Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez y 11.000 investigadores m¨¢s
La plataforma de j¨®venes investigadores denuncia que forman parte de "una generaci¨®n perdida, aun siendo la generaci¨®n m¨¢s preparada y en la que m¨¢s dinero se ha invertido"
Se llama Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez. La opini¨®n p¨²blica lo ha conocido gracias a EL PA?S y la voz de I?aki Gabilondo. En la Federaci¨®n de J¨®venes Investigadores lo conocemos desde hace muchos a?os. ?l no es simplemente Jos¨¦ Manuel. Tiene 11.000 nombres m¨¢s: se llama Pablo, se llama Javier, se llama Manuel; pero sobre todo se llama Elena, se llama Lorena, se llama Violeta y se llama Noelia. Porque de nuevo, y como en tantas otras ocasiones, son ellas las que m¨¢s lo sufren. Tenga el nombre que tenga se llama exilio, se llama precariedad y se llama generaci¨®n perdida.
Podr¨ªamos fijar el inicio del problema en el a?o 2009 con la crisis, pero lo cierto es que Espa?a nunca ha tenido una fuerte tradici¨®n investigadora. Durante los a?os de crisis, con Jos¨¦ Manuel a la cabeza, la juventud que trabajaba en investigaci¨®n (como el colectivo sanitario, o el educativo, o tantos otros), decidi¨® plantar cara a los dur¨ªsimos recortes que hipotecaban a toda una generaci¨®n. Salimos a las calles como nunca se hab¨ªa hecho antes en el sector. Salimos por nuestro futuro y por nuestros puestos de trabajo, es cierto. Pero salimos tambi¨¦n por esta sociedad. Salimos a la calle por nuestro pa¨ªs, por todo ese progreso que necesitamos: por esa nueva forma de extraer energ¨ªa, por esos innovadores an¨¢lisis sociales, por esa nueva vacuna, por tener una sociedad m¨¢s culta, m¨¢s avanzada y con mayor bienestar. Salimos porque cre¨ªamos ¡ªy a¨²n hoy lo creemos¡ª que otra realidad es posible, que otra Espa?a es posible.
La ciudadan¨ªa comienza a ver la luz al final del t¨²nel: ya no estamos ante el abismo de la crisis, ya no se destruye empleo y las cifras macroecon¨®micas acompa?an. Sin embargo, los/as cient¨ªficos/as de este pa¨ªs siguen haciendo las maletas, o no haci¨¦ndolas y abandonando el sector. En definitiva, casi 10 a?os despu¨¦s, seguimos sin futuro. La investigaci¨®n sigue en crisis. Seguimos siendo una generaci¨®n perdida, aun siendo la generaci¨®n m¨¢s preparada y en la que m¨¢s dinero se ha invertido. Una generaci¨®n que ahora reclama su lugar en la sociedad, pero a la que su gobierno se lo niega sistem¨¢ticamente o le obliga a marcharse al extranjero.
Podr¨ªamos hablar de nuevo de las cifras, de los datos econ¨®micos. Podr¨ªamos recordar, por ejemplo, que la inversi¨®n en I+D+i se ha reducido un 35% desde el a?o 2009 o que estamos a a?os luz (aproximadamente a dos tercios) del 3% del PIB en inversi¨®n que nos exige Europa.
Salimos a la calle por nuestro pa¨ªs, por todo ese progreso que necesitamos: por esa nueva forma de extraer energ¨ªa, por esos innovadores an¨¢lisis sociales, por esa nueva vacuna, por tener una sociedad m¨¢s culta, m¨¢s avanzada y con mayor bienestar. Salimos porque cre¨ªamos ¡ªy a¨²n hoy lo creemos¡ª que otra realidad es posible, que otra Espa?a es posible
Pero no queremos olvidar que detr¨¢s de todo eso hay nombres, hay personas que tienen que encender Skype para reunirse con su familia en Navidad, que se ven obligados a empalmar un contrato temporal tras otro sin visos de mejor¨ªa o que, si no pueden huir de Espa?a, se tienen que resignar a trabajar en la campa?a de Navidad y en la campa?a de verano en lo que buenamente les salga.
Para muchas personas (demasiadas ya) es tarde. Para otras a¨²n no lo es. Nosotros, la juventud investigadora, los que a¨²n no nos hemos visto obligados a abandonar la investigaci¨®n, los que peleamos por continuar, los miembros de esa generaci¨®n perdida que paga las consecuencias de excesos que nunca cometi¨® y de pol¨ªticas que nunca dise?¨®, seguimos luchando por nuestro futuro y, de nuevo, por el de nuestro pa¨ªs. Muchos compa?eros, pero sobre todo compa?eras, han tenido que abandonar sus ilusiones, su proyecto vital y sus metas, pero el coste para Espa?a puede ser mucho mayor. Este modelo es insostenible y nos aleja cada vez m¨¢s de los pa¨ªses de nuestro entorno. No formar parte de la nueva Europa basada en la I+D+I y el conocimiento condenar¨¢ a nuestro pa¨ªs a ser un pa¨ªs importador de conocimiento y nos obligar¨¢ a tener que acostumbrarnos a estas cifras de paro que cada vez nos parecen m¨¢s normales. Como se?alaba I?aki Gabilondo, ¡°estamos siendo muy, muy suicidas¡±.
Estamos es un momento cr¨ªtico para los investigadores, pero tambi¨¦n para toda la ciencia espa?ola. Si el gobierno sigue sin prestar atenci¨®n a la investigaci¨®n, la generaci¨®n de Jos¨¦ Manuel no ser¨¢ la ¨²ltima en hacer las maletas. Yo ser¨¦ el siguiente, ocupar¨¦ otra dura noticia en un peri¨®dico, huir¨¦ en busca de las oportunidades que este pa¨ªs me niega. El verdadero drama no estar¨¢, esta vez, en los que se van. Sino en el pa¨ªs que dejan atr¨¢s, el pa¨ªs que habr¨¢ perdido el tren del progreso europeo.
Pablo Gim¨¦nez G¨®mez es presidente de la Federaci¨®n de J¨®venes Investigadores, en nombre de todos/as los/as integrantes de la FJI/precarios.
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