Elegir despu¨¦s del ¨¦bola
Sierra Leona afronta sus comicios con problemas que arrastra desde hace lustros: escaso acceso a electricidad, corrupci¨®n, alto desempleo juvenil y desigualdad entre hombres y mujeres
Dos pomposos sillones, uno tapizado a imitaci¨®n de la piel de leopardo y otro de cuero y tela roja, presiden la entrada de la tienda de Raynold John, un vendedor de muebles que ostenta un peque?o negocio en Liverpool Street, en el centro de Freetown, la capital de Sierra Leona. Ahmed Alim Turason, que regenta otro comercio de maderas a tan solo unos metros de Raynold, escucha con atenci¨®n a su vecino, que habla con voz grave y tono pausado y que se declara fiel defensor del Sierra Leona People¡¯s Party (SLPP), el partido pol¨ªtico en la oposici¨®n en el parlamento sierraleon¨¦s. ¡°Necesitamos un cambio. La situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs es insostenible. Hay mucha gente pobre¡±, afirma convencido. Ahmed replica. ¡°La mejora con el APC est¨¢ siendo asombrosa. Ha tra¨ªdo la electricidad a muchas partes de Sierra Leona, se ha mejorado la salud p¨²blica, se han subido los salarios¡ Necesitamos seguir creciendo as¨ª¡±. Ahmed apoya al All People¡¯s Congress (APC), la agrupaci¨®n que gobierna en la actualidad y que lo ha hecho durante la ¨²ltima d¨¦cada.
El pr¨®ximo 7 de marzo Sierra Leona elegir¨¢ en las urnas su gobierno para los pr¨®ximos 5 a?os. Por el SLPP se presenta Julius Maada Bio, un exsoldado que presidi¨® durante unos meses en 1996 la Junta Militar que rigi¨® Sierra Leona durante los a?os de la Guerra Civil y que tambi¨¦n fue el candidato derrotado en los ¨²ltimos comicios, los del 2012. El APC apuesta por Samura Kamara, ex ministro de Finanzas y de Cooperaci¨®n Internacional durante los ¨²ltimos a?os que representa la opci¨®n continuista de Ernest Bai Koroma, el actual presidente, que no puede volver a presentarse al limitar la constituci¨®n sierraleonesa a dos los mandatos por persona.
Desde que se celebraron elecciones en 2002, la primera vez tras la Guerra Civil que asol¨® el pa¨ªs durante diez a?os, SLPP y APC se han repartido gobierno y oposici¨®n en una suerte bipartidista que no tiene visos de cambiar. ¡°La verdad es que no creo que ninguna de las dem¨¢s partidos, una docena aproximadamente, tenga opciones reales de ganar las elecciones. Casi todo el mundo apoya al APC o al SLPP, aunque el NGC (National Grand Coalition) est¨¢ creciendo mucho¡±, valora John Kuroma, editor y periodista del Awareness Times, uno de los rotativos mas seguidos en Sierra Leona.
Tras la tempestad que trajo consigo el ¨¦bola, que dej¨® un saldo de m¨¢s de 4.000 muertos s¨®lo en Sierra Leona desde 2014 hasta 2016, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, el pa¨ªs vive un periodo preelectoral de aparente calma donde cuestiones referentes a la corrupci¨®n, el coste de la educaci¨®n y la falta de electricidad y de agua potable copan las promesas y programas de los diferentes partidos y gran parte de las conversaciones en comercios y calles, como la de Raynold y Ahmed en los soportales de sus tiendas.
¡ª"Yo quiero reivindicar el derecho de la gente de mi pa¨ªs de tener electricidad, buenos trabajos y el derecho a una buena educaci¨®n gratuita", apunta Raynold.
¡ª"?Pero si casi todas las luces que puedes ver ahora, por las noches, las ha tra¨ªdo el APC!", responde Ahmed.
¡ª?¡°Hay poco trabajo. Los j¨®venes est¨¢n sin trabajar en un pa¨ªs como el nuestro que tiene muchos recursos, como los minerales. Adem¨¢s, el SLPP cree en la democracia real, en la democracia de verdad. Nuestro candidato ha sido votado por todos nosotros y nadie lo ha elegido a dedo¡±, insiste el primero.
¡ª ¡°Mira mi empleo¡±, ¡ªargumenta Ahmed se?alando con la mirada la puerta de su tienda¡ª. ¡°Nadie me lo ha dado, me lo he creado yo. El ¨¦bola provoc¨® que se fueran las empresas y ahora es m¨¢s dif¨ªcil crear trabajo. Y claro que hay democracia. Podemos estar hablando aqu¨ª, pensamos diferente, y no pasa nada¡±, zanja.
