?Se encontrar¨¢n los tranv¨ªas de la Diagonal?
?C¨®mo es posible que un proyecto urbano para mejorar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos siga parado (principalmente) por disputas pol¨ªticas?
Fue en 1987 cuando empezaron los primeros debates para poder reincorporar el tranv¨ªa en Barcelona. El tranv¨ªa, conocido como un medio de transporte eficiente, ecol¨®gico, r¨¢pido y de alta capacidad, era la mejor opci¨®n para enlazar las localidades cercanas con la ciudad condal, ofrecer mayor conectividad, y a la vez, reducir el tr¨¢fico rodado.
Han pasado m¨¢s de 30 a?os y, a pesar de que ha habido avances, los planes a¨²n siguen a medio camino.
En 2001, la Autoridad de Transporte Metropolitano de Barcelona (ATM) oficializ¨® su Plan Director de Infraestructuras 2001-2010 (PDI); ser¨ªan los municipios de Sant Adri¨¤ del Bes¨°s y Esplugues de Llobregat ¨C ambos adyacentes a Barcelona- los que servir¨ªan de nexo para unir la periferia con el centro.
De all¨ª nacieron dos proyectos, ambos inaugurados en 2004. La ciudad condal cont¨® con dos tranv¨ªas que conflu¨ªan en los extremos de Avinguda Diagonal, uno en el lado Bes¨°s (TramBes¨°s) y otro en el lado Llobregat (Trambaix), logrando enlazar hasta ocho municipios, entre ellos Sant Feliu de Llobregat, Sant Just Desvern, Cornell¨¤ de Llobregat, Sant Joan Desp¨ª¡ Aun as¨ª, el tramo en la parte central de la Diagonal qued¨® como asunto pendiente debido a las reticencias del Ayuntamiento de Barcelona de aquel momento.
Fue en 2008, cuando se retom¨® el proyecto de enlace de tranv¨ªas y modificaci¨®n de la avenida Diagonal; herramientas de ¡®participaci¨®n ciudadana¡¯ impulsadas desde arriba, campa?as pol¨ªticas, el rechazo de la oposici¨®n y sumando la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs en aquel entonces, hicieron que la propuesta fracasara.
A?os m¨¢s tarde, espec¨ªficamente en 2015, se logr¨® actualizar el tramo intermedio de la Diagonal (donde no hay tranv¨ªas), situado entre el barrio de Gr¨¤cia y la rotonda de Francesc Maci¨¤. La avenida cont¨® con un proyecto de ensanche de aceras y la eliminaci¨®n de un carril de coches, lo cual benefici¨® principalmente al comercio.
Y as¨ª es como, tres a?os m¨¢s tarde, la idea de unir una vez m¨¢s los dos tranv¨ªas de la Diagonal, se retoma. Mientras que los detractores de la uni¨®n apuestan por mantener la automoci¨®n e incorporar autobuses el¨¦ctricos, los que defienden la uni¨®n desean una Diagonal m¨¢s despejada y sostenible, m¨¢s conectada con el tejido social y urbano. Parece como si las campa?as de protecci¨®n medioambiental estuviesen asociadas a una visi¨®n pol¨ªtica; y es que, en el fondo, el problema no es el tranv¨ªa sino el coche.
Alej¨¢ndonos del proyecto pol¨ªtico, es importante destacar que es necesario reducir la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, empezar a pensar en otras (nuevas) maneras de vivir la ciudad y apostar por ideas que favorezcan los intereses colectivos. M¨¢s all¨¢ de entender el tranv¨ªa como una alternativa de transporte, se trata de reflexionar sobre nuevas pol¨ªticas de movilidad donde el uso del coche no sea una prioridad.
El sistema de transporte metropolitano debe contar con diferentes medios de transporte, cada uno cumpliendo con su funci¨®n; y el hecho de reemplazar uno por otro, hace que el sistema de transporte no funcione de una manera eficiente.
El tranv¨ªa es un medio de transporte de proximidad, que tiene mayor capacidad que el autob¨²s, pero una menor que el metro o el tren, y principalmente, funciona bien en grandes ejes urbanos. V¨¦ase el caso del Eurotram en ciudades europeas o el Tramlink en Londres.
Definitivamente, el tranv¨ªa- como transporte colectivo- teje mejor la ciudad; las v¨ªas por donde hay tranv¨ªas pueden cruzarse a nivel, sin necesidad de incorporar puentes peatonales o t¨²neles. No se puede comparar el impacto del tranv¨ªa en la ciudad con las principales v¨ªas de circunvalaci¨®n como las Rondas de Barcelona o la M-30.
Adem¨¢s, un tranv¨ªa puede transportar lo equivalente a 177 coches en mucho menos espacio. Esto hace de la ciudad un lugar mucho m¨¢s habitable y amable, donde tanto peatones como tranv¨ªas pueden convivir tranquilamente, v¨¦ase el ejemplo del tranv¨ªa de Parla.
A modo de reflexi¨®n, cabe destacar que en la ciudad de Barcelona se han hecho otras obras de infraestructura de gran envergadura que no han sido tan pol¨¦micas... quiz¨¢ porqu¨¦ el uso del coche no era el centro del debate. Y cuando parece que todo empieza a avanzar, los planes se paralizan porque unos apuestan por un tranv¨ªa p¨²blico, otros lo quieren concesionado y otros no lo quieren. El tranv¨ªa sigue siendo ¨Clamentablemente- un proyecto pol¨ªtico, no un proyecto urbano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.