As¨ª viven su vida en las redes sociales tres j¨®venes: un transexual, una gitana y una migrante marroqu¨ª
Gabriel, Ana y Nora pertenecen a tres de los colectivos m¨¢s propensos a sufrir acoso en la red, seg¨²n el ¨²ltimo informe sobre la brecha digital en Espa?a de Unicef. Aqu¨ª cuentan c¨®mo se enfrentan a los insultos y c¨®mo expanden su mensaje en Internet
El anonimato que proporciona Internet supone en muchas ocasiones barra libre para soltar odio e insultos. Las v¨ªctimas de acoso en el mundo real se convierten normalmente en dianas tambi¨¦n en el digital. El ¨²ltimo informe de Unicef sobre la brecha digital en la infancia en Espa?a presentado este martes en Madrid apunta espec¨ªficamente a tres colectivos como los m¨¢s vulnerables ante estos ataques: el LGTBI, la comunidad gitana y los migrantes. Gabriel, Ana y Nora son el ejemplo de las grandes oportunidades que puede suponer la red para ellos, pero tambi¨¦n de las agresiones a las que se enfrentan.
Gabriel, un 'transyoutuber' que cuenta su tr¨¢nsito
Gabriel (19 a?os), un chico transexual de Madrid, vio en la web una enorme posibilidad para vivir su tr¨¢nsito f¨ªsico. Al principio, la barra de Google le sirvi¨® para obtener algo de informaci¨®n y contactar con gente que estaba viviendo lo mismo que ¨¦l. Al poco tiempo, abri¨® su propio canal de YouTube y una cuenta de Instagram para compartir su experiencia y as¨ª poder ayudar y apoyar a otros chicos y chicas trans. En 2017, la Comunidad de Madrid le propuso participar en una campa?a contra los delitos de odio en la que aparec¨ªa su cara y al poco tiempo "tres personas" encontraron su cuenta en Instagram y empezaron a insultarle.?
El estudio Ciberbullying LGTB-f¨®bico, recogido en el informe de Unicef, indica que el 15% del alumnado LGTBI padece ciberacoso por su orientaci¨®n sexual y/o identidad de g¨¦nero, y entre ellos muy especialmente el alumnado trans; que m¨¢s del 52% ha sido testigo de ciberacoso por ser o parecer LGTBI; y que el 24,11% declara conocer a alguna persona que haya sufrido este tipo de abuso. "Sab¨ªa que me expon¨ªa a esto participando en esa campa?a, pero pensaba que no iba a ocurrir. Hasta ese momento, YouTube me hab¨ªa servido principalmente para ayudar a otra gente". Gabriel cont¨® con el apoyo de sus padres y, como en su caso el insulto le lleg¨® a ra¨ªz de una campa?a institucional, pudo acudir a la Administraci¨®n para obtener ayuda contra los acosadores. "Las redes son un escudo perfecto para volcar el odio y meterse con determinados colectivos. De todos modos, sigo pensando que la inmensa mayor¨ªa de lo que me aporta estar en la red, todos los comentarios y respuestas, es positivo".
Ana, contra la exclusi¨®n digital de los gitanos
Al problema de los insultos, hay que a?adir la falta de acceso regular a Internet de una parte de la comunidad gitana. Un estudio de la Fundaci¨®n Secretariado Gitano realizado en colaboraci¨®n con el Plan Nacional sobre Drogas, muestra que el 22% de los j¨®venes gitanos se?alaban que se hab¨ªa prescindido de Internet en su casa por motivos econ¨®micos. Ana (27 a?os) es periodista, trabaja en la fundaci¨®n y se encuentra a menudo con estas historias: "Muchas familias disponen solo de acceso a la web a trav¨¦s del m¨®vil y eso es un problema por dos motivos: afecta al desarrollo de sus estudios porque para ellos es m¨¢s dif¨ªcil hacer los deberes y pierden la oportunidad de socializar a trav¨¦s de las redes".
Aunque ella s¨ª que dispuso en todo momento de wifi en casa en su infancia y adolescencia, reconoce que se encuentra con muchas familias de su comunidad que no, y que hay una gran brecha entre generaciones que impide que los padres controlen y gu¨ªen correctamente a sus hijos sobre c¨®mo usar las redes. "Muchas veces nos encontramos con que no saben diferenciar lo p¨²blico de lo privado y que comparten fotos sin darse cuenta de que luego pueden trascender m¨¢s de lo que quisieran, sobre todo las chicas". Ana refiere por supuesto los insultos y estereotipados a los que se enfrentan los gitanos en las redes. "A veces se atreven a insultarte por Internet porque hacerlo cara a cara ya no es pol¨ªticamente correcto. Mi familia se lo toma como algo personal y yo me encargo de explicarles que no es contra m¨ª, es un ataque a la comunidad", a?ade.
Nora, mujer y, adem¨¢s, migrante
Nora (18 a?os) lleg¨® a Espa?a siendo menor y pas¨® sus primeros a?os en el pa¨ªs en un centro de Melilla. Con su acento andaluz, agradece la acogida de este pa¨ªs, asegura que los que la han rechazado representan una proporci¨®n m¨ªnima y est¨¢ feliz porque pudo hacer muchos amigos en el colegio. "Tener conexi¨®n me ayud¨® much¨ªsimo a integrarme, a encontrar a gente y a conocer m¨¢s cosas sobre este pa¨ªs", explica. Las nuevas tecnolog¨ªas tambi¨¦n le ayudan a no alejarse de sus ra¨ªces: "Siempre voy a agradecer a Internet poder estar en contacto con mi gente de Marruecos".
He vivido tantas cosas que intento que esas cosas no me afecten tanto. Bloqueo y ya est¨¢
Probablemente es el camino que lleva a sus espaldas el que le hace relativizar con m¨¢s facilidad que cualquier adolescente los insultos: "Me he encontrado con comentarios dici¨¦ndome que vuelva a mi pa¨ªs, claro. Y yo pienso: 'Joder, pero si ni siquiera saben por lo que he pasado hasta llegar hasta aqu¨ª'. Aunque tambi¨¦n es cierto que he vivido tantas cosas que intento que no me afecten tanto. Bloqueo y ya est¨¢". Cuenta que una vez se inscribi¨® con su amiga en una red social y el 100% de los mensajes que les llegaban eran de tipo sexual. "Le dije que eliminara la cuenta, que no hab¨ªa recibido ninguna solicitud interesada en la amistad, que todos iban a lo que iban". M¨¢s all¨¢ de eso, asegura que nunca ha necesitado denunciar y que le ha bastado con bloquear. Ella ha tenido suerte porque las redes le han ayudado a construir una nueva vida en Espa?a. "Si no tienes Internet, est¨¢s aislado".
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