Expulsados para embellecer las ciudades
El multimillonario plan indio 'Smart City Project' barre a los m¨¢s desfavorecidos de las ciudades. Cientos de personas han sido desalojadas de Dharamsala, residencia del Dalai Lama

De noche, el term¨®metro se desploma y la humedad cala hasta el tu¨¦tano entre las cumbres del Himalaya indio. De d¨ªa, la lluvia empapa bajo lonas y pl¨¢sticos rotos que sirven de techumbres al centenar de chozas desabrigadas en el bosque de Chetru. Decenas de ni?os desnudos juegan en el arroyo adyacente a los esqueletos de viviendas en los que medio millar de personas malvive cerca de la tur¨ªstica ciudad de Dharamsala, en el norte de India. Su situaci¨®n empeor¨® hace algo m¨¢s de un a?o, cuando las autoridades los desalojaron violentamente de su anterior slum durante el monz¨®n veraniego.
¡°Nos arrastraron a la calle como a perros. Dorm¨ª en el asfalto y bajo la lluvia durante un mes¡±, se queja Shyam, de 30 a?os y parapl¨¦jico. Perennemente sentado en el camastro hediondo de su chamizo, espera a que uno de sus dos hijos regrese con agua potable. La mayor, de solo 12 a?os, confiesa tener miedo de las serpientes y otros animales que rodean el campamento. ¡°Echo de menos nuestra antigua casa y el colegio¡±, explica Raj Nandani en cuclillas, mientras hierve arroz sobre un pu?ado de ramas.
En junio de 2016, la Corporaci¨®n Municipal de Dharamsala y la polic¨ªa local desahuciaron a la fuerza varios centenares de familias de su asentamiento en Charan Khan, en el centro de la emblem¨¢tica ciudad donde reside el Dalai Lama. Pese a haber ocupado ese suburbio durante 30 a?os, unos 1.500 trabajadores de la construcci¨®n, vendedores callejeros y traperos se vieron en la calle de la noche a la ma?ana. Un tercio de esas familias se asent¨® en Chetru, a pocos kil¨®metros de Dharamsala.
¡°La polic¨ªa irrumpi¨® en nuestras casas con palos. Destruy¨® nuestras pertenencias. Nos golpe¨® y nos sac¨® a la fuerza¡±, se queja Sumita, de 45 a?os, quien describe c¨®mo familias enteras fueron hacinadas en camiones que les abandonaron en localidades cercanas, de donde los lugare?os tambi¨¦n les echaron. El informe posterior sobre los hechos, publicado por el Foro de Delhi y la organizaci¨®n Mujeres Contra la Represi¨®n Estatal y la Violencia Sexual, describe los acontecimientos como "inhumanos".

