Cuando el libro es la propia huerta
La escuelas de campo de la FAO juntan a los agricultores familiares para facilitar la b¨²squeda de soluciones locales a sus problemas con los suelos, el agua, los animales o la venta de sus productos
Cuando las chicharras ¡ªo saltahojas del arroz¡ª asolaban los arrozales del Sudeste asi¨¢tico en los ochenta, los agentes de formaci¨®n agr¨ªcola daban a los campesinos la respuesta que dictaba el manual: m¨¢s insecticidas. Se descubri¨® que las plagas eran provocadas precisamente por el uso de esos plaguicidas, pero llev¨® a?os adaptar las ense?anzas de los extensionistas y, con ellas, las pr¨¢cticas de los agricultores.
El caso sugiri¨® que los paquetes formativos uniformes, dise?ados desde un despacho y entregados en la visita de un experto ¡ªel modelo en boga en el ¨²ltimo cuarto del siglo pasado¡ª, no eran la mejor forma de extender los avances agr¨ªcolas. De esa reflexi¨®n emergieron las Escuelas de Campo para Agricultores (Farmer Field Schools). La FAO (organizaci¨®n de Naciones Unidas para la alimentaci¨®n y la agricultura), que empez¨® a trabajar con este modelo en aquellos a?os, lanza ahora una plataforma para alojar las buenas pr¨¢cticas y las lecciones aprendidas en todo este tiempo.
Como recuerda la propia FAO, siete de cada 10 explotaciones agrarias del mundo son de menos de una hect¨¢rea. Es decir, quienes las explotan son familias que, en gran parte de los casos, viven de lo que salga de su terreno. Para alimentarse ellos y alimentar al planeta ¡ªla agricultura familiar produce cerca del 80% de la comida del mundo¡ª necesitan mejorar su rendimiento y avanzar en el control de pestes y plagas, la gesti¨®n del agua, el acceso a mercados o el aumento de la productividad.
Conseguirlo de una forma sostenible, seg¨²n la l¨®gica de la agencia, solo puede teniendo en cuenta las condiciones (geof¨ªsicas, clim¨¢ticas y sociales) de cada lugar. "En realidad, las escuelas son grupos de agricultores, pastores o acuicultores que se re¨²nen de forma regular en su pueblo, sobre el terreno, y hacen experimentos sobre el problema", seg¨²n Ann Sophie Poisot, de la FAO. Tambi¨¦n las hay dirigidas a peque?os pescadores e incluso apicultores.
De Freire a Habermas
El educador brasile?o Paulo Freire trabaj¨® con la FAO y la Unesco para producir materiales adaptados al contexto local, y critic¨® los sistemas de "extensi¨®n" agr¨ªcola. El 'pedagogo de la liberaci¨®n' llamaba a tratar a los agricultores como iguales en la creaci¨®n de avances t¨¦cnicos, en lugar de como "objetos" pasivos. La idea de las escuelas de campo bebe de estas ideas y de las del fil¨®sofo y soci¨®logo alem¨¢n Juergen Habermas, que presenta el aprendizaje como un proceso de comunicaci¨®n y discusi¨®n entre personas adultas a trav¨¦s de la pr¨¢ctica y la experimentaci¨®n.
Puntualmente, los participantes reciben formaci¨®n por parte de expertos (en muchos casos, a trav¨¦s de algunos de sus miembros que ya la han obtenido), pero la clave est¨¢ en esos debates peri¨®dicos para compartir preocupaciones, ideas y experiencias y buscar remedios propios o adaptados las circunstancias de cada uno. "Aqu¨ª el campo es el libro, se parte siempre de los problemas y se prueban distintas soluciones", en palabras de Poisot.
De Chad a Nepal o de China a Malawi, en las zonas rurales de 90 pa¨ªses estos grupos acaban a veces por convertirse en el centro de la vida econ¨®mica de las comunidades donde se instalan. "Los l¨ªderes locales no nos hac¨ªan caso hasta que vieron que lo que hac¨ªamos funcionaba. Ahora nos ayudan y colaboran", contaba el a?o pasado Danlos Chaoneka, un malau¨ª que participa en uno de estos grupos para luchar contra la plaga del gusano cogollero. Tambi¨¦n generan peque?as revoluciones sociales, al incluir a las mujeres y darles puestos de responsabilidad o al fomentar la alfabetizaci¨®n u otros aprendizajes.
Entre las ¨²ltimas incorporaciones a esta constelaci¨®n de peque?as universidades agr¨ªcolas con m¨¢s de 12 millones de graduados est¨¢ la necesidad de diversificar las fuentes de ingreso, para no depender ¨²nicamente de la producci¨®n y conseguir efectivo con el que pagar la educaci¨®n de los hijos o la atenci¨®n sanitaria. Esto ha dado lugar en los ¨²ltimos a?os a m¨¢s actividades orientadas a los mercados y a obtener productos de mayor valor a?adido.
En algunos casos, las escuelas son el embri¨®n de futuras cooperativas, o dan lugar a colaboraciones entre campesinos que antes eran improbables. Por eso, en su gu¨ªa para formar estos grupos, la FAO pide no imaginarlos como peque?os proyectos para resolver problemas agr¨ªcolas concretos, sino como una forma de encontrar oportunidades de desarrollo.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Campesinos
- FAO
- Poblaci¨®n rural
- Producci¨®n agr¨ªcola
- Maquinaria agr¨ªcola
- Poblaci¨®n
- Medio rural
- Trabajo agr¨ªcola
- ONU
- Cambio clim¨¢tico
- Econom¨ªa agraria
- Grupos sociales
- Demograf¨ªa
- Problemas ambientales
- Organizaciones internacionales
- Agricultura
- Desarrollo sostenible
- Relaciones exteriores
- Agroalimentaci¨®n
- Medio ambiente
- Sociedad
- Planeta FAO
- Planeta Futuro