Yo quiero reivindicar el derecho de la gente de mi pa¨ªs de tener electricidad, buenos trabajos y el derecho a una buena educaci¨®n gratuita
Existen datos que avalan algunas quejas de Raynold. Como apuntan diferentes estad¨ªsticas, Sierra Leona era en 2016 el octavo pa¨ªs del mundo con menor porcentaje de poblaci¨®n con acceso a electricidad (con un 14.2%). Otras cifras secundan la teor¨ªa de Ahmed; seg¨²n el Banco Mundial , en 2008, durante los primeros meses de gobierno de Ernest Bai Koroma, del APC, este porcentaje era del 12,1%, por lo que ha mejorado en m¨¢s de 2 puntos. La realidad es que el pr¨®ximo gobierno, de uno u otro signo, tendr¨¢ que hacer frente a una situaci¨®n desesperanzadora; este mismo problema recrudece entre la poblaci¨®n rural, con una diferencia abismal respecto a la urbana (menos del 2% de los primeros por m¨¢s del 30% de los segundos) y adem¨¢s, en 2017, la naci¨®n fue l¨ªder mundial en promedio de horas gastadas en la recolecci¨®n de combustible por d¨ªa y hogar (cinco horas), como refleja el informe Energy Access Outlook 2017 de la Agencia Internacional de Energ¨ªa.
Juventud cansada, partido emergente
En un pa¨ªs en el que un tercio de la poblaci¨®n, de algo m¨¢s de siete millones, tiene entre 15 y 35 a?os, otra de las lacras que tendr¨¢ que encarar el pr¨®ximo parlamento ser¨¢ la del desempleo juvenil. El Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP por sus siglas en ingl¨¦s) afirma que, en Sierra Leona, el 70% de los j¨®venes no trabaja o lo hace en econom¨ªa sumergida y que, adem¨¢s, 800.000 de ellos buscan empleo de forma activa. El organismo se?ala tambi¨¦n que esta cuesti¨®n supone una de las amenazas m¨¢s graves para el mantenimiento de la paz en la que ha vivido el pa¨ªs durante los ¨²ltimos 16 a?os.
Sambu Kargbo, de 29 a?os, no tiene empleo. Hoy acompa?a a varios amigos que trabajan en unas obras en Fort Street, otra c¨¦ntrica v¨ªa de la capital, y que ahora descansan de su labor mientras ojean un peri¨®dico del d¨ªa. Sambu, como cada vez m¨¢s j¨®venes, defiende al emergente National Grand Coalition party (NGD), un nuevo partido pol¨ªtico capitaneado por Alhaji Dr. Kandeh Yumkella, respetado economista de extenso curriculum que dirigi¨® durante ocho a?os la United Nations Industrial Development Organization (UNIDO), que fue fundador del SLPP y que ha atra¨ªdo a buena parte de la juventud sierraleonesa con una campa?a que pone especial ¨¦nfasis en la situaci¨®n de pobreza y en la corrupci¨®n gubernamental.
John Kuroma, el periodista del Awareness Times, valora la irrupci¨®n del NGD en el panorama pol¨ªtico sierraleon¨¦s. ¡°Quiz¨¢s sea importante; puede tener la llave en una hipot¨¦tica segunda vuelta¡±, afirma en un sencillo despacho que tiene una mesa, un ventilador y tres sillas como ¨²nico mobiliario. Tambi¨¦n habla sobre corrupci¨®n. ¡°La puedes encontrar en todos los sitios. Yo dir¨ªa que afecta, en mayor o menor medida, a un 90% de la gente, desde el gobierno a empresas privadas, desde las clases sociales m¨¢s altas a las m¨¢s bajas. Est¨¢ en los hospitales, en los colegios¡ Ha habido muchos casos¡±, explica.
La presencia femenina en la pol¨ªtica sierraleonesa es realmente escasa: las mujeres solo ocupan el 13% de los sillones parlamentarios
El pa¨ªs ocupa el puesto 123 (de 176) en el ?ndice de Percepci¨®n de la Corrupci¨®n de Transparencia Internacional (que indica el grado de corrupci¨®n en el sector p¨²blico seg¨²n la percepci¨®n de empresarios y analistas locales), y en los ¨²ltimos a?os se han sucedido las sospechas contra el gobierno. Una de las m¨¢s recientes ha sido la denuncia presentada por la organizaci¨®n independiente Centre For Accountability & The rule of law y por varias v¨ªctimas del ¨¦bola en el Tribunal de Justicia de la Comunidad Econ¨®mica de los Estados de ?frica Occidental en diciembre de 2017 y que, citando una auditor¨ªa interna realizada en 2015, acusa al gobierno de no poder justificar un tercio de los fondos que la comunidad internacional destin¨® a Sierra Leona para combatir el ¨¦bola durante la epidemia.
