¡°Gritar constantemente al ni?o es querer que aprenda por la fuerza¡±

Tania Garc¨ªa es escritora, educadora y asesora familiar y parece haber dado con la receta que est¨¢ ayudando a miles de padres a educar en el respeto. Su libro Gu¨ªa para madres y padres imperfectos que entienden que sus hijos tambi¨¦n lo son, ya va por su tercera edici¨®n. Es un libro que permite a los padres "desaprender, trabajar en s¨ª mismos y empatizar con sus hijos, asumiendo que ni ellos ni sus peque?os son perfectos", nos relata la autora por tel¨¦fono. "Cada d¨ªa es una oportunidad para aprender, para educar desde el coraz¨®n".

Gritar a un menor de forma constante no es educar. "Y puede tener consecuencias muy negativas para ¨¦l, tanto en su vida presente como en la futura", cuenta Garc¨ªa. Entre los problemas que cita la autora est¨¢n: la baja autoestima, la baja motivaci¨®n, padecer estr¨¦s, nervios, sufrir Trastorno Obsesivo Compulsivo o una tendencia a los miedos o fobias, entre otros."Tenemos que comportamos con nuestro hijo de la misma manera que lo hacemos con otros adultos, con nuestros amigos o compa?eros de trabajo. A ellos no les gritamos constantemente", a?ade. "Gritar constantemente al ni?o es querer que aprenda por la fuerza, a partir del miedo. Cuando el entorno en el que vive deber¨ªa ser afable, un lugar donde sentirse seguro. Si les gritas a tus hijos, no se sienten amados", prosigue.

Garc¨ªa es consciente que es muy dificil para los padres eliminar patrones establecidos y aprendidos: "Es muy problable que muchos de los pap¨¢s actuales fueran educados de una forma autoritaria y es necesario, para educar en el respeto, que eliminemos estos sesgos que nos pesan y que son un reflejo de nuestra frustaci¨®n, de nuestra incapacidad, y que sin querer estamos proyectando en nuestros hijos".

Para no gritar tambi¨¦n es fundamental que los padres sean conscientes de que lo hacen y que tengan inter¨¦s en cambiar esta conducta. "Tienen que estar motivados, porque no es f¨¢cil", reitera la autora. "Cuando perdemos los nervios ante una situaci¨®n que nos crispa y que no sabemos controlar, nos da mucha rabia y tratamos al ni?o como un igual, no como lo que es, un ni?o que tiene que crecer, pasar por distintas etapas y equivocarse. Este comportamiento, como he explicado anteriormente, casi siempre esconde un problema subyacente", argumenta.

Cuando el grito se normaliza en el hogar es peligroso, ya que el ni?o puede interpretar que es la forma normal de comunicaci¨®n con los otros. "Luego , muchos padres se sorprenden cuando la profesora del cole les dice que su hijo no para de gritar, de enfadarse con sus compa?eros y es lo que ha aprendido en casa. Y la mayor¨ªa de las veces nosotros somos la causa", explica Garc¨ªa.

Cuidar a un ni?o conlleva, adem¨¢s, mucha responsabilidad. "Debemos saber que nuestra vida no va a ser la misma desde el momento en que seamos padres. Podemos tener nuestros objetivos laborales, pero en lo personal tenemos que priorizar el bienestar de nuestro hijo. Y es fundamental empatizar con sus necesidades. Por ejemplo, no puede ser que queramos ver una serie con nuestra pareja y queramos que el ni?o se duerma de inmediato. A lo mejor, no tiene sue?o, no quiere dormir. Y tenemos que entenderlo. La educaci¨®n debe basarse en el respeto, en entender a nuestro hijo y sus necesidades, es lo que nos toca como padres", concluye Garc¨ªa.