¡°Soy Rashid y tengo un boli¡±
En los ¨²ltimos a?os se han realizado importantes esfuerzos para fomentar la educaci¨®n en Zanz¨ªbar pero, a¨²n as¨ª, solo el 43% del alumnado llega a cursar Secundaria
Ya ha oscurecido en Maungani, a 10 kil¨®metros de Stone Town, la capital de Zanz¨ªbar. Dos bombillas colgadas del techo iluminan la espaciosa sala de un edificio comunitario. Las paredes est¨¢n pintadas de color verde hospital. Unas sillas apiladas, sin reposabrazos, un banco corrido pegado contra la pared y una pizarra sin tizas conforman el mobiliario. Los grandes ventanales est¨¢n surcados por barras de hierro. No hay cristales y el ruido de la cercana carretera inunda el recinto.
Insectos de todo tipo dan vueltas alrededor de la luz y los mosquitos se ceban en los tobillos desnudos. Diez alumnas y alumnos de entre 18 y 25 a?os esperan el inicio de las clases de ingl¨¦s con la nueva profesora. La organizaci¨®n Servicio Civil Internacional, en coordinaci¨®n con una asociaci¨®n local, env¨ªa regularmente personal voluntario.
El archipi¨¦lago de Zanz¨ªbar, en la actualidad una regi¨®n semiaut¨®noma de Tanzania, permaneci¨® durante m¨¢s de 70 a?os bajo dominio brit¨¢nico, y el ingl¨¦s, junto con el suajili, es uno de los idiomas oficiales. A pesar de ello, el paso por el sistema educativo no asegura su aprendizaje y, en una regi¨®n donde las tasas de desempleo son muy altas, el conocimiento de este idioma es una ventaja determinante. Seg¨²n datos oficiales, en los ¨²ltimos a?os se ha producido un crecimiento del 9,6% anual en el sector tur¨ªstico y en 2014 se recibieron a m¨¢s de 300.000 visitantes, la gran mayor¨ªa procedentes de Europa.
¡°I am a teacher (Soy un profesor)¡± me dice un alumno, Rashid, mir¨¢ndome a los ojos con seriedad. Despu¨¦s de m¨¢s de tres d¨ªas asistiendo a clase me he dado cuenta de que no entiende nada de lo que le digo. ¡°I am from Spain (Soy de Espa?a)¡±, afirma. Su manera de aprender, influida por la tradici¨®n oral, est¨¢ basada en la repetici¨®n.
Rashid no ha faltado un solo d¨ªa a mis clases vespertinas, desde las siete y media hasta las nueve de la noche. Vive a m¨¢s de media hora en bici. Es ¨¦poca de lluvias y las pistas de tierra que comunican las viviendas est¨¢n embarradas y llenas de charcos. Tiene 25 a?os y no ha vuelto a estudiar desde que acab¨® Primaria. Su determinaci¨®n por aprender es firme. Sabe que cuando consiga hablar ingl¨¦s podr¨¢ encontrar un empleo que no le d¨¦ solo para sobrevivir. ¡°I am Rashid. I have a pen (Soy Rashid. Tengo un boli)¡±, repite tratando de memorizar los verbos.
Para 2020, alrededor del 50% de la isla estar¨¢ involucrada en el sector tur¨ªstico y muchos est¨¢n haciendo un gran esfuerzo para aprender idiomas
En los ¨²ltimos a?os se han realizado importantes esfuerzos para fomentar la educaci¨®n en Zanz¨ªbar. Se han construido nuevas escuelas y ha aumentado el n¨²mero de ni?os y ni?as que acuden a ellas. El acceso a la Educaci¨®n Primaria ha alcanzado el 83,6% en 2013; sin embargo, tan solo el 41,3% de la poblaci¨®n ha recibido Educaci¨®n Secundaria, seg¨²n datos de 2014.
En general, la escasez de materiales, las aulas abarrotadas o la inseguridad en algunos centros educativos limita la capacidad de aprendizaje del alumnado, seg¨²n un informe del Gobierno de Zanz¨ªbar dirigido a la UNESCO en 2015. Adem¨¢s, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), advierte que la calidad de la educaci¨®n y las desigualdades de g¨¦nero, especialmente en los niveles superiores, son los principales problemas educativos. Entre los motivos se encuentran las bajas competencias del profesorado as¨ª como una pobre motivaci¨®n debido a las malas condiciones laborales.
Lucy es profesora en una escuela privada de Primaria de una zona rural. La ¨²nica aula del edificio de cemento gris agrupa una veintena de ni?os y ni?as desde los cuatro a los diez a?os. ¡°Es dif¨ªcil impartir clases a ni?os de edades tan diversas¡±, afirma. El precio de la matr¨ªcula es de 10.000 chelines tanzanos al mes, unos cuatro euros. ¡°Admitimos a los de menos recursos de la zona y los que est¨¢n en peor situaci¨®n no pagan cuota¡±. En esta situaci¨®n, a Jane, su jefa y pastor de la iglesia anglicana, no le salen las cuentas. A pesar de ello, las dos mujeres siguen adelante con el sue?o de que nadie se quede sin educaci¨®n y buscan incansablemente financiaci¨®n para mantener su escuela.
Uno de los problemas es la baja competencia del profesorado, as¨ª como una pobre motivaci¨®n debido a las malas condiciones laborales
Me cuentan esto mientras estamos sentadas delante de la escuela en tres sillas de pl¨¢stico blanco bajo la sombra de un gran mango. Es la hora del recreo y los ni?os y ni?as juegan ruidosamente corriendo por el c¨¦sped embarrado. M¨¢s all¨¢ del centro educativo, pasa un veh¨ªculo cargado de yuca que unos campesinos llevan al mercado. Nos saludan con la mirada.
Hoy en d¨ªa la agricultura y, en menor medida, la pesca siguen siendo las principales actividades econ¨®micas en Zanz¨ªbar. Sin embargo, se espera que para 2020, alrededor del 50% de la poblaci¨®n de la isla est¨¦ involucrada en el sector tur¨ªstico y muchas personas est¨¢n haciendo un gran esfuerzo para aprender idiomas. Y todo ello, a pesar de las luces y sombras del turismo, que parece tener un ¡°impacto limitado en la reducci¨®n de la pobreza¡±. Una pobreza que, seg¨²n el informe del PNUD anteriormente citado, llegaba a atenazar al 43,3% de la poblaci¨®n en 2014.
En cualquier caso, la mejora de la calidad de la educaci¨®n es uno de los principales retos en el archipi¨¦lago. El plan gubernamental Zanzibar Vision 2020 reconoce que la erradicaci¨®n de la pobreza requiere una educaci¨®n que promueva ¡°modos de vida sostenibles a trav¨¦s de empleo y trabajo libremente elegido¡± y define como objetivo conseguir una ¡°educaci¨®n b¨¢sica universal¡± y la ¡°erradicaci¨®n del analfabetismo¡±.
Grandes retos y grandes ilusiones que requerir¨¢n de un enorme esfuerzo, pero que cuentan con la determinaci¨®n de muchas personas an¨®nimas que en su d¨ªa a d¨ªa contribuyen a que se hagan realidad.
Bego?a Santos Olmeda es miembro de la asociaci¨®n Karibu.
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