El cerebro del hombre mono desvela sus secretos
El tama?o del enc¨¦falo de los humanos no es tan importante como su forma, seg¨²n un estudio del 'Homo naledi'
El hallazgo de m¨¢s de 1.500 f¨®siles humanos en una angosta cueva de Sur¨¢frica presentados en 2015 sac¨® a la luz al Homo naledi, un misterioso hom¨ªnido con un cerebro del tama?o de un chimpanc¨¦ que vivi¨® en el este de ?frica junto a los primeros Homo sapiens. Los restos pertenec¨ªan a al menos 15 individuos y no ten¨ªan huellas de haber sido devorados, ni arrastrados por crecidas de agua o movimientos de tierra. Seg¨²n sus descubridores, los hab¨ªan depositado all¨ª como acto funerario, un rasgo t¨ªpicamente humano en una especie que muchos expertos no consideran digna de pertenecer al mismo g¨¦nero que el Homo sapiens.
Los descubridores del naledi van hoy un paso m¨¢s all¨¢ e intentan bucear en su cerebro. Los investigadores han reconstruido el hemisferio izquierdo del enc¨¦falo de esta especie extinta desde? hace unos 250.000 a?os bas¨¢ndose en las marcas que el ¨®rgano dej¨® en las paredes internas del cr¨¢neo de cinco individuos. El naledi ten¨ªa una capacidad craneal de medio litro, m¨¢s o menos un tercio la de una persona. El nuevo trabajo muestra que el giro frontal inferior, parte de la corteza cerebral donde se concentran capacidades de razonamiento complejo y el lenguaje, presentan similitudes claras con el Homo sapiens. A su vez, las circunvoluciones cerebrales del naledi son distintas a las de los grandes simios, apunta el estudio, publicado en la revista de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU. Las ondulaciones de la corteza del naledi son parecidas tambi¨¦n a las de otros miembros del g¨¦nero Homo con cerebros m¨¢s grandes como Homo habilis, el Homo erectus, que fue el primero de su g¨¦nero en salir de ?frica, y el Homo floresiensis, el hobbit de la isla de Flores.
¡°Los humanos actuales tienen cerebros muy grandes comparados con el resto de primates, pero su forma tambi¨¦n es diferente¡±, explica John Hawks, antrop¨®logo de la Universidad de Wisconsin en Madison y coautor del estudio. ¡°Hasta ahora no sab¨ªamos cu¨¢ndo sucedieron los cambios en la forma del cerebro y si estos eran en parte debidos al crecimiento del ¨®rgano. El Homo naledi nos muestra ahora que parte de la forma caracter¨ªstica del cerebro de los humanos actuales ya exist¨ªa en otras especies con cerebros mucho m¨¢s peque?os¡±, resalta. Probablemente la forma del cerebro t¨ªpicamente humano ya exist¨ªa hace unos dos millones de a?os, cuando vivi¨® el ¨²ltimo ancestro com¨²n de naledi y Homo sapiens, se?ala el estudio.¡°Es muy dif¨ªcil especular sobre qu¨¦ efecto tiene la forma del cerebro en el comportamiento. Pero haber hallado que el Homo naledi compart¨ªa rasgos con nosotros nos hace preguntarnos si compart¨ªa tambi¨¦n ciertos comportamientos, incluidas las pr¨¢cticas mortuorias¡±, a?ade Hawks.
Expertos independientes resaltan la importancia del estudio, aunque recuerdan las dificultades de intentar reconstruir un ¨®rgano blando que desapareci¨® hace cientos de miles de a?os y el tipo de pensamientos de los que era capaz. ¡°El estudio es un buen recordatorio de que el tama?o del cerebro no es lo ¨²nico importante¡±, opina Mar¨ªa Martin¨®n-Torres, directora del Centro Nacional de Investigaci¨®n sobre Evoluci¨®n Humana (Cenieh). ¡°Uno de los ejemplos m¨¢s obvios es el de humanos modernos y neandertales, quienes a pesar de tener grandes cerebros, presentan formas significativamente diferentes, lo que probablemente se tradujo en habilidades diferentes aunque es muy dif¨ªcil precisar en qu¨¦¡±, a?ade. La investigadora recuerda ¡°que no se pueden asignar funciones espec¨ªficas a regiones del cerebro espec¨ªficas¡±, por lo que es dif¨ªcil valorar el significado de la reorganizaci¨®n del cerebro del naledi. El mismo equipo que forma este estudio hab¨ªa descubierto cambios similares en australopitecos, primates de los que pudo originarse el g¨¦nero Homo y que ten¨ªan cerebros de un tama?o similar al naledi, lo que hace ¡°cuestionable¡± la inclusi¨®n de esta ¨²ltima especie dentro del mismo g¨¦nero que el Homo sapiens, resalta Martin¨®n-Torres.
Probablemente la forma del cerebro t¨ªpicamente humano ya exist¨ªa hace unos dos millones de a?os
Emiliano Bruner, experto en paleoneurobiolog¨ªa de hom¨ªnidos del Cenieh, considera ¡°muy interesante que no es el tama?o el que genera la combinaci¨®n de surcos cerebrales t¨ªpica del g¨¦nero humano¡±, aunque apunta que para poder sacar conclusiones es necesario analizar muestras m¨¢s grandes e individuos m¨¢s completos, lo que no siempre ser¨¢ f¨¢cil. La cueva Rising Star de Sur¨¢frica es una de las mayores concentraciones de f¨®siles humanos jam¨¢s encontrada. El ¨²nico yacimiento que rivaliza en cantidad e importancia es la sima de los Huesos en Atapuerca (Burgos), que tambi¨¦n puede tener un origen funerario surgido cientos de miles de a?os antes de la llegada de nuestra especie.
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