D¨ªa Mundial del Autismo: ?qu¨¦ es y cu¨¢les son sus s¨ªntomas?
El Trastorno del Espectro del Autismo hace referencia a un conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral
El autismo o Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) hace referencia a un conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral. Dando lugar, a las personas que lo padecen, a sufrir dificultades en la comunicaci¨®n e interacci¨®n con los dem¨¢s, as¨ª como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta.
Este lunes 2 de abril se celebra el D¨ªa Mundial de la Concienciaci¨®n del Autismo, un trastorno en el que, a pesar de los grandes avances en la investigaci¨®n de las ¨²ltimas d¨¦cadas que han determinado varias claves fundamentales sobre el mismo, su origen sigue siendo un misterio. Adem¨¢s, el autismo cuenta con la dificultad a?adida de que cada persona es diferente, de que cada individuo posee caracter¨ªsticas propias.
¡°A pesar de que sus manifestaciones cl¨ªnicas pueden variar mucho entre las personas que los presentan, el TEA se define en funci¨®n de unas caracter¨ªsticas comunes¡±, explica Ruth Vidriales. ¡°En todos los casos se ven afectadas las habilidades para comunicarse y relacionarse con los dem¨¢s. Y se asocia a un patr¨®n restringido y repetitivo de intereses, actividades y comportamientos que inciden en la capacidad de la persona para anticiparse y adaptarse de manera flexible a las demandas del entorno¡±, a?ade la experta. Adem¨¢s, pueden aparecer alteraciones en el procesamiento de la estimulaci¨®n que proviene del entorno. ¡°Esto provoca¡±, prosigue, ¡°que la persona pueda experimentar reacciones de h¨ªper o hiposensibilidad hacia est¨ªmulos de las diferentes modalidades sensoriales (auditiva, visual, t¨¢ctil, etc.)¡±. En ocasiones, el TEA se presenta asociado tambi¨¦n a otros trastornos del neurodesarrollo, como la discapacidad intelectual o el trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n con hiperactividad (TDAH).
Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, uno de cada 160 ni?os tiene un TEA y sus s¨ªntomas suelen comenzar en la infancia y persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. Otras estimaciones hablan de que puede afectar a uno de cada 68 ni?os en edad escolar.? ¡°Lo que sabemos es que, en los ¨²ltimos a?os se ha constatado un aumento considerable del n¨²mero de casos detectados y diagnosticados dentro del TEA, aunque a¨²n no est¨¢n claras las razones. Probablemente influye la mejora en el conocimiento y la formaci¨®n de los profesionales, y tambi¨¦n la mayor precisi¨®n de los procedimientos e instrumentos de diagn¨®stico. No obstante, no existe una explicaci¨®n definitiva a este hecho y es muy necesaria m¨¢s investigaci¨®n al respecto¡±, explica Ruth Vidriales, responsable de Asesoramiento de Autismo Espa?a. Vidriales nos da algunas claves m¨¢s sobre este trastorno.
Para saber m¨¢s sobre el autismo
PREGUNTA. ?Cu¨¢ndo suelen aparecer los primeros s¨ªntomas?
RESPUESTA. A pesar de que sus manifestaciones cl¨ªnicas pueden variar enormemente entre unos casos y otros, existen se?ales de alarma que son compartidas. Afectan a la forma en que se desarrollan las habilidades de comunicaci¨®n e interacci¨®n social y tambi¨¦n a la flexibilidad del pensamiento y el comportamiento del ni?o o la ni?a (insistencia en rutinas; fuerte resistencia a cambios aunque sean m¨ªnimos; juegos repetitivos y estereotipados; ¡). Los primeros signos de alerta se suelen percibir hacia los 12-18 meses de edad, cuando estas habilidades comienzan a ser especialmente relevantes en el desarrollo t¨ªpico. No obstante, en algunos casos se identifican m¨¢s tarde, ya que pueden ser m¨¢s sutiles y dif¨ªciles de detectar y pasar desapercibidas hasta edades m¨¢s avanzadas, cuando las demandas del entorno son m¨¢s complejas y exigentes y superan las capacidades de afrontamiento de la persona. En cualquier caso, es importante destacar que, aunque estas manifestaciones sean perceptibles y evidentes, en muchos casos el diagn¨®stico se retrasa y esto implica un evidente perjuicio para la persona.
