Las matem¨¢ticas se aprenden mejor despu¨¦s de unos minutos de taichi
Un colegio de Bizkaia recibe un premio a la innovaci¨®n tras aplicar un programa de descontaminaci¨®n ac¨²stica. Los alumnos practican la cromoterapia, yoga y se dan masajes entre s¨ª
Las matem¨¢ticas se aprenden mejor despu¨¦s de unos minutos de taichi. Una sesi¨®n de masaje facial, unos ejercicios de control respiratorio o de yoga ayudan a generar un ambiente de tranquilidad en las aulas y predisponen a los estudiantes a aplicarse en los estudios. Esto es lo habitual en el colegio San F¨¦lix de Ortuella (Bizkaia), que esta semana ha recibido el Premio vasco a la Innovaci¨®n por crear "naves educativas" y vaciarlas de ruido. "Estamos haciendo una revoluci¨®n silenciosa, un cambio radical en la forma de educar y de dar clase. Tenemos que perseguir la utop¨ªa", afirma la directora del centro, Nieves Fern¨¢ndez. Un programa de buenas pr¨¢cticas en la educaci¨®n, pilotado por expertos de Harvard, est¨¢ consiguiendo mejorar los niveles de satisfacci¨®n de los alumnos y ser un referente en el mundo acad¨¦mico.
En las aulas de San F¨¦lix las cristaleras sustituyeron los tabiques; los pupitres han sido dise?ados por los propios estudiantes; las clases se imparten en salas grandes y espaciosas; las papeleras cuelgan de las papeleras para evitar obst¨¢culos, el material educativo est¨¢ a la altura de la mirada del alumno... Estas acciones le valieron al colegio la concesi¨®n de la A de Oro a la gesti¨®n avanzada -en 2010 recibieron el reconocimiento de calidad Q de Plata- y ahora han sido distinguidos como un centro educativo innovador por aplicar un programa de "descontaminaci¨®n ac¨²stica", consistente en "generar un ambiente agradable y menos ruidoso en las aulas".
Antes de una clase se hacen unos ejercicios de taichi o yoga, estudiantes y profesores se dan masajes interpares, hacen estiramientos, se realizan lecturas de cuentos, se practica la cromoterapia... Despu¨¦s del patio, los alumnos son recibidos en las escaleras para que accedan al aula en total silencio; han adquirido el h¨¢bito de desplazarse por los pasillos sin correr ni dar gritos, y en el recreo se comportan sin montar barullo. La responsable del centro asegura que "los resultados est¨¢n siendo excelentes". "Generamos un clima de aprendizaje amable, donde podemos relacionarnos, movernos, dialogar sin hacer ruido", a?ade.
Si la intensidad del ruido en las aulas superaba los 90 decibelios en 2012, ahora est¨¢ por debajo de 65 decibelios. En el comedor se ha pasado de 100 decibelios a 88, por debajo de lo recomendado. Ha sido m¨¢gico. Han cambiado las miradas que se cruzan los alumnos, se repetan las ideas unos a otros, se espera con paciencia a que un compa?ero exponga sus pensamientos, se levanta la mano para hablar. Hemos conseguido que gocen de una situaci¨®n de relax, del silencio, del hablar en un tono bajo...", dice Fern¨¢ndez.
Nieves Fern¨¢ndez: "Es la suma de muchas voluntades y de las pasiones de todos, profesores, alumnos y padres"
El centro diocesano vizca¨ªno, asociado a la Unesco, cuenta con 39 profesores y alrededor de 600 estudiantes de entre 0 y 16 a?os. Durante las clases suena de fondo m¨²sica de relajaci¨®n "de manera habitual" mientras se realizan tareas individuales o en grupo. Las patas de las mesas y las sillas est¨¢n protegidas para que produzcan el menor ruido posible.
El exceso de ruido, sostiene Fern¨¢ndez, provoca p¨¦rdida de audici¨®n, problemas para conciliar el sue?o, afon¨ªas, nerviosismo¡ En San F¨¦lix est¨¢n combatiendo estos problemas con "terapias innovadoras" que est¨¢n contribuyendo a que "los niveles de satisfacci¨®n de los estudiantes y sus familias est¨¦ rozando el 9". "Estamos creciendo como personas. Queremos personas con conciencia, que pretendan un mundo mejor. Buscamos resultados en las capacidades de nuestros alumnos y hemos conseguido mejorar el rendimiento intelectual", comenta Fern¨¢ndez, orgullosa de la transformaci¨®n que se est¨¢ obrando en el centro.
San F¨¦lix se fij¨® en programas educativos exitosos que vienen aplic¨¢ndose en pa¨ªses n¨®rdicos. Ahora reciben visitas de otros colegios que quieren conocer sobre el terreno c¨®mo son los espacios abiertos del colegio vizca¨ªno y c¨®mo se comportan los alumnos sin levantar la voz.
Fue "muy gratificante" la experiencia de los escolares que intervinieron en el dise?o del mobiliario del colegio. "Los propios estudiantes analizaron con dise?adores de Ikea las caracter¨ªsticas de los pupitres para lograr espacios creativos y de innovaci¨®n. En las aulas hay cojines, se han aprovechado las terrazas para colocar sof¨¢s para la lectura". "Nos hemos ca¨ªdo 36.000 veces, pero nos hemos levantado otras tantas. Esto no es la decisi¨®n de un l¨ªder, ni de la direcci¨®n del colegio. Es la suma de muchas voluntades y de las pasiones de todos, profesores, alumnos y padres", explica Fern¨¢ndez. Y sentencia: "Si a alguien le sirve, aqu¨ª lo tienen".
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