Cuerpo, pedagog¨ªa y feminismos

La trata de mujeres con fines de explotaci¨®n sexual es un fen¨®meno que arroja grandes preguntas sobre el mundo de hoy. Podemos entender que la violencia ejercida sobre mujeres y ni?as compradas y vendidas para ser prostituidas es una de las m¨¢ximas expresiones de la violencia machista, hermanada con las l¨®gicas del capitalismo m¨¢s feroz.

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Esta alianza, criticada por el movimiento feminista, normaliza una forma de vivir la sexualidad que entiende el goce bajo el binomio consumo/deshecho. Igual que ocurre con la fiebre de las zapatillas o con el ¨²ltimo modelo de smartphone, el deseo puede ser satisfecho de forma inmediata y adem¨¢s se vincula directamente con qui¨¦n eres que depende, precisamente, de lo que desees y seas capaz de obtener.

En este entramado, y m¨¢s all¨¢ de destacar la responsabilidad del Estado, cabe preguntarse qu¨¦ papel desempe?amos cada persona. Qu¨¦ pr¨¢cticas, qu¨¦ formas de entender el deseo y el consumo env¨ªan a un limbo de inacci¨®n violencias tan extremas.

En esta pregunta nos situamos y desde aqu¨ª reflexionamos. Ahora que los feminismos est¨¢n en el centro de atenci¨®n, que los lemas feministas son trending topic, que las tiendas de ropa hacen camisetas con el pu?o y en morado. ?C¨®mo seguir pensando? Es importante seguir generando alianzas. Es fundamental la de los artistas y los adolescentes. Crear para permitirnos imaginar formas de entender la sexualidad, la identidad, la familia, el amor, que no perpet¨²en el sistema machista y capitalista en el que inevitablemente vivimos, sino que, al menos, proyecte grietas. Para ello, como ya muchas artistas antes han constatado, una herramienta fundamental es el cuerpo. Desde el cuerpo razonamos, sentimos, creamos. El mismo cuerpo del que, seg¨²n Rita Segato, han sido despose¨ªdas las v¨ªctimas de trata. Un cuerpo que no solo es utilizado en su dimensi¨®n material para cumplir los deseos sexuales de quienes pagan por ello, sino sobre el que, en su dimensi¨®n simb¨®lica, se esculpen los pactos de poder. Es fundamental entender y apropiarnos de la dimensi¨®n simb¨®lica de nuestros cuerpos y de los que nos rodean desde una perspectiva feminista. En este contexto el teatro irrumpe con fuerza.

Existen muchos elementos comunes entre las pedagog¨ªas feministas y la pedagog¨ªa teatral: se aprende desde lo colectivo, poniendo en com¨²n experiencias propias, politizando las vivencias, cuestionando los c¨¢nones de representaci¨®n, desconfiando de las im¨¢genes heredadas y construyendo un espacio de confianza. La forma, la composici¨®n del lugar y los modos de hacer son igual de importantes que el contenido. Pero el teatro no es solo importante por el espacio de taller y las alianzas que se dan entre creadores, sino por el juego con una ficci¨®n com¨²n. Hay algo especialmente revolucionario en ser capaz de construir ficciones con otros, ficciones que funcionen, que se sostengan, veros¨ªmiles. A la hora de generar las dramaturgias de una pieza teatral hay l¨®gicas que hacen que un personaje, una acci¨®n, una reacci¨®n sean veros¨ªmiles o no. La estructura que hay detr¨¢s de cada identidad es expl¨ªcita y transparente para el grupo. As¨ª un personaje no puede comportarse de una determinada manera porque s¨ª, sino que la libertad se la dan las reglas del juego que se establecen entre todos. Esa transparencia es muy ¨²til a la hora de entendernos a nosotras y a nuestra vida en su dimensi¨®n performativa, tanto para reconocer h¨¢bitos e identidades impuestas por las l¨®gicas normativas como para proponer alternativas.

Es por eso que la sensibilizaci¨®n a trav¨¦s del teatro es profundamente pol¨ªtica porque act¨²a desde los cuerpos y las vidas, no siendo necesario entenderlo desde un punto de vista asistencial (dirigi¨¦ndonos a v¨ªctimas de trata, a consumidores, etc.), sino como un lugar para el autoaprendizaje y un lugar donde tomar decisiones colectivas mediante la construcci¨®n de ficciones comunes.

Tomemos el testigo de Alicia M? Bustamante que, valiente, en su gu¨ªa para la prevenci¨®n de la trata de personas con fines de explotaci¨®n sexual (CEPAIM) nos reta a entender la vida como creaci¨®n colectiva. Asumamos el reto. Seguimos.

Calatea es una asociaci¨®n cultural que trabaja en el desarrollo de metodolog¨ªas para generar pensamiento colectivo a trav¨¦s de la escena. El 22 y 23 de Marzo presentan en el Centro Conde Duque el Festival Piel con Piel. Durante estos dos d¨ªas, m¨¢s de 100 j¨®venes artistas reflexionan a trav¨¦s del teatro sobre la trata de personas con fines de explotaci¨®n sexual. Se realizar¨¢n 7 muestras de teatro y un encuentro con profesionales del arte y la educaci¨®n.

Toda la informaci¨®n disponible en: https://www.calatea.es/copia-de-festival-piel-con-piel