Nuevas f¨®rmulas para avivar la edici¨®n africana
Las casas editoriales aumentan en ?frica pese a las dificultades y buscan v¨ªas alternativas para atraer a los lectores
En fechas recientes le preguntaron en una entrevista a la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie si en su pa¨ªs de origen hab¨ªa librer¨ªas. A la escritora no le gust¨® nada la pregunta y a?adi¨® que se deb¨ªa al deficiente conocimiento sobre el continente africano y al conjunto de infames clich¨¦s que siguen colgando del mismo, junto con la voluntad de perpetuarlos. Nadie pregunta si en Francia hay librer¨ªas, pero parece que cuando se habla de un pa¨ªs africano las cosas cambian.
Otro tanto pod¨ªa haber ocurrido si le hubieran preguntado, dando un paso m¨¢s all¨¢, por casas editoriales africanas. Suponemos que la existencia de estas es algo impensable para muchos ciudadanos europeos. Y, sin embargo, en un mundo global en el que todo (o casi todo) est¨¢ al alcance de un clic, deber¨ªan de haber empezado a cambiar los interrogantes.
Porque el inter¨¦s deber¨ªa de dejar de estar fijado tanto en si hay o no hay (ya sabemos de las diferencias que se dan entre pa¨ªses), para comenzar a adentrarse en la normalidad de un sector editorial con muchas dificultades, s¨ª, pero tambi¨¦n con muchos proyectos en marcha. Como sugerencia, si alguien en un futuro pr¨®ximo quiere preguntarle a Adichie sobre este extremo, le proponemos que lo haga intentando obtener respuestas a los m¨²ltiples interrogantes que nos surgen en torno al momento que est¨¢ atravesando el sector editorial nigeriano, por ejemplo.
Casas editoriales en ?frica
Estos, junto a otros pa¨ªses, aparecen a continuaci¨®n en una lista de casas editoriales tan breve como imposible (solamente en Sud¨¢frica hay m¨¢s de 150 o en Costa de Marfil m¨¢s de 45). Son solo algunas casas editoriales a modo de ejemplo, para que las teng¨¢is a golpe de clic:
1.-Jacana Media (con el?sello BlackBirdBooks), African Perspectives y Kwela (Sud¨¢frica)
2.-Al arabi publishing y Dar Merit (Egipto)
3.-Cassava Republic y Parresia Publishers (Nigeria)
4.-Kwani Trust y Story Moja (Kenia)
5.-Sub-Saharan Publishers (Ghana)
6.-FEMRITE (Uganda)
7.-Gadsden Publishers (Zambia)
8.-Langaa y Proximit¨¦ (Camer¨²n). Un listado completo lo ofrece "Editafrica".
9.-Huza Press (Ruanda) que alienta tambi¨¦n la escritura en kinyarwanda. Bakame para el p¨²blico infantil
10.-Amalion (Senegal) con libros en w¨®lof
11.-Barzakh (Argelia)
12.-Hemar (Congo-Kinsasa)
13.-Arada Books y Shama Books (Etiop¨ªa). A ambas las distribuye Alta?r
14.-Nouvelles Editions Ivoiriennes,
The Ivorian Classics y Eburnie (Costa de Marfil)
15.-Ago media (Togo)
16.-Elyzad (T¨²nez)
17.-La Sahelienne (Mal¨ª)
18.-Editorial Ndjira (Mozambique) y Editorial Nzila (Angola)
19.-Weaver Press y AmaBooks (Zimbabue)
Sabemos de las inexactitudes en las que se puede llegar a incurrir al hablar a nivel de continente, pero algunas l¨ªneas generales s¨ª que plasman los retos y las preocupaciones m¨¢s o menos comunes en muchos pa¨ªses africanos en torno a la edici¨®n. En este sentido, antes se afirmaba que en ?frica se pod¨ªa dar la situaci¨®n de pasar de una ¡°sociedad sin libros¡± a una ¡°sociedad post-libro¡±. Se refer¨ªan a las dificultades que encuentra el libro en papel y las posibilidades que ofrecen Internet o los libros electr¨®nicos. Ser¨ªa necesario realizar un an¨¢lisis pa¨ªs por pa¨ªs, pero parece claro que si bien la apuesta por la publicaci¨®n digital es clara (el ¨¦xito de proyectos como Jalada lo demuestran), el formato papel sigue su andadura con fuerza.
