La carta de una maestra a sus alumnos de la Escuela Infantil: "Poca gente concede valor a nuestro trabajo"

No puedo dejar de mirarte, no sabes lo que has crecido y ah¨ª est¨¢s diciendo tus primeras palabras, parece mentira que tan solo hace a?o y medio atr¨¢s, mama te dejara en la escuela, ah¨ª estabas tu peque?a, indefensa en manos de alguien que no conoc¨ªas mientras mam¨¢ aguantaba el llanto, sent¨ªa tristeza, esa emoci¨®n que a veces tambi¨¦n sientes y a la que todav¨ªa no sabes poner nombre. Abrazo a mam¨¢. ¡°Todo ir¨¢ bien¡± , la misma frase que te he dicho tantas veces, cada vez que te caes, enfermas o enfadas porque algo no va como t¨² quieres.

Ha pasado a?o y medio, es incre¨ªble todo lo que hemos vivido junto a tus compa?eros, cuanto me alegr¨¢is el d¨ªa con todos los besos que recibo nada m¨¢s llegar a la escuela, no sab¨¦is lo que disfruto con cada uno de vuestros pasos, lo que me duelen vuestras ca¨ªdas y me enorgullezco con cada uno de vuestros logros.

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Hoy estoy cansada, sois pura energ¨ªa, estar en alerta durante seis horas en un aula es agotador, a veces me pregunto si habr¨¦is recibido todo lo que merec¨¦is, no s¨¦ si os he dado suficientes besos y abrazos o si he pasado por alto algo que para vosotros era importante.

No todo el mundo lo sabe, por eso yo te lo voy a contar, la etapa que est¨¢is viviendo es fundamental para vuestro desarrollo, el conocimiento a veces hace que sienta v¨¦rtigo, debemos cuidar de cada una de vuestras emociones, esas que ahora con tan solo miraros a los ojos s¨¦ que sent¨ªs.

S¨¦ que la palabra ratio a¨²n no la comprend¨¦is, pero es el n¨²mero de ni?os que hay en el aula, est¨¢n establecidas por la ley y nadie se cuestiona su revisi¨®n, a pesar de las dificultades con las que nos encontramos los educadores cuando las aulas est¨¢n llenas.

Poca gente concede valor a nuestro trabajo. S¨¦ que ahora de todo estos poco entend¨¦is, nuestros salarios est¨¢n muy por debajo de los otros profesionales de la educaci¨®n, siendo la etapa de 0-3 a?os, una de las etapas m¨¢s importantes de vuestra vida.

Alg¨²n d¨ªa espero que sint¨¢is en vuestro trabajo la vocaci¨®n que sentimos los profesionales que trabajamos cada d¨ªa con vosotros y la sociedad os valore de manera justa.

Os leo una y otra vez el Pollo Pepe, os encanta, no es un simple cuento forma parte de un Proyecto educativo que el equipo de la escuela ha trabajado con cari?o y esmero para que aprend¨¢is un mont¨®n de cosas que servir¨¢n de base en vuestra educaci¨®n.

Form¨¢is parte de una Escuela Infantil que no Guarder¨ªa, nos llevamos con frecuencia el trabajo a casa, tambi¨¦n la preocupaci¨®n si enfermasteis o acabasteis el d¨ªa disgustados.

Me encanta cuando crec¨¦is y ven¨ªs a la escuela a contarme que ya sab¨¦is leer, sobre todo cuando hemos detectado que algo en vosotros no iba bien y dimos la voz de alarma a nuestro equipo de Atenci¨®n Temprana, me encanta saber que todo marcha viento en popa.

Recordad que en la escuela aprendisteis a andar, si os sent¨ªs tristes volved sobre vuestros pasos que siempre tendr¨¦is mi regazo, pero sobre todo recordar que si os ca¨¦is levantaos sin mirar atr¨¢s como hacemos los profesionales de la educaci¨®n cada d¨ªa, es maravilloso seguir creciendo, pero sobre todo luchando por lo que uno cree.

¡°No os olvid¨¦is de ser felices piratillas¡±.

*Autora: Ruth Alfonso Arias. Educadora Infantil / Educadora de familias de Disciplina Positiva.