P. Por todo, ?es muy importante que se diagnostique temprano?
R. Es esencial en todos los casos y se debe avanzar en el reconocimiento de las se?ales espec¨ªficas de alerta del TEA en las primeras etapas del desarrollo, para as¨ª garantizar su identificaci¨®n y el acceso a una intervenci¨®n o apoyo especializado lo antes posible. Para ello, hay que avanzar en la capacitaci¨®n de profesionales y tambi¨¦n en el conocimiento espec¨ªfico sobre las manifestaciones del TEA, tanto en los casos en los que estas se identifican antes (por ejemplo, cuando existen signos muy evidentes de alteraci¨®n en el desarrollo, como la ausencia de lenguaje a las edades esperadas) como en las que pueden permanecer enmascaradas hasta que las demandas del entorno superen a las capacidades de afrontamiento de la persona. En los dos casos hay un amplio margen de mejora en cuanto a la detecci¨®n y diagn¨®stico temprano, y es necesario incrementar los esfuerzos en este sentido.
P. ?A qu¨¦ dificultades se suelen enfrentar estas personas?
R. Sabemos que el conocimiento y comprensi¨®n social del TEA es muy limitado a¨²n y que la imagen que habitualmente tiene la sociedad de este tipo de trastornos es a¨²n muy estereotipada. Aunque en los ¨²ltimos 20 a?os se ha experimentado un gran avance en el conocimiento cient¨ªfico sobre su origen, su detecci¨®n y diagn¨®stico, y sobre los sistemas de apoyo eficaces, en general, se mantienen falsas creencias sobre este tipo de trastornos que perpet¨²an los mitos sobre el autismo y que dificultan la inclusi¨®n social del colectivo. Todo esto genera pr¨¢cticas e intervenciones que resultan ineficaces e incluso que perjudican la integridad y la seguridad de las personas que forman parte del mismo. Este desconocimiento se traslada a todas las esferas de la sociedad y hace que las personas con TEA se encuentren con barreras muy significativas para disfrutar de la igualdad de oportunidades en su educaci¨®n, en el empleo, en la inclusi¨®n social o en la vida independiente.
P. ?Nos puedes explicar algunas pautas ¨²tiles para los padres con ni?os TEA?
R. La calidad de vida de las personas con TEA est¨¢ fuertemente influida por los apoyos que puedan requerir en cada etapa de la vida y, en este sentido, la familia es la principal fuente de apoyo. Por un lado, su papel es fundamental en la prestaci¨®n directa de los apoyos, proporcionando soporte emocional, as¨ª como las condiciones necesarias para que las personas participen y disfruten de su integraci¨®n en la sociedad. Por otro, la familia, que es el referente principal para estas personas, tiene un papel fundamental. Sus parientes son las personas que mejor les conocen, saben cu¨¢les son sus gustos, sus preferencias, sus intereses y sus necesidades. Son, en definitiva, qui¨¦nes poseen la informaci¨®n m¨¢s cercana a su realidad y quienes pueden orientar sobre c¨®mo adaptar los apoyos a sus intereses y necesidades individuales, y tambi¨¦n a las propias necesidades que tienen como familia. Adem¨¢s, desempe?a una funci¨®n muy relevante en los propios apoyos que la persona recibe. Su implicaci¨®n en la intervenci¨®n es imprescindible, y su participaci¨®n en ella se ha identificado como un factor fundamental para el ¨¦xito de la misma. Tienen, por lo tanto, un papel esencial en la mejora de la calidad de vida de la persona con TEA, en un marco de coordinaci¨®n y estrecha colaboraci¨®n con los profesionales que est¨¦n tambi¨¦n implicados en el sistema de apoyos que precisa la persona.
Diferencias con el s¨ªndrome de Asperger
El s¨ªndrome de Asperger forma parte del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). Comparte las caracter¨ªsticas nucleares de este tipo de trastornos, es decir, la presencia de alteraciones en la comunicaci¨®n social y en la flexibilidad de pensamiento y el comportamiento.
En los a?os noventa este s¨ªndrome se incluy¨® como una categor¨ªa diagn¨®stica espec¨ªfica en los sistemas internacionales de clasificaci¨®n CIE 10 (OMS, 1993) y DSM-IV-TR- (APA, 1994), en torno a un gran debate en el ¨¢mbito investigador sobre su significaci¨®n cl¨ªnica y las razones para mantenerlo como una categor¨ªa diagn¨®stica independiente y diferenciada del autismo.
Los resultados de dicha investigaci¨®n han puesto de manifiesto que esta diferenciaci¨®n diagn¨®stica no se justifica y que, en realidad, el s¨ªndrome de Asperger comparte las caracter¨ªsticas nucleares del TEA. Y estar¨ªan relacionadas con la presencia o no de una discapacidad intelectual asociada (lo que no ocurrir¨ªa en el caso del S¨ªndrome de Asperger) y con el nivel de desarrollo de lenguaje que tenga la persona.
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