¡°Llevan a?os rob¨¢ndonos. En este pa¨ªs cada d¨ªa, cada noche que pasa, las cosas van a peor. Con todos los recursos que hay aqu¨ª, ?por qu¨¦ tenemos que sufrir tanto? ?C¨®mo vamos a apoyar a los partidos que no han revertido esta situaci¨®n?¡±, se pregunta el joven Sambu en las obras de Fort Street. ¡°Necesitamos un cambio y el problema no est¨¢ en el presidente, si no en el sistema. El NGC puede acabar con eso¡±, prosigue convencido. Sus compa?eros, la mayor¨ªa partidarios del APC o del SLPP, rebaten sus argumentos en una conversaci¨®n que se alarga una media hora y que finaliza cuando algunos de ellos vuelven al trabajo en la obra.
La mujer, en el ojo de la pobreza
Algunos de los carteles electorales de diversos grupos pol¨ªticos que ya adornan calles, casas y vallas prometen de forma expl¨ªcita mejorar la situaci¨®n de las mujeres en Sierra Leona. Pero ellas no lo ven nada claro. ¡°El problema principal es que hay hambre y poco empleo y las familias lo pasan, lo pasamos, mal. Los partidos pol¨ªticos siempre prometen y no hacen nada¡±, opina Mamic Koroma, una mujer de unos treinta a?os que espera clientes sentada en su peluquer¨ªa de Freetown. ¡°No hay justicia para las mujeres en Sierra Leona. Sufrimos a hombres que no son responsables y necesitamos una mujer o a alguien que simpatice con nosotras para que cambie esto¡±, responde, a su lado, Gladys Fofanah. Junto a ellas, Jeneba Sillah va m¨¢s all¨¢. ¡°Yo creo que lo que hace falta es ayuda internacional. Con gobiernos como los que hemos tenido ser¨¢ imposible que nuestra situaci¨®n mejore¡±.
La corrupci¨®n la puedes encontrar en todos los sitios. Yo dir¨ªa que afecta, en mayor o menor medida, a un 90% de la gente
La presencia femenina en la pol¨ªtica sierraleonesa es realmente escasa: las mujeres solo ocupan el 13% de los sillones parlamentarios. Y las desigualdades entre ¨¦l y ella son igual de significativas en otros aspectos de la vida diaria. Como indica el Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) del 2016, elaborado por Naciones Unidas, las ni?as ir¨¢n al colegio de media un a?o y medio menos que los ni?os y, en edad adulta, cobrar¨¢n 300 euros brutos menos cada a?o. Dicho escrito, que mide el promedio de los avances en tres dimensiones b¨¢sicas de desarrollo humano (una vida larga y saludable, conocimientos y un nivel de vida digno) sit¨²a a Sierra Leona como el noveno pa¨ªs del mundo con un progreso m¨¢s lento.
Tambi¨¦n discrepan Raynold y Ahmed, a punto de recoger los muebles y maderas que tienen en la calle a modo de exposici¨®n, en las pol¨ªticas convenientes para mejorar la situaci¨®n de la mujer, as¨ª como en las de los otros problemas con los que Julius Maada Bio o Samura Kamara tendr¨¢n que lidiar a partir del pr¨®ximo 8 de marzo: un sistema de salud deficiente y corrupto, una educaci¨®n escasa y cara o una econom¨ªa debilitada despu¨¦s de la huida de multitud de empresas durante el ¨¦bola, aunque algo aliviada por el desembarco econ¨®mico chino. Pero ni siquiera en este punto se ponen de acuerdo. ¡°Los chinos han venido a explotar el pa¨ªs, a abusar de nuestros recursos¡±, opina Raynold. ¡°?Pero c¨®mo¡? ?En qu¨¦ sentido? Nos han ayudado a construir puentes, carreteras, hospitales¡ No, nada de eso¡±, concluye Ahmed antes de levantarse de su silla, ajustarse su gorra del APC y dirigirse a su negocio para terminar de recoger los b¨¢rtulos.
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