Una receta para mejorar la salud
Assefa Yirgalem, portavoz de la Agencia Aseguradora Nacional, desglosa los esfuerzos de su pa¨ªs, Etiop¨ªa, por lograr la cobertura sanitaria universal: m¨¢s hospitales, m¨¢s m¨¦dicos y acceso asequible
?Qu¨¦ hace falta para que los ciudadanos de un pa¨ªs gocen de salud? ?Qu¨¦ se necesita para reducir el n¨²mero de mujeres que mueren durante el parto o los casos de malaria? Tener hospitales y centros de salud a los que la poblaci¨®n pueda acudir, que haya m¨¦dicos para atenderles y que la gente haga uso de los servicios sanitarios porque hacerlo no suponga una ruina para la familia. De este modo se puede lograr la cobertura sanitaria universal. La f¨®rmula est¨¢ clara, pero ?y si el pa¨ªs apenas tiene recursos para construir infraestructuras, ni formar y pagar adecuadamente a los profesionales de la salud, que acaban emigrando, y la gente no se puede costear sus tratamientos? Es el caso de Etiop¨ªa. Sin embargo, el pa¨ªs africano se ha marcado el ambicioso objetivo de que sus m¨¢s de 100 millones de ciudadanos, independientemente de su nivel de ingresos, tengan acceso a servicios de salud de calidad.
Assefa Yirgalem, portavoz de la Agencia Aseguradora Nacional dependiente del Ministerio de Salud et¨ªope, subray¨® y desglos¨® los esfuerzos del pa¨ªs para alcanzar su objetivo, durante su visita en Madrid para participar en la jornada Las responsabilidades de los Estados frente al derecho a la salud: de las obligaciones internacionales a los desaf¨ªos locales, organizada por M¨¦dicos del Mundo con motivo de la celebraci¨®n el 7 de abril del D¨ªa Mundial de la Salud, dedicado este 2018 al logro de la cobertura sanitaria universal. As¨ª explica su estrategia, el llamado Plan de Extensi¨®n Sanitaria que elabor¨® el actual director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, cuando era ministro de Salud de Etiop¨ªa. Con este programa conf¨ªan en lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Construcci¨®n de infraestructuras
Etiop¨ªa es uno de los pa¨ªses africanos con m¨¢s poblaci¨®n, con aproximadamente 102 millones de habitantes, de los que el 84% reside en zonas rurales. "Para alcanzar la cobertura sanitaria universal, el Gobierno tiene que construir instalaciones: puestos y centros de salud, as¨ª como hospitales", anota el experto.
Por eso, dice, en los ¨²ltimos 20 a?os se han levantado 60.000 puestos ¡ªla instalaci¨®n sanitaria m¨¢s b¨¢sica atendida por voluntarios¡ª y 3.500 centros de salud ¡ªdonde ya hay profesionales cualificados¡ª y 400 hospitales. "Durante este tiempo, el Estado ha trabajado intensamente en la cuesti¨®n de las infraestructuras y ya hemos alcanzado la cobertura de casi el 100% de la poblaci¨®n", asegura.
Formaci¨®n y retenci¨®n de personal sanitario
"Es importante que los centros de salud est¨¦n, en cualquier caso, dotados de material, m¨¦dicos, enfermeras, t¨¦cnicos de laboratorio...", afirma. Yirgalem reconoce, sin embargo, las carencias que existen todav¨ªa: solo hay unos 1.500 especialistas m¨¦dicos en todo el pa¨ªs. "Por eso se ha puesto tambi¨¦n mucho ¨¦nfasis en la formaci¨®n. Hace dos d¨¦cadas ten¨ªamos solo dos universidades donde se impart¨ªa formaci¨®n para personal sanitario. En los dos ¨²ltimos a?os, hemos ampliado a 35 el n¨²mero de centros de formaci¨®n entre p¨²blicos y privados", explica. Ahora falta esperar a que nuevas promociones de profesionales llenen las instalaciones que se han construido (y las que quedan). "La brecha entre las necesidades de personal sanitario y lo que realmente hab¨ªa era enorme. Estamos trabajando para reducirla, pero se requiere tiempo", apunta.
Abrimos nuevas universidades y centros educativos para que haya m¨¢s enfermeros, m¨¦dicos y dem¨¢s personal sanitario. Pero despu¨¦s, si se van, el pa¨ªs no se beneficia
Formar a personal sanitario, que ya supone una inversi¨®n importante, no es suficiente. Hacen falta muchos m¨¢s recursos para pagar adecuadamente a los profesionales y que no acaben emigrando al extranjero en busca de oportunidades y mejores condiciones de vida.
"Abrimos nuevas universidades y centros educativos para que haya m¨¢s enfermeros, m¨¦dicos y dem¨¢s personal sanitario. Pero despu¨¦s, si se van, el pa¨ªs no se beneficia. Nuestra estrategia para que se queden a trabajar en Etiop¨ªa es habilitar un ala privada en los hospitales donde los m¨¦dicos puedan pasar consulta tras su jornada laboral en la sanidad p¨²blica y obtener ingresos extra, pues el 70% de lo que ingrese por esa atenci¨®n privada tiene que ir destinado a los trabajadores. De esta manera, de hecho, est¨¢n ganando mucho dinero", detalla Yirgalem.
