ni?os estaban encantados en participar, las mujeres tambi¨¦n. ¡°Como el di¨¢logo era muy familiar para ellos no tuvieron que memorizarlo¡±, precisa Souza. Ellos pueden ser protagonistas de su propia historia.
Mar¨ªas se estren¨® a finales de septiembre en el estado de Quer¨¦taro, M¨¦xico. Se trata de un falso documental, una historia imaginada a partir de otras que s¨ª existieron. Souza hab¨ªa imaginado en un principio un documental , pero la falta de recursos econ¨®micos no se lo permiti¨®. El ¨²nico patrocinio con el que cont¨® este proyecto fueron 5.000 pesos (227 euros). Las directoras pusieron su propio equipo de v¨ªdeo.
Sauza, Maestro en Antropolog¨ªa por la Universidad de Quer¨¦taro empez¨® a identificar en la prensa historias de hombres y mujeres que han sido v¨ªctimas de bullying en alg¨²n momento de su educaci¨®n. Pero no solo rastre¨® en los peri¨®dicos, su propia experiencia en la Secretar¨ªa de Salud de Quer¨¦taro le sirvi¨® como fuente de inspiraci¨®n. All¨ª escuchaba relatos de acoso, de discriminaci¨®n, de violencia obst¨¦trica hacia mujeres ind¨ªgenas. ¡°Es dif¨ªcil demostrar pero es el pan de cada d¨ªa¡±, asegura el antrop¨®logo de 30 a?os.
¡°El corto es una cr¨ªtica al estereotipo de la india Mar¨ªa¡± explica Sauza, y puntualiza que fue en los a?os 60 cuando se empez¨® a asociar a las ind¨ªgenas con el gen¨¦rico de la india Mar¨ªa, tras una ola de migraci¨®n de ind¨ªgenas mazahua a la capital. La protagonista lucha contra este estereotipo y defiende su nombre, Valentina, por valent¨ªa. Pese a no ser un nombre ind¨ªgena, "era m¨¢s potente¡± seg¨²n Sauza, fundador de Yosoyoho una asociaci¨®n que cre¨® a la primera mu?eca artesanal biling¨¹e (otom¨ª-espa?ol) Xahni.
El escenario donde se desarrolla la historia es la localidad de Yosp¨ª Amealco, en Quer¨¦taro. ¡°Nos preocupaba que la gente no se dejara grabar¡±, cuenta Yolanda Alonso, de 24 a?os, egresada de la Facultad de Bellas Artes. Alonso dirige y produce el cortometraje junto a Margarita S¨¢nchez y Melissa H. Granados. Grabar en comunidades ind¨ªgenas no es un asunto sencillo, seg¨²n la directora. Es necesario seguir un proceso para ganarse la confianza de la gente. En este caso, el centro social La Casa Otom¨ª les permiti¨® establecer un v¨ªnculo directo con las personas de la comunidad.
Pese al acoso sufrido durante tantos a?os, Valentina logra forjarse su propio camino. Como dice la protagonista: "Esperando que la dignidad se haga costumbre".
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