La biblioteca de libros abandonados
Todo empez¨® cuando los trabajadores del cuerpo de recolecci¨®n de basura de Ankara se dieron cuenta de la cantidad de libros encontrados en los contenedores de la capital.
Con frecuencia, es f¨¢cil observar en las calles de cualquier ciudad contenedores de basura repletos de objetos de todo tipo: muebles, juguetes, electrodom¨¦sticos... un hecho que puede tener una doble lectura: desde el que tira el objeto porqu¨¦ ya no lo quiere o desde el que acude al contenedor para encontrar lo que menos se espera, ya sea por necesidad o curiosidad.
Tal y como reza el dicho, el saber no ocupa lugar; y es que el Distrito metropolitano de ?sankaya de Ankara tiene, desde el pasado septiembre, una biblioteca de libros abandonados.
Serhat Baytemur, un joven de 32 a?os que trabaja en el servicio de recolecci¨®n de basura en la capital turca, siempre so?¨® con tener una biblioteca. Al ver la cantidad de libros abandonados en los contenedores, tanto ¨¦l como muchos de sus compa?eros llegaron a plantearse cu¨¢l podr¨ªa ser el volumen de libros que podr¨ªan generar para construir una peque?a biblioteca de uso interno. Y fue as¨ª como surgi¨® la idea de empezar a almacenar todos los libros abandonados para poder montar una peque?a biblioteca comunitaria, tanto para los trabajadores como para sus familias. As¨ª, el sue?o de Serhat podr¨ªa hacerse realidad, tal y como se explica en Daily Sabah.
La idea de recolectar libros y revistas se convirti¨® en una tarea que, durante meses, mantuvo a los trabajadores del cuerpo doblemente ocupados: no solo hac¨ªan su trabajo, sino que, adem¨¢s, almacenaban y clasificaban de una manera altruista los libros que encontraban en sus rutas. En cuesti¨®n de pocas semanas, decidieron dirigirse al alcalde de ?sankaya, Alper Tasdelen, para poder alojar la cantidad de libros que ten¨ªan acumulados, ya que el volumen sobrepasaba lo esperado.
Desde la instituci¨®n municipal, se les cedi¨® un espacio en el barrio de ?sankaya, espec¨ªficamente en una antigua f¨¢brica de ladrillos que llevaba m¨¢s de veinte a?os cerrada, y que actualmente pertenece al Departamento de Sanidad.
Lo que en un principio estuvo pensado para acomodar una biblioteca para los trabajadores y sus familiares, poco a poco fue convirti¨¦ndose en un espacio de inter¨¦s para vecinos y curiosos, quienes se acercaban al lugar para donar libros, cat¨¢logos y revistas. As¨ª es como, en poco menos de siete meses, la biblioteca dej¨® de ser un espacio solo para los trabajadores y qued¨® abierta al p¨²blico convirti¨¦ndose en un nuevo equipamiento cultural.
En la actualidad, hay m¨¢s de 6000 libros catalogados, desde literatura e historia hasta pol¨ªtica y arte. El horario de la biblioteca est¨¢ pensado para que los 700 basureros del municipio de ?ankaya acudan para descansar en sus horas libres leyendo o jugando ajedrez.
Eray Yilmaz, de 20 a?os, es el encargado de registrar todas las obras que entran y salen de la biblioteca ya que, desde su apertura, el volumen de libros no ha cesado.
El impacto de este equipamiento cultural ha sido muy positivo, no solo en lo local, sino tambi¨¦n a nivel metropolitano y nacional. Hoy por hoy, muchas ciudades turcas hacen llegar a la reci¨¦n estrenada biblioteca libros usados; y muchos capitalinos ya tiran en bolsas de pl¨¢stico los libros, separados del resto de los desperdicios, para facilitar la tarea a los basureros.
A pesar de que este proyecto es un ¨¦xito, los responsables no logran entender como a¨²n hay gente capaz de tirar a la basura tal cantidad de conocimiento, y de lo ¨²nico que se arrepienten es de no haber empezado el proyecto antes.
La biblioteca tiene una zona de lectura, un ¨¢rea infantil, un espacio para juegos de mesa y una peque?a cafeter¨ªa. Parte de la iluminaci¨®n est¨¢ hecha con tubos de cobre, tambi¨¦n encontrados en la basura, y las paredes est¨¢n cubiertas con p¨®sters e ilustraciones. Adem¨¢s, se han puesto en marcha programas de pr¨¦stamos de libros tanto a particulares, colegios, organizaciones sin ¨¢nimo de lucro y centros penitenciarios.
Fruto de la apertura de esta biblioteca de libros abandonados, han empezado a surgir otro tipo de ideas asociadas a la literatura como la de utilizar camiones de basura que funcionen como bibliotecas m¨®viles para visitar escuelas en Ankara, o la creaci¨®n de rutas musicales promovidas por un grupo de once basureros que hacen m¨²sica con cubos vac¨ªos y piezas de metal. Todos ellos persiguiendo el esp¨ªritu de hallar otras actividades entorno a su trabajo.
Para quienes deseen conocer otros peque?os grandes proyectos que promueven la cultura y el saber entre la poblaci¨®n, la biblioteca ¡®La fuerza de las Palabras¡¯ en Colombia o el bosque de libros en las calles de Berl¨ªn son ejemplos clave que demuestran el poder de la ciudadan¨ªa para lograr un beneficio colectivo.
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