Es cierto que las maneras en las que se lee en el continente africano han hecho que la oferta se tenga que adaptar y se haya diversificado, como en el resto del mundo. Sin ir m¨¢s lejos, el elevado uso del tel¨¦fono m¨®vil ha propiciado el surgimiento de plataformas de lectura tales como Badilisha X-Change que lleva a los tel¨¦fonos m¨®viles obras de poes¨ªa de m¨¢s de 400 autores de 30 pa¨ªses africanos en 14 idiomas diferentes.
Tambi¨¦n la lectura a trav¨¦s del ordenador es cada vez m¨¢s frecuente, sobre todo en ¨¢mbitos acad¨¦micos y para piezas de relatos o poes¨ªa. En cambio, a¨²n est¨¢ demasiado alejado el uso de los libros electr¨®nicos, con todas las ventajas que estos formatos ofrecen, ya que los smartphones o tablets que incluyen e-readers tienen un coste demasiado alto para la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n africana. A pesar de ello, hay avances y algunas editoriales los van incorporando de manera paulatina a sus cat¨¢logos, caso de Cassava bajo el sello Ankara Press con t¨ªtulos de ficci¨®n rom¨¢ntica.
Otros, ven el futuro en la ¡°impresi¨®n bajo demanda¡± o en los audio-libros (que facilita, adem¨¢s, llegar a la poblaci¨®n no alfabetizada, cuyos ¨ªndices tambi¨¦n var¨ªan seg¨²n pa¨ªses). Una muestra de lo anterior es el ¨¦xito del programa de radio del m¨²sico marfile?o Alpha Blondy, ¡°Radio Livre¡±, donde lee libros en voz alta. La novedosa idea le ha permitido acercar la lectura a un gran p¨²blico y a la manera de los griots ¡°leer otra vez con los o¨ªdos¡±.
La lectura de libros en voz alta permite al m¨²sico Alpha Blondi acercar la lectura al gran p¨²blico
Junto a los anteriores, el libro en papel es el formato m¨¢s abundante y el que tiene que hacer frente a una complicada situaci¨®n tanto en cuanto a procesos como a contenidos.
A la carest¨ªa del papel de calidad y los procesos de edici¨®n, se le suman los problemas de un circuito de distribuci¨®n consolidado (a veces editoriales africanas tienen que echar mano de distribuidoras europeas, falta de espacios para la venta¡), la pirater¨ªa, el escaso apoyo institucional de los respectivos gobiernos y los bajos ¨ªndices de lectura. Aunque cada uno de los aspectos mencionados se resaltan cuando se habla con los responsables de las casas editoriales, sin duda el ¨¦nfasis mayor lo ponen en la necesidad de aumentar lectores y adaptarse a un nuevo escenario en el que los anteriores demandan otros libros.
Antes se afirmaba que en ?frica se pod¨ªa dar la situaci¨®n de pasar de una ¡°sociedad sin libros¡± a una ¡°sociedad post-libro¡±
Conscientes de todo lo anterior, y cada vez con m¨¢s fuerza, apuestan por editar el libro desde sus propios pa¨ªses. As¨ª, dirigen sus esfuerzos a continuar incidiendo en ampliar la oferta, alej¨¢ndose de la producci¨®n del libro escolar o t¨¦cnico, por los caminos de la literatura o el pensamiento. A esto ha contribuido la publicaci¨®n de escritores de la categor¨ªa de Chimamada, Teju Cole o Sami Tchak, junto con decisiones como la de Sarah Ladipo de publicar en primer lugar su ¨²ltima obra con una editorial nigeriana.
Adem¨¢s, tienen claro la necesidad de conseguir una oferta atractiva, que fomente el inter¨¦s y la lectura, tambi¨¦n en las diversas lenguas africanas, y abrirse a otros mercados (tanto dentro como fuera de ?frica), incidiendo en la necesidad de trabajar para lograr ejemplares de alta calidad que atraigan la atenci¨®n de ese p¨²blico lector africano y del que llegue despu¨¦s desde el resto del mundo.
Son muchos los proyectos editoriales que, en este sentido, han aparecido los ¨²ltimos a?os, junto a otros ya consolidados lo cual ha propiciado la aparici¨®n de asociaciones de editores en muchos lugares. Entre los que m¨¢s libros editan al a?o est¨¢n Egipto, Sud¨¢frica o Nigeria.
Por cierto, la librer¨ªa favorita de Chimamanda en Nigeria se llama Jazzhole y est¨¢ en Lagos. La escritora la menciona en Americanah y en ella encontrar¨¢s un lugar en el que la m¨²sica y los libros se dan la mano. Y donde se ofrece alrededor de 40 variedades de t¨¦.
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