As¨ª frena la corrupci¨®n la inversi¨®n p¨²blica y el crecimiento
Son fundamentales nuevas ideas y herramientas que contribuyan de manera efectiva a recobrar la confianza en las instituciones p¨²blicas
La corrupci¨®n est¨¢ dominando el debate p¨²blico actual en Am¨¦rica Latina y el Caribe. No es sorprendente que haya sido uno de los ejes centrales de la VII Cumbre de las Am¨¦ricas, recientemente celebrada en Lima. El esc¨¢ndalo Odebrecht, posiblemente el caso de corrupci¨®n de mayor extensi¨®n geogr¨¢fica e impacto econ¨®mico, ejemplifica como ning¨²n otro en la historia de la regi¨®n los perjuicios que la corrupci¨®n puede causar en las inversiones p¨²blicas y los procesos de licitaci¨®n p¨²blico-privados. Esto se traduce en asignaciones injustas de recursos, sobreprecios, cuellos de botella, empeoramiento de la calidad los bienes p¨²blicos, y freno al crecimiento econ¨®mico.
Un tema de creciente importancia para los pa¨ªses de la regi¨®n es la par¨¢lisis de la inversi¨®n p¨²blica. En varios de ellos, el estancamiento en la ejecuci¨®n de grandes obras por irregularidades probadas o presuntas relacionadas con casos de corrupci¨®n est¨¢ demostrando ser un tema con profundas implicaciones econ¨®micas. En n¨²meros, el problema se entiende mejor: en Brasil, a principios de 2017, la prensa de este pa¨ªs advert¨ªa que Lava Jato habr¨ªa generado una paralizaci¨®n de las obras por un monto de 90.000 millones de reales. Para poner esta cifra en contexto, esto equivale a 27.000 millones de d¨®lares, es decir, pr¨¢cticamente la totalidad del PIB de Paraguay en 2016. En Per¨² las paralizaciones de las obras podr¨ªan haber conllevado a una p¨¦rdida de aproximadamente un 1,5% del PIB, tal como lo ha explicado recientemente el Washington Post. En la Rep¨²blica Dominicana, los medios locales reportaron que 3.900 trabajadores fueron suspendidos al haberse paralizado las obras de Odebrecht en este pa¨ªs.
La corrupci¨®n no es el ¨²nico factor que explica esta par¨¢lisis. Otros factores contribuyen a ello, como la falta de liquidez de las empresas en un clima de bajos rendimientos empresariales, los congelamientos asociados a asuntos medioambientales y consultas con comunidades. Sin embargo, la sensaci¨®n de alerta debido a la corrupci¨®n que viven hoy en d¨ªa los responsables por avanzar a lo largo del ciclo de licitaci¨®n, desarrollo o certificado de obras es un factor muy importante para entender dicha par¨¢lisis.
Los ejecutores p¨²blicos son cada vez m¨¢s reacios a tomar decisiones por miedo a verse salpicados por la corrupci¨®n o por la percepci¨®n de esta. Les preocupa que, en el contexto actual, los medios y las redes sociales condenen m¨¢s r¨¢pido que la justicia, y que la pena de banquillo medi¨¢tica por una irregularidad o supuesta irregularidad no sea recurrible, y pueda suponer el fin de su carrera en el sector p¨²blico. Y esta no es la ¨²nica preocupaci¨®n. Los ¨®rganos de control y las organizaciones de la sociedad civil son cada vez m¨¢s activos a la hora de identificar nidos de corrupci¨®n y solicitar informaci¨®n sobre el uso y destino de los recursos p¨²blicos.
Por ello, el inter¨¦s y la urgencia por ideas y herramientas que contribuyan de manera efectiva a recobrar la confianza en las instituciones p¨²blicas son fundamentales. Varios ejemplos muestran como las nuevas tecnolog¨ªas y los datos pueden ayudar a combatir la corrupci¨®n, como la App de denuncia de sobornos I paid a bribe (yo pagu¨¦ un soborno) en la India, o el Observatorio del Gasto P¨²blico en Brasil, un portal de transparencia que realiza seguimiento a casi 5.000 millones de d¨®lares de gasto p¨²blico. Adem¨¢s, las plataformas online de visualizaci¨®n y georreferenciaci¨®n de datos abiertos presentan un potencial claro en este sentido, siendo herramientas para el procesamiento, publicaci¨®n y monitoreo de informaci¨®n.
Las obras p¨²blicas expuestas al escrutinio de los ciudadanos pueden llegar a presentar un costo aproximadamente un 50% m¨¢s bajo
Am¨¦rica Latina y el Caribe han sido pioneros en la utilizaci¨®n de estas plataformas con fines de transparencia, como por ejemplo la iniciativa MapaInversiones del BID que ayuda a mejorar la transparencia en la inversi¨®n p¨²blica. La iniciativa se inspira en MapaRegal¨ªas, una plataforma a trav¨¦s de la cual Colombia ha logrado generar trazabilidad al origen y el destino de los ingresos provenientes de la explotaci¨®n de los recursos naturales. Se trata de una herramienta innovadora y ¨²til, al divulgar grandes cantidades de informaci¨®n oportuna, de calidad, y en un formato sencillo e intuitivo.
MapaRegal¨ªas permiti¨® un monitoreo m¨¢s cercano de los proyectos por parte de los gestores de la inversi¨®n p¨²blica y los organismos de control, y tambi¨¦n por los ciudadanos. Esta apertura de informaci¨®n se acompa?¨® con un mecanismo que permiti¨® asegurar que los municipios presentaran los datos, que son visualizados p¨²blicamente en tiempo y forma. En caso de no hacerlo, los municipios se arriesgan a la suspensi¨®n de los giros de fondos para proyectos concretos. En 2016 se suspendieron los pagos de regal¨ªas a 125 localidades, y 9 de cada 10 de ellas subsanaron su situaci¨®n de manera casi inmediata.
El impacto del efecto monitoreo en la gesti¨®n de las obras p¨²blicas tambi¨¦n fue recientemente demostrado por Paul Lagunes, profesor asistente de la Universidad de Columbia. Lagunes realiz¨® un experimento a trav¨¦s del cual se evidencia que las obras p¨²blicas expuestas al escrutinio de los ciudadanos presentaron un costo aproximadamente 50% m¨¢s bajo que aquellas obras no monitoreadas.
Como resalta el reci¨¦n publicado informe Macroecon¨®mico de Am¨¦rica Latina y el Caribe 2018 del BID, Am¨¦rica Latina y el Caribe necesitan apostar por la inversi¨®n p¨²blica y por la innovaci¨®n para relanzar su crecimiento. La transparencia y las nuevas tecnolog¨ªas son una parte imprescindible en esta ecuaci¨®n, para lograr una inversi¨®n p¨²blica m¨¢s eficiente, din¨¢mica y conectada con las demandas de los ciudadanos. Esto no resolver¨¢ todos los problemas, pero ayudar¨¢ a aceitar los engranajes para que los motores de la econom¨ªa no se queden paralizados, y sigan en marcha.
Juan Cruz Vieyra es especialista en Modernizaci¨®n del Estado en la Divisi¨®n de Innovaci¨®n para servir al Ciudadano del BID y Alejandro Bar¨®n es consultor del BID.
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