Los para¨ªsos fiscales cuestan vidas
Se estima que cada a?o los pa¨ªses en desarrollo pierden 85.000 millones de euros en recursos fiscales por la elusi¨®n de grandes empresas a trav¨¦s de para¨ªsos
La salida de la crisis en nuestro pa¨ªs ha resultado en falso para muchas familias que no han visto mejorar su situaci¨®n. La recuperaci¨®n econ¨®mica se ha hecho a costa de una profundizaci¨®n en la desigualdad, como lo demuestra el hecho de que Espa?a ha sido el segundo pa¨ªs de la UE en el que m¨¢s ha crecido la desigualdad, despu¨¦s de Chipre y 20 veces m¨¢s que el promedio europeo. Como detalla el informe El dinero que no ves, que hoy publicamos, esta situaci¨®n no solo es debida a un modelo productivo generador de desigualdad, tambi¨¦n lo es a que una de las principales herramientas para corregirla, la fiscalidad, no solo no la est¨¢ corrigiendo, sino que incluso contribuye a aumentarla. Para que un sistema fiscal realmente sea redistributivo tiene que ser progresivo, es decir, tiene que captar m¨¢s recursos de quien m¨¢s capacidad econ¨®mica tiene. Y eso no se est¨¢ cumpliendo en nuestro pa¨ªs.
As¨ª, el peso de la recaudaci¨®n recae cada vez m¨¢s en las familias y menos en las grandes empresas. Si las familias en 2007 aportaban el 74% del total de los impuestos, el a?o pasado contribuyeron con el 83%. Sin embargo, las grandes empresas pasaron de aportar del 22% al 12%.
Resulta muy llamativo que todas las figuras impositivas hayan pr¨¢cticamente recuperado los niveles de recaudaci¨®n de antes de las crisis, excepto el impuesto de sociedades, que solo recauda la mitad de lo que ingresaba en 2007. Esto supone un diferencial de recaudaci¨®n de 23.145 millones de euros, cantidad que duplica la necesaria para pagar una renta m¨ªnima a todas las familias sin ingresos en nuestro pa¨ªs.
Este fen¨®meno no es exclusivo de nuestro pa¨ªs. Se trata de una tendencia global que reduce el peso tributario de las empresas v¨ªa reducci¨®n de tipos nominales y lo contrarresta con un incremento en la proporci¨®n de lo que aportan impuestos al consumo, como el IVA, lo que afianza la regresividad.
Para que un sistema fiscal realmente sea redistributivo tiene que ser progresivo, es decir, tiene que captar m¨¢s recursos de quien m¨¢s capacidad econ¨®mica tiene
Todo ello se ha convertido en una carrera a la baja en la tributaci¨®n de las empresas, sobre todo de las grandes, en una competencia fiscal entre pa¨ªses, en la que destaca la existencia de para¨ªsos fiscales como puntos neur¨¢lgicos.
Mucho se ha hablado y se sigue hablando de los graves impactos de los para¨ªsos fiscales. Pero su utilizaci¨®n no remite. En los ¨²ltimos 15 a?os la inversi¨®n hacia estos territorios se ha multiplicado por cuatro, un ritmo de crecimiento muy superior a la de la econom¨ªa real. Lamentablemente en Espa?a en este aspecto no nos quedamos a la zaga, ya que uno de cada cuatro euros de inversi¨®n espa?ola tuvo como destino un para¨ªso fiscal.
A algunas personas los para¨ªsos fiscales les pueden parecen realidades abstractas dif¨ªciles de acotar, sin embargo, sus efectos son muy tangibles. Se estima que cada a?o los pa¨ªses en desarrollo pierden 85.000 millones de euros en recursos fiscales por la elusi¨®n fiscal de grandes empresas a trav¨¦s de para¨ªsos. Con ese dinero se podr¨ªa dar asistencia sanitaria esencial para salvar 6 millones de vidas al a?o y escolarizar a 124 millones de ni?os y ni?as.
La OCDE present¨® en verano un listado de para¨ªsos fiscales con un ¨²nico pa¨ªs. Para finales de a?o esperamos tambi¨¦n la lista de la UE. Sabemos que no va a incluir ning¨²n pa¨ªs miembro, a pesar de que todas las evidencias apuntan a Holanda, Irlanda o Luxemburgo como grandes centros de la evasi¨®n y elusi¨®n fiscal global.
Espa?a tiene la oportunidad de enmendar estos errores y revisar su listado de para¨ªsos fiscales para que incluya a todos los territorios de los que se aprovechan grandes empresas y fortunas para no pagar los impuestos que deben.
Irlanda es un pa¨ªs europeo y un para¨ªso fiscal. Holanda y Luxemburgo son pa¨ªses fundadores de la UE y para¨ªsos fiscales. Las cosas se tienen que decir altas y claras: los para¨ªsos fiscales cercenan las oportunidades de desarrollo de millones de personas. Cuestan vidas.
Miguel Alba es responsable de desigualdad y sector privado de Oxfam Interm¨®n
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