El desalojo de los habitantes sigui¨® una orden judicial que alegaba "riesgo de salud p¨²blica" por la falta de higiene en el antiguo asentamiento de Charan Khan. Sin embargo, activistas locales consideran que la defecaci¨®n al aire libre ¡ªun problema extendido en toda India¡ª no puede justificar el desalojo de miles de personas sin un plan de rehabilitaci¨®n. ¡°La Corporaci¨®n Municipal de Dharamsala nunca se reuni¨® con la comunidad ni realiz¨® un muestreo de aguas o un estudio de salud para evaluar cualquier problema¡±, explica Manshi Asher, miembro de Himachal Amenazado, una plataforma regional que organiza campa?as de movilizaci¨®n y ofrece asistencia legal a las familias desahuciadas desde hace un a?o.
¡°Tong-Len nunca inform¨® de ning¨²n problema de salud. La expulsi¨®n por riesgo de salud p¨²blica es una excusa¡±, razona Manshi Asher. Tiempo despu¨¦s del desahucio y tras las manifestaciones, se conoci¨® que ese espacio urbano, junto al estadio de cr¨ªquet municipal y en ubicaci¨®n privilegiada, hab¨ªa sido seleccionado para la construcci¨®n de un Jard¨ªn Bot¨¢nico como parte del proyecto nacional Cuidad Inteligente.
¡°Las autoridades nunca nos ayudaron. Al menos, en Charan Khan hab¨ªa instalaci¨®n de agua potable. Ahora tenemos que obtenerla de un pozo lleno de insectos o beber del arroyo¡±, se queja Bahu Das, trapero de 60 a?os. Con apenas cuatro euros de ganancias semanales recogiendo basura y vendiendo chatarra, Bahu encuentra dificultades para ahorrar los nueve euros mensuales que cada familia debe pagar a un constructor local por el alquiler de la parcela de terreno sobre la que se levanta sus tiendas de campa?a.
El agua potable de la que disfrutaban los habitantes del slum de Charan Khan no hab¨ªa sido facilitada por las autoridades, sino por la Fundaci¨®n Ben¨¦fica Tong-Len. Durante un lustro, esta organizaci¨®n de caridad tibetana ayudaba a las familias con asistencia educativa y sanitaria. En el actual asentamiento en Chetru tambi¨¦n ha instalado iluminaci¨®n y un centro para menores de cinco a?os.
Esta gente fue desahuciada no s¨®lo porque ocupaban tierras ilegalmente, sino por ser pobres y sucios
Designada como una de las 100 Smart Cities que el primer ministro indio Modi promete desarrollar para 2022, las autoridades de Dharamsala destinar¨¢n unos 26 millones de euros a proveer a la ciudad de conexi¨®n a internet, electricidad ininterrumpida, suministro de agua, transporte p¨²blico eficiente y condiciones de vida comparables a las de urbes europeas; satisfaciendo a sus 70.000 residentes y a los 15.000 turistas que visitan la ciudad del Dalai Lama.
Sin embargo, un informe publicado recientemente por la Red por los Derechos de Tierras y Viviendas ¡ªHousing and Land Rights Network (HLRN), en sus siglas en ingl¨¦s¡ª indica que los 6.313 millones de euros que el plan nacional Smart Cities Project desembolsar¨¢ no satisface las necesidades ni protege los derechos de grupos marginales, incluidos minor¨ªas y migrantes.
El informe de la organizaci¨®n nacional subraya: ¡°La mitad de las ciudades con ma?s polucio?n del planeta esta?n en India, uno de cada seis residentes vive en asentamientos inadecuados, un tercio de la poblacio?n urbana de India no tiene acceso a agua potable (...) La cuestio?n que subyace es si el pai?s debe centrarse en crear 100 enclaves de alta tecnologi?a¡±.
50.000 habitantes de barriadas han sido desahuciados en Bhubaneswar y varias demoliciones dejaron sin techo a 1.200 familias en Indore para el embellecimiento urbano
Shivani Chaudhary, directora ejecutiva del HLRN, solicita una visi¨®n m¨¢s hol¨ªstica del ambicioso proyecto Smart Cities: ¡°Necesitamos una programa de inversi¨®n y desarrollo urbano y rural m¨¢s integrador para asegurar que las ¨¢reas rurales crecen de forma simult¨¢nea y que la gente no se ve obligada a migrar a las ciudades¡±. M¨¢s del 65% de la poblaci¨®n india vive en el campo, pero la precariedad y falta de infraestructuras en este entorno prev¨¦ un ¨¦xodo a la ciudad de m¨¢s de 500 millones de personas para 2050.
El actual director de la Corporaci¨®n Municipal de Dharamsala, Lalit Jain, niega que el plan de desarrollo urbano sea excluyente: ¡°El desahucio se produjo porque el asentamiento ocupaba tierras gubernamentales de forma ilegal¡±. El responsable ejecutivo de Smart City Project en Dharamsala, Jain, desmiente tambi¨¦n a activistas y afectados. ¡°Las familias desalojadas tienen la opci¨®n de participar en programas da viviendas alternativas. Lo que ocurre es que no quieren informarse¡±, justifica.
Sin embargo, una noticia del diario regional The Tribune describe que las autoridades municipales cortaron la electricidad de siete hoteles construidos ilegalmente en Dharamsala, mientras otros 70 casos est¨¢n siendo investigados en una ciudad conocida por su urbanizaci¨®n descontrolada fruto del turismo. Lo que demuestra un criterio de acci¨®n diferente dependiendo de la naturaleza de los ocupantes ilegales.

¡°Los hoteles tambie?n tiran sus desechos al arroyo, como casi todos los negocios. Si el problema era la falta de higiene, nos podi?an haber facilitado letrinas¡±, se queja Rajesh Kumar, de 45 an?os y limpiabotas. Desahuciado el pasado a?o junto con su mujer y sus dos hijos, Rajesh tambi¨¦n niega la versi¨®n oficial y dice no haber recibido acceso alguno a viviendas de protecci¨®n oficial.
El corresponsal del diario The Tribune, Lalit Mohan, tambi¨¦n desmiente la versi¨®n oficial: ¡°Se est¨¢n construyendo 147 pisos cerca del estadio de cr¨ªquet gestionados por un programa para personas sin recursos. Pero ninguno de los beneficiarios son del slum de Charan Khan. Esta gente fue desahuciada no solo porque ocupaban tierras ilegalmente, sino por ser pobres y sucios¡±.
Dharamsala no es un caso aislado. Seg¨²n el informe de HLRN, alrededor de 50.000 habitantes de barriadas han sido expulsados en Bhubaneswar (Odisha) y varias demoliciones dejaron sin techo a 1.200 familias en Indore (Madhya Pradesh) para el embellecimiento urbano. Bhanu Joshi, analista del Centro de Investigaci¨®n Pol¨ªtica de Delhi, concluye que la mayor¨ªa de las ciudades postuladas para el Proyecto Smart City invertir¨¢n m¨¢s del 70% de los fondos en el desarrollo de ¨¢reas que solo beneficiar¨¢n al 4% de la poblaci¨®n; dejando de lado a los m¨¢s desfavorecidos.
¡°No somos criminales, sino ciudadanos¡±, clama Sunny Shinde, de 22 a?os. Nacido y criado en el slum de Charan Khan, emigr¨® para estudiar turismo en la universidad gracias a una beca, pero regresa con frecuencia para ayudar a sus padres en el asentamiento. Pese a que las autoridades municipales desalojaron a su familia, Sunny sue?a con abrir un negocio en Dharamsala y dar as¨ª trabajo a su comunidad: ¡°Si quieren mejorar las ciudades del futuro, ?porqu¨¦ no incluir tambi¨¦n a los pobres?¡±.
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