Acceso asequible
La escasez de recursos afecta especialmente a los bolsillos de los ciudadanos; muchos et¨ªopes apenas se pueden permitir pagar las consultas y tratamientos m¨¦dicos. ?C¨®mo asegurar que todo el mundo tiene, independientemente de sus ingresos, acceso a servicios sanitarios? Etiop¨ªa ha apostado por un sistema de seguro m¨¦dico basado en el copago, pero a medida de la situaci¨®n econ¨®mica y laboral de las personas. En el caso de que alguien no se lo pueda permitir, el Estado asume el coste. Para los agricultores, por ejemplo, se ha establecido que realicen el desembolso una vez al a?o en el momento de la recogida de la cosecha, que es cuando tienen ingresos. "As¨ª cualquiera puede ir al puesto o centro de salud cuando le pase algo", detalla el experto. "Todos tienen acceso a los mismos servicios. Los pobres, desde el momento en el que el Gobierno paga su seguro, tienen acceso al sistema con su tarjeta de identificaci¨®n, que es la misma que tiene una persona que trabaja", a?ade.
Etiop¨ªa aspira a depender paulatinamente menos de la financiaci¨®n exterior para que, en el futuro, su sistema sanitario sea sostenible con fondos propios
Un sistema sostenible
"Lograr la cobertura sanitaria universal requiere de un fuerte liderazgo y voluntad pol¨ªtica. Si los responsables pol¨ªticos no prestan atenci¨®n a la salud, no se podr¨ªa conseguir este objetivo", afirma Yirgalem. Pero tambi¨¦n dinero: "Adem¨¢s, tenemos que construir infraestructuras, formar a personal sanitario y alcanzar la igualdad en el acceso a un sistema sanitario de calidad".
Etiop¨ªa necesita todav¨ªa de la ayuda de la comunidad internacional para su desarrollo, tambi¨¦n para mejorar sus indicadores sanitarios. Pero el pa¨ªs aspira a depender paulatinamente menos de la financiaci¨®n exterior para que, en el futuro, su sistema sanitario sea sostenible completamente con fondos propios. Y lo est¨¢ logrando.
Yirgalem expone los n¨²meros mientras dibuja quesitos en un folio: "Hace cinco a?os, el presupuesto para salud depend¨ªa mayoritariamente de los donantes. El 50% del sistema sanitario se sosten¨ªa con ayuda exterior para el desarrollo y el Estado aportaba apenas un 16%. En la actualidad, ese porcentaje es del 30%; y los donantes apoyan con el 34%. As¨ª que estamos reduciendo la diferencia". El resto del presupuesto corresponde a las aportaciones de los usuarios (alrededor del 33%); un gasto que ser¨ªa catastr¨®fico en caso de que lo tuvieran que desembolsar los enfermos en vez de que fuera cubierto por las contribuciones a los seguros.
Con todo, el presupuesto para salud es "muy escaso". "Hay otras muchas prioridades como la educaci¨®n o las infraestructuras... y con nuestros pobres fondos no podemos abordarlas todas al mismo tiempo, aunque el pa¨ªs est¨¢ creciendo a un ritmo del 10% anual. Si bien el presupuesto para salud se ha incrementado, no es ni mucho menos suficiente", observa. Concretamente, el gasto sanitario por persona ha pasado de 4,5 d¨®lares en 1995/96 a 28,65 en 2013/14, seg¨²n los datos que present¨® ante la audiencia el experto. Esta cantidad, no obstante, es inferior todav¨ªa a la media per c¨¢pita en otros pa¨ªses de bajos ingresos del continente, que es de 36 d¨®lares anuales; y est¨¢ muy por debajo de la recomendada por la OMS en 2015 (86 d¨®lares).
"?Ninguna mujer deber¨ªa morir durante el parto!"
La mortalidad infantil (menores de cinco a?os) ha descendido de 123,5 por cada 1.000 nacidos vivos en 2005 a 67 en 2016, seg¨²n datos de la encuesta nacional de salud. Un progreso que sirve de ejemplo para entender el esfuerzo que est¨¢ realizando Etiop¨ªa para mejorar los indicadores de salud en el pa¨ªs. Con todo, la esperanza de vida de un et¨ªope al nacer es de 63 a?os (los varones) y 67 (las mujeres); y a los retos ya existentes se suman otros nuevos.
"Hace 20 a?os, nuestro mayor problema sanitario eran las enfermedades infecciosas, ahora tambi¨¦n lo son las no transmisibles. El Gobierno tiene que abordar ambos tipos en la actualidad. Seguimos luchando contra la malaria, la tuberculosis y el VIH, as¨ª como otras epidemias, porque tenemos que minimizar las muertes y la prevalencia de estos males. Por eso, los pacientes acceden al tratamiento para estas enfermedades de manera gratuita", explica.
Si Yirgalem tuviera que elegir la gran noticia que quisiera dar dentro de cinco a?os, ser¨ªa precisamente que ya est¨¢n libres de malaria, tuberculosis y VIH en el pa¨ªs. "?Y ninguna mujer deber¨ªa morir durante el parto!", a?ade.
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